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Entrevista:ISABELLA ROSELLINI | Modelo y actriz

"No encuentro tormento en envejecer"

Pregunta. ¿Contenta con La Fiesta del Chivo?

Respuesta. El papel es excepcional. Creo que es un filme sobre todo para las mujeres, en el que se aplica el lema feminista de que lo personal es político.

P. Metida en fiestas, ¿cuáles le gustan?

R. Sobre todo, estar en mi casa de campo. Es donde más me relajo y me divierto, con mis niños, mis perros, algún amigo. No me gustan mucho las grandes fiestas.

P. ¿Ha habido algún Trujillo, algún Chivo en su vida?

R. Alguno [ríe].

P. ¿Y cómo acabó él?

R. [Carcajada].

P. Tuvo más fama como modelo que como actriz. ¿Tiene mejor cuerpo que cabeza?

R. Probablemente.

P. ¿De qué pasa más hambre: de comida o de afectos?

R. De afectos. En cuanto a la comida, estoy siempre a dieta, como todas las mujeres hermosas.

P. ¿A quién quiere más, a mamá o a papá?

R. A los dos. Es difícil decirlo. Seguramente era una niña enamorada de su papá. Estaba siempre con él, y me parezco a él un poco en el carácter.

P. Veamos cómo anda de complejo de Electra. ¿Quién es el más grande cineasta italiano?

R. Roberto Rossellini [risas].

P. Sobresaliente. Como ciudad, ¿usted es más siempre nos quedará París, de su madre, o Roma, città aperta, de su padre?

R. Siempre nos quedará Nueva York, la ciudad que más se me parece, porque es muy cosmopolita, y yo soy mitad sueca mitad italiana, he crecido en París y vivo en Nueva York.

P. Le impresionan las mujeres con fuerza, legendarias. Póngame un ejemplo actual.

R. La Nobel de la Paz del año pasado, Wangari Mattai, que ha plantado treinta millones de árboles para evitar la deforestación de África.

P. En el filme Blue velvet era cantante sadomasoquista. ¿Tiene algo de cantante?

R. No, aunque me gustaría cantar.

P. ¿Y de sadomaso?

R. Ja, ja, ja. No. Puestas así las cosas, tengo más de cantante.

P. Su receta contra el estrés es ponerse en plan maruja: el plumero y la bayeta.

R. Me viene de mamá. Cuando trabajaba, volvía a casa y se ponía a limpiarlo y a ordenarlo todo. A mí me pasa igual.

P. La veo, tras su línea de cosméticos, lanzar otra para baño y cocina, tipo Don Limpio, o spontex.

R. Me hubiera gustado hacer una línea para la limpieza de la casa con glamour, porque las escobas y los trapos son siempre tristes. Si encuentro un patrocinador, lo hago.

P. ¿Ponerse de cremas hasta la bandera detiene el tiempo?

R. No creo. Y yo no sueño con tener veinte años. No encuentro un gran tormento en envejecer. Es una cosa natural.

P. La han llamado "la modelo inteligente". ¿Porque generalmente son tontas?

R. No. Eso es siempre un prejuicio que tienen quienes lo dicen.

P. Media vida anunciando cremas de eterna juventud. Haga un elogio de las arrugas.

R. Ante todo, es interesante ver cómo cambia una cara.

P. Mucha modelo inteligente, pero no es capaz de decir algo bueno de los surcos.

R. No pienso en ello casi nunca. Pero creo que el contrato de Lancôme, que terminó hace quince años, me ha marcado de tal manera que hoy, a mis 54, la gente me pide continuamente que defina la belleza o que explique lo que hago.

P. "Yo quería ser periodista y no actriz".¿Qué le hubiera preguntado a Isabella Rossellini?

R. No lo sé. Me es difícil desdoblarme.

P. ¿Y al Papa?

R. Por qué se mete tanto con los homosexuales y con el sexo.

P. Parece que le gustan los hombres torturados, complicaditos.

R. Me gustan inteligentes. Y la inteligencia a veces lleva a ser complicado. Es difícil ver las cosas en blanco y negro, sí o no.

P. Entrena perros guía. ¿Piensa quedarse ciega?

R. No. Me gusta enseñar a los perros. Tengo dos, uno viejo, de 16 años, y una pequeña que he encontrado por la calle. Cojo cachorros que luego son perros para ciegos. Lo hago como voluntaria de una fundación.

P. "Un perro viejo de 16 años". ¿No ha probado a apañarlo con alguna de sus cremitas?

R. Tiene demasiado pelo y no he logrado penetrarlo.

P. ¿Qué teme de la vida?

R. Tengo una bellísima respuesta, aunque no es mía. A Pier Paolo Pasolini le preguntaron por tres cosas que le dieran miedo. Y dijo: pasado, presente y futuro.

Isabella Rossellini, el pasado martes en Madrid.
Isabella Rossellini, el pasado martes en Madrid.RICARDO GUTIÉRREZ

PERFIL

Con 53 años y dos hijos, dice que está satisfecha de su vida y que vive bastante tranquila. Le gusta leer a García Márquez y a Mario Vargas Llosa, autor de la novela que da título a su última película, y de quien se dice amiga. Ama la siesta, los animales y el arte, y reitera que le encantaría trabajar con Almodóvar

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