Las entidades financieras que reciban ayudas deberán reestructurarse
El Banco de España subraya que ésa es la premisa para aportar fondos públicos
El subgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui, el hombre que está llamado a pilotar el Fondo para la Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), subrayó ayer que la aportación de ayudas públicas a las entidades financieras sólo son admisibles bajo la premisa de que las usen para reestructurarse. "Las ayudas del Estado son aceptables si las entidades financieras que reciben los fondos se comprometen a reestructurarse con ajustes en su red comercial, en personal, tamaño y potencia", explicó Aríztegui, quien recordó que esto está establecido en el ámbito normativo europeo y su legislación sobre ayudas del Estado a empresas y entidades financieras, según declaraciones recogidas por Europa Press.
El subgobernador cree que la red de oficinas bancarias es excesiva
Aríztegui, que clausuró el curso sobre perspectivas económicas organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y el BBVA en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, coincide así con la posición defendida desde el Ministerio de Economía y Hacienda. La vicepresidenta económica, Elena Salgado, explicó el pasado lunes que las inyecciones de capital por parte del FROB tendrán como destinatarios no sólo a entidades en crisis que deban ser rescatadas de una situación de graves dificultades y en la que se produzca una intervención por parte del Banco de España. Además, el dinero del fondo puede ser utilizado también para capitalizar de forma transitoria entidades solventes.
En el primer caso, la fórmula a utilizar será la de las cuotas participativas con derechos políticos (o acciones en el caso de los bancos). En el segundo, se optaría por suscribir participaciones o acciones preferentes sin derechos políticos y con una retribución adecuada, por un plazo limitado de tiempo. Si transcurrido ese plazo, el dinero no se devolviera al FROB, esos títulos se convertirían en cuotas o acciones. Las cuotas tendrán derechos políticos sólo mientras estén en manos del FROB, pero los perderían al ser traspasadas. En todo caso, se destinen los fondos a entidades en situación crítica o a instituciones viables que requieran un apoyo temporal, lo que sí es común es que esas inyecciones se producirán con la exigencia de un proceso de reestructuración, incluya o no la fusión con otra entidad.
Una reestructuración que es necesaria en el conjunto del sector, según se deduce de lo dicho ayer por Aríztegui. Al referirse a la red bancaria, apuntó que la expansión que hubo en su momento "quizás haya que revisarla, porque los criterios se han quebrado bruscamente, la red es excesiva". El subgobernador del Banco de España matizó que habrá que ir "entidad por entidad viendo el control de costes y sus redes para evaluar cuál es la necesidad de revisión".
Aríztegui no quiso confirmar su futura presidencia del comité que regirá el FROB, en su calidad de subgobernador del Banco de España, alegando que "es un organismo que todavía no existe; en este momento es una iniciativa del Gobierno español, y eso es un futurible en manos de las autoridades".
El subgobernador explicó que, pese a la situación "sin precedentes" que se ha atravesado, "lo peor en los mercados financieros ya ha pasado". En el mundo financiero "se vive la impresión de que el colapso no ha venido", ya que los indicadores son "claramente mejores", y aunque "sigue habiendo problemas, la situación ha mejorado".
Respecto a la nueva normativa sobre provisiones bancarias, Aríztegui confirmó que está en revisión, y aseguró que el resultado final será "conservador y prudente", en línea con la actuación del Banco de España. El supervisor estudia flexibilizar el uso de las provisiones en algunos supuestos, de modo que el impacto de la morosidad en los balances no se vea amplificado.
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