'Los hombres de Al Qaeda huyeron enseguida'
Los talibanes no querían rendirse directamente al actual presidente del Gobierno provisional de Afganistán, Hamid Karzai. Y entonces, tanto el líder espiritual de los talibanes, el mulá Omar, como Karzai acordaron que la persona de confianza sería el mulá Naji Bulá, un hombre de 48 años, 11 hijos y 2 mujeres. Sentado en el patio de lo que era la antigua casa del mulá Omar, Naji Bulá acaricia su rosario mientras habla con EL PAÍS.
Pregunta. ¿Cómo se fraguó la rendición?
Respuesta. Envié a una persona a decirle al mulá Omar que si no se rendía empezaríamos a luchar contra él.
P. Entonces usted llegó a Kandahar y ocupó con sus hombres la casa del gobernador. Pero al día siguiente, Gul Aghá llegó allí, usted salió y Gul Aghá sigue como gobernador. ¿Le echó Gul Aghá?
R. Karzai me encomendó que yo fuese el gobernador. Pero cuando llegué a Kandahar me sentí cansado y le dije que no quería serlo.
P. ¿Por qué no pidieron a los talibanes que entregaran las armas?
R. Anunciaron que me darían las armas, pero sólo entregaron unas pocas y se llevaron por la noche las más pesadas. De todas formas, los talibanes se las dieron a muchos familiares. Y ya hemos empezado a recoger todas las armas en la ciudad a la gente que no es policía. No habrá ningún problema.
P. ¿Dónde se metieron los supuestos 3.000 o 4.000 guerrilleros árabes que supuestamente defendían Kandahar?
R. Cuando la guerra empezó había miles de árabes. Pero enseguida empezaron a irse a otros países.
P. ¿Y no los dejó marcharse?
R. No, cuando entramos en Kandahar los talibanes controlaban las fronteras. Y les dijeron a la gente de Al Qaeda que huyesen, porque si no los mataría mi gente. Los talibanes sabían que iban a perder la guerra, por eso le dijeron a los árabes que se fueran. Lo único que puedo decir es que desde que entré no he visto ni a un solo árabe.
P. Los hombres de Gul Aghá le tachan de ser demasiado amigo de los talibanes. ¿Es cierto?
R. Totalmente falso. No tengo ningún contacto con ellos. La tribu a la que más crueldades le han hecho los talibanes es precisamente la mía, la de los Alcozai.
P. ¿Con cuántos hombres cuenta usted si hubiese que luchar contra alguien?
R. Con unos 6.000 o 7.000.
P. La gente de Gul Aghá piensa que usted no está satisfecho con la situación presente y que a lo mejor podría luchar.
R. Eso es falsa propaganda. El Gobierno de una ciudad es algo que sólo dura tres días. Pero tenemos que vivir en Afganistán en paz. ¿Para qué iba a luchar?
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.