Michael Caine, conservador; J. K. Rowling, laborista
Los famosos opinan en la campaña electoral británica
Michael Caine, un tesoro nacional, se convertía en la primera celebridad enrolada en la campaña británica el día en que compareció junto a David Cameron en una tribuna electoral. El actor votó al laborismo en 1997, pero ahora considera llegada la hora del cambio que para él encarna el candidato conservador.
Ese gesto fue un regalo cuando los comicios del próximo 6 de mayo, en los que se elegirá primer ministro en Reino Unido, se reducían al pulso entre los dos grandes partidos, pero desde la irrupción del liberal demócrata Nick Clegg ha perdido parte de su valor. Los estrategas tories quieren reforzar la imagen juvenil de su líder, Cameron, y para ello nada mejor que acompañarle de Gary Barlow, de la banda Take That.
El apoyo de Barlow ejerce de contrapunto a toda esa retahíla de viejas glorias que profesan perenne adhesión a los conservadores, como la actriz Joan Collins, el compositor y productor Andrew Lloyd Webber o el veterano Ken Barlow (sin parentesco con el anterior), protagonista de la longeva serie televisiva Coronation street. A la hora de clasificar a los famosos por sus afinidades políticas, todo el mundo da por hecho que Cameron es el hombre de Geri Halliwell, la chica picante pelirroja y una ferviente thatcherista: "Margaret fue la primera Spice Girl", proclamó en su día.
El problema para los conservadores es que los integrantes más cool del famoseo han engrosado el campo liberal demócrata. "Me decanto por Clegg sin la menor sombra de duda", confirmaba Daniel Radcliffe, el Harry Potter de la pantalla grande, en las páginas de la revista Vogue. Comparten esa afinidad el líder del grupo Coldplay, Chris Martin, y el actor Colin Firth, quien ha participado en uno de los folletos del partido (Por qué voto a los liberal demócratas). Incluso los seguidores más veteranos tienen un punto de enganche con el público actual: ya sea John Cleese con esa sana irreverencia que mantiene desde sus tiempos en Monty Python o la ex chica Bond Honor Blackman (Goldfinger), hoy una octogenaria en activo con el musical Sister act.
El Nuevo Laborismo de Tony Blair cautivó a un pelotón de artistas británicos, pero muchos lo abandonaron en las horas más bajas de la guerra de Irak, como Noel Gallagher, de Oasis. Sin embargo, el laborista Gordon Brown sigue contando con la fidelidad inquebrantable de J. K. Rowling, la madre de Harry Potter y una de las donantes más generosas del partido. La escritora ha aprovechado la tribuna de The Times para cargar contra Cameron, a quien acusó de "querer sustituir el Estado de bienestar con simples limosnas". También confían en el laborismo estrellas de la televisión (como el cómico Eddie Izard) y de la música, como Lilly Allen y Cheryl Cole, de la banda Girls Aloud. Según Cole, "es mejor el diablo que ya conoces".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.