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Entrevista:MIGUEL LEÓN-PORTILLA | Historiador | LA RIQUEZA DEL PASADO | Mañana, el volumen XIV de la Historia Universal de EL PAÍS

"Cortés no fue ni héroe ni villano"

Miguel León-Portilla (México, 1926) es profesor emérito del Instituto de Estudios Históricos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), del que ha sido director. Organizó un centro de investigaciones históricas con la Universidad Autónoma de Baja California que, según afirma, "ha hecho grandes contribuciones". Ganador del Premio Internacional Menéndez y Pelayo, es un destacado investigador del México prehispánico. Su interés por la historia se debe a un tío suyo, Manuel Gamio, considerado el iniciador de la antropología moderna de México. El doctor León-Portilla habla náhuatl, lengua que sigue aprendiendo después de 50 años. La que fue lingua franca desde la época prehispánica, sigue siendo hoy la lengua indígena más hablada de México, con un millón y medio de hablantes.

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Pregunta. ¿Por qué interesa estudiar los pueblos prehispánicos?

Respuesta. Porque provienen de una civilización originaria, que es aquella que cuajó como civilización, con centros urbanos, arte suntuario, con una organización compleja social, política, económica y religiosa, que llegó a tener historia, libros y escritura. Hay pocas civilizaciones originarias en la historia humana. Podemos citar Egipto, Mesopotamia, el país del río Indo, el valle del río Amarillo en China, México, y la civilización anterior a los incas, en los Andes. La historia universal sólo puede ser universal cuando se toma en cuenta Mesoamérica. Por otra parte, interesa estudiar los pueblos prehispánicos porque tenemos unas fuentes muy copiosas. En México hay registradas más de 10.000 zonas arqueológicas; tenemos miles de inscripciones mayas. Es paradójica Mesoamérica. Teniendo maravillas, tenía limitaciones técnicas muy grandes. Conocía la rueda pero no se usó, porque no era útil, puesto que no había animales de tiro. Era todo a lomos de indio.

P. ¿Qué opina del término conquista?

R. Yo fui coordinador de la comisión mexicana del V centenario. La delegación de mi país no era partidaria de hablar del descubrimiento de América, porque prefería hablar de encuentro entre los indios mexicanos. Hubo al principio choques, violencia, confrontación, y a la larga nos hemos fundido unos y otros. Mucha gente prefiere utilizar el término invasión, mejor que el de conquista. Yo escribí Visión de los vencidos, traducido a 16 idiomas, que es la relación indígena de la conquista. En México el tema de la conquista ha sido en muchas ocasiones muy álgido. Poco a poco vamos asimilando este hecho.

P. ¿Cuál es su opinión de la figura de Hernán Cortés?

R. La biografía de Hernán Cortés escrita por José Luis Martínez con varios tomos de documentos, es una contribución muy valiosa para apreciar lo que fue Cortés. Creo que no fue ni héroe ni villano. Fue un hombre muy sagaz, inteligente y valeroso, que se enamoró de México. Hizo crueldades, como ahorcar a Cuauhtémoc. En aquella época era común actuar así; ahora también, aunque solapadamente. Creo que entre los conquistadores fue, como dice Cervantes, el "cortesísimo Cortés", preferible a Pizarro.

P. Usted ha estudiado la presencia de quienes denomina humanistas españoles en el Nuevo Mundo.

R. La lista es larga. Bernardino de Sahagún, por ejemplo. O Andrés de Olmos. Eran personas extraordinarias, unos lingüistas que captaron el meollo de las lenguas. Hay que hablar también de don Vasco de Quiroga, fundador de los hospitales. Aquí llegó el barón Sebastián Ramírez de Fuenleal, natural de Villaescusa de Haro (Cuenca); estuvo tres años y pacificó la tierra, que estaba muy alterada con la primera audiencia.

P. ¿Qué educación reciben los niños mexicanos sobre la historia de su país?

R. Creo que cada vez más es una historia de luces y sombras. Lo indígena se presenta como lo mejor.

P. ¿Cómo trató la Corona a los pueblos indígenas?

R. Fue oscilante. Desde que la reina Isabel le da instrucciones a Colón y luego en su testamento expresa su preocupación por que atiendan a los requerimientos de los indios. Creo que en general los reyes y casi todos los virreyes se preocupaban por la suerte de los indios. El virrey Antonio de Mendoza, por ejemplo.

P. La importancia de la religión, ¿fue clave tanto antes como después de la conquista?

R. Absolutamente. En México el pueblo es todavía muy religioso. Basta ver las pasiones que despierta la Virgen de Guadalupe.

P. ¿Se conocen los pueblos prehispánicos en México?

R. Mis libros, por ejemplo, se venden mucho. Quiere decir que a la gente le interesan estos temas. Hay mucha gente que quiere aprender lenguas indígenas. El cambio experimentado en la actualidad es muy grande.

Miguel León-Portilla.
Miguel León-Portilla.MARCO ANTONIO CRUZ
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