Las Bolsas castigan a la banca por temor a más ampliaciones de capital

La cumbre del G-20 llegó y se fue. Y para la Bolsa pasó con más pena que gloria. Los principales índices europeos perdían ayer cerca del 3%. Tras el paréntesis político, la economía real y los resultados empresariales volvieron a un primer plano. La banca fue la más castigada de la jornada en todo el Viejo Continente. En España, el Santander -que desde que anunció la pasada semana su ampliación de capital lleva perdido un 18% de su valor- arrastró al resto del sector a los números rojos. Según los expertos, los inversores dan por hecho que todas las entidades seguirán por la senda de las ampliaciones.

"Quien esperara que de una sesión de trabajo de seis horas iban a salir grandes medidas, era un gran ingenuo", aseguraba ayer Ignacio Cantos, analista de Atlas Capital. "Tal y como se esperaba, se prestó una considerable atención a la regulación y las políticas de supervisión, y fue apropiado, pero las implicaciones para el sector financiero no están todavía claras", aseguró ayer en un informe UBS. El mercado, precisan los expertos, ya descontaba que no se harían grandes avances en un solo día, así que una vez terminada la reunión, vuelve a bailar al son de los datos de la economía real y los resultados empresariales.

General Motors se dispara por posibles ayudas estatales

"El sector financiero es el protagonista. El Santander anunció su ampliación de capital y ahora lo que espera todo el mundo es que el resto del sector mueva ficha", explican en Analistas Financieros Internacionales. Según varios expertos consultados, sólo es cuestión de tiempo. Todas las entidades anunciarán también ampliaciones u otras medidas (recorte de dividendos, venta de activos...) para reforzar su capital.

Ante esta perspectiva, el Ibex 35 cerró con pérdidas del 3,77% y por debajo de los 8.500 puntos. Aunque las mayores caídas fueron las de Ferrovial -que aseguró que a su filial BAA se le ha complicado la venta del aeropuerto de Gatwick por la crisis- Santander volvió a protagonizar los descalabros del sector bancario, con una caída del 6,89%. Banesto se dejó en el parqué el 4,58%, BBVA el 5,13% y Popular el 6,26%. Bankinter, el Pastor y el Sabadell tampoco se salvaron del cierre en rojo.

En el resto de Europa la perspectiva fue similar. Las enormes pérdidas de grandes entidades como el HBOS (13,87%), el Royal Bank of Scotland (12,35%) o el BNP Paribas (8,09%), golpeaba a los índices de las principales plazas, que se dejaban cerca del 3%.

Los cada vez peores datos de la economía real tampoco ayudaron a los mercados. Los parqués despertaron con la entrada de Japón en recesión, tras registrar una caída del PIB del 0,4% en el tercer trimestre. Francia adelantaba previsiones de crecimiento nada halagüeñas, ya que para el último trimestre calcula una contracción del 0,5%. La zona euro ha registrado un déficit de su balanza comercial de 5.600 millones en septiembre, frente a los 2.900 millones de superávit del año pasado. Según la Confederación de Industrias Británicas (el mayor lobby empresarial del país), la economía de Reino Unido se contraerá el 1,7% el próximo año.

Los despidos masivos anunciados por la firma de inversión Citigroup, que se deshará de 50.000 trabajadores, y el recorte en las calificaciones de la metalúrgica Alcoa hacían prever un batacazo similar al europeo en la Bolsa neoyorkina. En efecto, el Dow Jones cayó un 2,63% pese a que General Motors, una de las grandes víctimas de la crisis, se disparó (llegó a subir el 16%) tras conocerse que el Congreso de Estados Unidos parece estar estudiando medidas de apoyo a la industria automovilística y el Gobierno alemán ya prepara ayudas para la filial Opel.