Arenas evita censurar a Aguirre por su desdén hacia las ayudas del PER

A Javier Arenas le ha vuelto a pasar. Uno de los suyos se ha referido a los andaluces y Andalucía de manera despectiva, ha herido la dignidad de muchos, y la frase sigue rodando dos días después. Esta vez ha sido Esperanza Aguirre, la presidenta de Madrid, quien calificó la reducción excepcional de peonadas para cobrar el subsidio agrario por el temporal como una "vergüenza". "Se han ido a Sevilla (...) y han hecho lo único que creen que debe hacer un Gobierno, que es utilizar el dinero de los contribuyentes para dar pitas, pitas, pitas", explicó. Pero el líder del PP andaluz ha pasado de puntillas negando la mayor (no ha habido ofensa) y se ha agarrado a una frase posterior de su correligionaria en la que expresa su respeto a Andalucía.

Parece que no va a ser suficiente. Ayer se desató un aguacero de declaraciones condenatorias exigiendo disculpas de Aguirre o una reprobación oficial de Arenas. Y no sólo de los socialistas. Izquierda Unida, PA, y asociaciones de todo tipo se han pronunciado. La Comisión Regional de Seguimiento del Programa de Fomento de Empleo Agrario (Profea) -integrada por representantes de las administraciones central, autonómica y local, así como por organizaciones sindicales y empresariales- aprobó por unanimidad un comunicado en el que "rechazan y lamentan" las palabras de Esperanza Aguirre "tanto en el fondo como en la forma", por cuanto sus críticas hacia la decisión del Gobierno central de rebajar, de forma excepcional y debido a los efectos del temporal, el número de peonadas necesarias para tener derecho a cobrar el subsidio agrario en Andalucía "suponen un profundo desconocimiento de la realidad andaluza".

El PP andaluz tienen en su haber todo un rosario de inconveniencias de sus compañeros de fuera de Andalucía que, más que otra cosa, ponen en evidencia su ignorancia sobre lo que ocurre en Andalucía, así como su propensión a instalarse en tópicos añejos. La penúltima muestra salió hace año y medio de la boca de la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal. En una intervención ante la junta directiva del PP andaluz, Cospedal dijo: "Con un gobierno del PP en Andalucía, los andaluces ya no van a tener que irse fuera a buscar un puesto de trabajo". De un plumazo borró la inmigración que ahora recibe la comunidad y se colocó, al menos, a mediados de la década de los setenta del siglo pasado.

Antes le precedieron la vicesecretaria de Acción Electoral, Ana Mato, quien dijo que "los niños andaluces son prácticamente analfabetos"; o el eurodiputado Alejo Vidal-Quadras, que calificó de "cretino integral" y "uno de los más tontos de Europa" a Blas Infante, el precursor de la autonomía, considerado de manera oficial como padre de la patria andaluza. Vidal-Quadras fue reprobado en el Parlamento andaluz, con el voto del PP. La ex dirigente catalana Montserrat Nebrera rizó el rizo. Dijo que el acento andaluz de la entonces ministra de Fomento Magdalena Álvarez era de "chiste", y lo arregló agregando que cuando llamaba a un hotel de Córdoba no entendía qué le decían. Ahí Arenas reprobó las declaraciones, pidió su dimisión y Nebrera terminó por salir del partido.

El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, lamentó que comparen a los andaluces con "gallinitas" y dijo: "Cuando habla Aguirre, habla la derecha de siempre, como si no fuéramos de la misma condición".