Solbes deja la política en pleno debate sobre la gestión de la crisis

El alejamiento total del ex vicepresidente económico Pedro Solbes del proyecto político que encabeza José Luis Rodríguez Zapatero ya no tiene marcha atrás. Solbes remitió ayer el escrito de renuncia de su acta parlamentaria al presidente del Congreso, José Bono, con fecha de ese mismo día por lo que hoy ya no asistirá al pleno del Congreso. El ex vicepresidente se lo comunicó a principios del verano al portavoz parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso. El veterano político (Pinoso, Alicante, 1942), tres veces ministro, se convirtió la pasada legislatura y durante la campaña electoral en la estrella del PSOE, aclamado y respetado por los socialistas. También por Zapatero. Pero el idilio terminó con el estallido de la crisis económica y las fórmulas para hacerle frente.

Pajín dice que no hay críticas internas, sino "reflexiones constructivas"

Aunque para la dirección del PSOE y del Grupo Parlamentario no ha constituido ninguna sorpresa, ya que sabían desde principios del verano que su salida del Congreso era inminente, sí ha supuesto cierta contrariedad. Este abandono, unido al de los ex ministros Jordi Sevilla y César Antonio Molina -con la previsión de que otros ex ministros seguirán el mismo camino- se produce cuando el presidente del Gobierno se encuentra en una comprometida situación política por la gestión de la crisis económica. Al acoso de la oposición se une el debate abierto en las filas socialistas ante el desconcierto por los mensajes contradictorios o la poca explicación de las medidas.

Ahora bien, las razones del abandono de Solbes, cuyo paso fundamental lo dio al renunciar el pasado mes de abril a la vicepresidencia económica, nada tienen que ver con la inquietud en algunos sectores del PSOE . Solbes discrepa de algunas de las medidas que el Gobierno ha adoptado, sobre todo por el gasto que conllevan y, por tanto, el crecimiento del déficit. De su etapa de comisario europeo, al frente de la política monetaria y económica de la Unión Europea, le viene la cultura de contención presupuestaria como soporte de la política monetaria única. La crisis de España se va a saldar con un déficit cercano al 10% del PIB, aunque el Gobierno tiene el compromiso de reducirlo al 3% en 2012. Lo cierto es que el ex vicepresidente no quería verse en la situación de votar el próximo mes de diciembre los Presupuestos del Estado para 2010, según aseguran fuentes socialistas que le han escuchado esta reflexión. Pero no sólo fueron los Presupuestos sino que el vicepresidente se sintió muy incómodo con la deducción de 400 euros del IRPF y también con el cheque bebé de 2.500 euros.

El desasosiego en algunos sectores del PSOE no tiene nada que ver con las razones que han llevado a Pedro Solbes a dejar primero el Gobierno y, ahora, el escaño. Nadie en este partido pone objeciones al endeudamiento ni tampoco a la subida de impuestos.

"El Gobierno está haciendo política socialdemócrata y eso lo apoya todo el Grupo Parlamentario y la inmensa mayoría del partido", sentencian dirigentes socialistas. El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, comparó al PSOE con "una gran orquesta y un gran ejército", donde hay acuerdo "sobre lo que hay que hacer".

En esta línea, la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, aseguró ayer que en las reuniones que mantiene estos días, tanto de partido como parlamentarias, no ha detectado malestar alguno. "Es más, lo único que compruebo es un apoyo explícito a la política del Gobierno. Lo que hay son reflexiones constructivas, pero todos coinciden en que el Ejecutivo afronta con coraje la crisis económica", señaló Pajín ayer tras la reunión de la Comisión Permanente. En ésta se volvió a analizar la crisis y la futura negociación de los Presupuestos en el Congreso, en la que partirán con la intención de "hablar con todos" con la excepción del PP, partidario de no tocar los impuestos.