Bagdad rechaza cualquier tipo de resolución que no levante el embargo

El vicepresidente iraquí, Taha Yasín Ramadán, reiteró ayer que Bagdad rechazará cualquier resolución del Consejo de Seguridad de la ONU relativa a Irak que no incluya el levantamiento de las sanciones internacionales impuestas a este país en 1990. 'Rechazamos las decisiones que no levanten el embargo', dijo Ramadán en la inauguración de una conferencia popular árabe en la capital iraquí.

El vicepresidente calificó de 'oportunidad para intercambiar puntos de vista' el diálogo mantenido el pasado jueves en Nueva York entre el ministro de Asuntos Exteriores de Irak, Nayi Sabri al Hadizi, y el secretario general de la ONU, Kofi Annan.

En la primera reunión celebrada en más de un año por altos responsables iraquíes y de Naciones Unidas, Annan y Sabri acordaron reanudar su diálogo el mes próximo. Sin embargo, Annan aseguró el jueves que Irak no ha puesto condiciones en el diálogo abierto con la ONU. El principal conflicto de Irak con la ONU es sobre el envío de expertos para supervisar el desmantelamiento de las armas de destrucción masiva iraquíes, que Bagdad rechaza, pues afirma que ya no dispone de armamento de ese tipo y que los inspectores enviados anteriormente por Naciones Unidas se dedicaron a labores de espionaje.

Irak se encuentra ahora bajo la amenaza de Washington, que le acusa de desarrollar armas de destrucción masiva y de ser una 'amenaza terrorista'. 'Aquellos que nos amenazan, perderán y serán humillados si intentan cometer una estúpida agresión contra nuestro país', advirtió Ramadán.

En el mismo sentido se ha manifestado también el viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz. El veterano ex jefe de la diplomacia iraquí advirtió a George W. Bush contra cualquier intento de 'suprimir el régimen de Sadam Husein', en una entrevista publicada en la edición dominical del diario alemán Die Welt. Bush, según el responsable iraquí, quiere establecer 'la dominación mundial y monopolizar el acceso al petróleo'.