El líder de los euroescépticos resulta herido al estrellarse su avioneta
Los partidos pequeños pueden ser clave en un Parlamento sin control
El líder euroescéptico Nigel Farage se convertía en protagonista involuntario de la jornada cuando, apenas una hora después de la apertura de los colegios, la avioneta en que viajaba se estrelló en la campiña de Northamptonshire. El candidato del Partido por la Independencia de Reino Unido (UKIP) sufrió cortes, quemaduras y heridas en el pecho. Anoche mismo se preveía su alta hospitalaria.
En el momento del accidente, el aparato sobrevolaba esta circunscripción al norte de Londres donde el partido de Farage intentaba arañar su primer escaño en Westminster con un discurso opuesto a Bruselas y en favor de drásticos controles de la inmigración que tantos réditos le procurara en los comicios europeos, ya que fue la segunda fuerza más votada, por delante del laborismo.
Un resultado ajustado daría a los unionistas un papel decisivo
Si Farage apunta al flanco derecho tory, el Partido Nacional Británico (BNP) de Nick Griffin concentraba su mensaje populista, ultranacionalista y xenófobo en los enclaves de clase obrera del este del Londres, que pueden procurarle la entrada en los Comunes. El líder de la extrema derecha no lo tiene fácil para lograr el escaño por Barking, pero confía en aumentar sus apoyos en las locales de este distrito y el de Dagenham.
En Irlanda del Norte se juega mucho más que el reparto de 18 escaños entre unionistas y republicanos. Si el resultado de las elecciones se traduce en un Parlamento sin clara mayoría, el unionismo puede tener la llave de la estabilidad del Gobierno.
El mayoritario Partido Unionista del Ulster obtuvo nueve diputados en 2005; el escándalo de sexo y corrupción que implicó a la esposa de su líder y ministro principal de la provincia, Peter Robinson, no ha tenido su reflejo en los sondeos. A favor de un Gobierno tory pesaría el tradicional boicoteo del Sinn Fein a las sesiones de Westminster: técnicamente la mayoría absoluta está en 326 escaños, pero de esos hay que descontar los de los republicanos irlandeses, porque nunca votan. Tampoco puede descartarse que el independentismo de los nacionalistas escoceses (siete escaños en 2005) y galeses (Plaid Cymru, tres), si bien opuesto al ideario conservador, le brindara apoyos concretos a cambio de compensaciones para sus territorios.
Entre las pequeñas formaciones que aspiran a ser noticia a partir de hoy, destaca el Partido Verde, bien colocado para conseguir su primer escaño de la mano de la líder Caroline Lucas. Y el movimiento Respect, del ex laborista George Galloway, que a pesar de sus horas bajas, tiene en Salma Yaqooh la sólida oportunidad de brindar a Westminster su primera diputada musulmana, una mujer que luce el hiyab.
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