CiU y PSC, juntos a favor de Ascó

El Ayuntamiento de Ascó, en Tarragona, será -salvo catástrofe- el segundo pueblo en optar al almacén nuclear. El alcalde, Rafael Vidal (CiU), que gobierna con apoyo de un concejal socialista, anunció ayer a los ediles que el martes a las 11 tendrían un pleno extraordinario para aprobar la candidatura a la instalación.

Ascó (1.600 habitantes y dos reactores nucleares) tiene experiencia nuclear y tren, lo que le da puntos ante el Ministerio de Industria. Pero, sobre todo, tiene un consenso político mucho mayor que el de Yebra. Fuentes conocedoras del proceso explican que la candidatura contará con al menos seis votos favorables (los cuatro de CiU, el del PSC y el del ex alcalde y líder de la oposición, Antonio Casanova, que inició el proceso). Los otros tres concejales del Partido Independiente de Ascó pueden abstenerse pero alguno de ellos puede votar a favor.

El líder de CiU, Artur Mas, defendió ayer la "autonomía municipal" en este asunto, aunque en otro acto cargos de CiU pidieron a Vidal que no acudiese a la candidatura.

CiU no se opone pero quiere que el presidente de la Generalitat, José Montilla, cargue con el desgaste. Exige una votación en el Parlamento catalán que revoque la moción de 2008 en la que CiU, ERC e ICV rechazaron el almacén nuclear.

El PSC se aferra al guión de que ésta es una decisión del Gobierno y de los ayuntamientos y de que la Generalitat no tiene que opinar. La prueba de la sintonía entre ambos partidos es que el jueves PSOE y CiU impidieron en el Congreso la comparecencia del ministro de Industria, Miguel Sebastián, sobre el almacén.