Grietas en el muro que divide Chipre
El Gobierno de Nicosia extiende sus derechos sociales a los turcochipriotas
El muro que ha dividido Chipre desde 1974 se resquebraja cada día que pasa. Y lo está haciendo no como resultado de la mesa de negociaciones, sino como un hecho natural de la vida diaria.
El proceso comenzó el pasado 23 de abril, cuando las autoridades turcochipriotas del norte de la isla permitieron el cruce de la línea verde que separa las dos comunidades. En una semana, más de 90.000 grecochipriotas y casi 30.000 turcochipriotas pasaron al otro lado y tuvieron la oportunidad por primera vez en 30 años de ver sus tierras y ciudades y de abrazar a sus viejos amigos.
A esta iniciativa respondió el pasado miércoles el Gobierno grecochipriota, el único reconocido por la comunidad internacional, con un paquete de medidas destinadas a acabar con el aislamiento de los turcochipriotas,concediendo a éstos los derechos y beneficios sociales de los que disfrutan los grecochipriotas.
El Ejecutivo presidido por Tassos Papadopoulos anunció que a partir de ahora se facilitará el tráfico de mercancías y personas entre las dos zonas; la circulación de vehículos y la contratación de trabajadores; la extensión de becas a los estudiantes, la enseñanza del turco en la educación secundaria en la parte griega y la del griego en la zona ocupada por el Ejército turco; la participación de los turcochipriotas en acontecimientos deportivos como pueden ser los Juegos Olímpicos de Atenas, a celebrar en 2004; la convalidación de documentos oficiales; el acceso de los turcochipriotas a la sanidad pública de la zona controlada por el Gobierno, así como la emisión de más programas en lengua turca en la televisión oficial. Además, ayer se estableció la comunicación telefónica directa entre las dos comunidades.
Papadopoulos insistió al presentar las medidas que éstas no suponen un reconocimiento del "ilegal" régimen turcochipriota, sino que sólo "buscan mejorar el clima entre los ciudadanos chipriotas ante el próximo acceso de la isla a la Unión Europea". Y añadió que la reunificación del país se mantenía en el marco de las negociaciones auspiciadas por la ONU, pese al fracaso de éstas el pasado marzo en La Haya. Chipre, aún dividida, se sumará a la UE en 2004.
Por su parte, el octogenario líder turcochipriota, Rauf Denktash, se mostró escéptico ante estas iniciativas y las consideró una maniobra para "oscurecer" su decisión de abrir la frontera. Advirtió de que la actual "luna de miel no puede durar siempre" y que el "conflicto aun existe".
Pero dificultades y cautelas políticas al margen, lo que parece cierto es que estas medidas de confianza, que no son ajenas al nuevo contexto internacional, están acercando a las dos comunidades y que la famosa línea verde es cada vez más discontinua.
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