La falta de concreción del rescate a Atenas defrauda a las Bolsas europeas
El euro pierde valor y el Ibex encabeza los descensos con una caída del 1,7%
No es frecuente que las Bolsas, habitualmente inescrutables, se pongan de acuerdo para bailar al mismo son exactamente al mismo tiempo. Ayer fue una de esas ocasiones. Tras unas horas de apatía, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, dijo a media mañana: "Vamos a la biblioteca Solvay a anunciar el acuerdo al que hemos llegado". La decisión de rescatar a Grecia era ya firme y los mercados respondieron al unísono. A partir de las 12.41 horas, las Bolsas europeas relevantes y el euro experimentaron una fuerte subida. Pero ahí no acaban las coincidencias. A medida que iban pasando las horas y los detalles sobre cómo se iba a salvar a Atenas escaseaban, el entusiasmo dio paso a la decepción. Y ésta, a las caídas generalizadas. La más importante llegó minutos antes de las 15.00, cuando se anunció que el plan no se concretaría hasta la próxima semana.
La prima de riesgo de la deuda española ya es inferior a la italiana o la británica
"Los mercados ya descontaban que hoy [por ayer] íbamos a conocer un acuerdo firme. Y han penalizado la falta de información sobre el rescate. También ha pesado el discurso del miércoles de Ben Bernanke, cuando anunció que la retirada de las medidas excepcionales está ya cerca", subraya Daniel Suárez, de Analistas Financieros.
Son días convulsos para los mercados. Las noticias -buenas o malas- sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas de los países más castigados por la crisis pueden tumbar o dar alas a los valores. Casi toda Europa cerró ayer con bajadas moderadas, por debajo del 1%. Entre tanta volatilidad, la Bolsa española aparece como la reina de la histeria. Cuando toca subir, es la que más sube. Y cuando vienen mal dadas, cae a plomo. Es lo que ha ocurrido durante las dos últimas semanas: el jueves negro de la semana pasada que marcó el inicio de las turbulencias cedió un 6%. El Ibex ganó un 3,5% en los tres primeros días de esta semana, cuando las noticias mejoraron. Y ayer perdió un 1,66%. Una vez más, el selectivo español fue líder en pérdidas.
Pero los vaivenes que están sufriendo los países de la periferia del euro -los famosos PIGS: Portugal, Irlanda, Grecia y España- no afectan sólo a las Bolsas. La moneda única vivió ayer otra jornada de sobresaltos. Desde los 1,374 dólares del día anterior llegó a traspasar los 1,36 dólares. El euro lleva tres meses depreciándose. Es verdad que en noviembre del año pasado llegó a cambiarse por más de 1,5 dólares, pero los expertos consideran que por ahora no hay motivos para alarmarse, porque entonces estaba excesivamente apreciada y ahora vuelve a la normalidad.
La prima de riesgo es uno de los indicadores que más han variado en estos días de turbulencias. El deterioro de la credibilidad de España hizo que el diferencial entre el bono español y el alemán superara los 100 puntos básicos. Pero el plan de estabilidad presentado por el Gobierno y el anuncio del rescate a Grecia ha hecho que esta prima caiga hasta los 76 puntos. Tanto Reino Unido como Italia exhiben ahora diferenciales mayores. Un buen argumento para defender que los problemas de credibilidad no se circunscriben a los países sobre los que ha caído el muy peyorativo acrónimo de PIGS (cerdos, en inglés).
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