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Egipto censura a Israel y exige a EE UU la inmediata creación de un Estado palestino

Mubarak tilda al Estado hebreo de 'dictadura' y dice que Sharon 'sólo entiende de matanzas'

De la crisis mundial abierta el 11 de septiembre debe nacer el Estado palestino. Éste es el principal mensaje que dirigen a Estados Unidos y la Unión Europea el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y otros líderes árabes moderados como el rey jordano Abdulá. Mubarak, al que la crisis ha sorprendido en un momento de ruptura de hecho con Israel y de gran frialdad con EE UU, empleó ayer palabras durísimas en relación al Estado hebreo. Israel, dijo, es 'una dictadura', y su primer ministro, Ariel Sharon, 'sólo entiende de guerras, matanzas y carnicerías'.

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Los cambios en Oriente Próximo son lentos y difíciles de percibir, pero ignorarlos o minusvalorarlos cuando se producen puede ser peligroso. El tibio apoyo de Mubarak a la campaña en Afganistán es la principal novedad en este otoño de 2001 en relación al mismo periodo de 1990, cuando el primer presidente Bush preparaba la guerra contra Irak. Por fatiga personal y por la presión de un pueblo unánime en su solidaridad con la segunda Intifada palestina, el rais o presidente egipcio arrastra los pies en su apoyo a EE UU.

Esta vez, Mubarak está en relativa sintonía con su pueblo y con la práctica totalidad de los dirigentes árabes. El objetivo común es aislar el Israel de Sharon y arrancar el parto del Estado palestino. Y es que el resentimiento de las poblaciones árabes con EE UU se masca en las calles de El Cairo tanto como el polvo y la contaminación. Que ese resentimiento no se transforme en apoyo a Bin Laden es el principal objetivo de Mubarak, uno de cuyos portavoces declaró ayer a este periódico que también debería ser el objetivo de los norteamericanos y europeos.

Como otros dirigentes árabes prooccidentales, Mubarak ha sacado la conclusión de que hay que tomarle la palabra al segundo presidente Bush y su aliado británico Tony Blair, con el que ayer se reunió Yasir Arafat. En una entrevista concedida el domingo a la televisión israelí, Mubarak dijo que la creación de un Estado palestino es un requisito indispensable para la paz en Oriente Próximo. Preguntado sobre si está al corriente de algún plan norteamericano para reanudar el proceso de paz entre Israel y los palestinos, soltó esta pulla: 'Si hay algún plan estadounidense, debe haber sido diseñado por los israelíes. Ésta es mi experiencia'.

La andanada es dura procediendo del líder del primer país árabe que hizo la paz con Israel y que, por esta razón, recibe de EE UU 2.000 millones de dólares anuales. Y es que el 11 de septiembre sorprendió a Mubarak en un momento de gran frialdad con Washington. Mubarak tuvo que emplearse a fondo en 1999 para que EE UU cesara de sugerir que el piloto del avión de Egypt Air que se estrelló a la salida de Nueva York se había suicidado en un arrebato de fervor religioso. Luego, el rais vivió muy mal las críticas estadounidenses por la detención de Said Ibrahim -prestigioso intelectual egipcio casado con una estadounidense que ha sido oscuramente acusado de espionaje a favor de Occidente- y por la caza de homosexuales en el valle del Nilo.

Y sobre todo, Mubarak no hace el menor esfuerzo por ocultar su irritación por la feroz represión israelí de la Intifada. Se lo dijo a Blair en El Cairo y lo repitió el domingo. En un encuentro con periodistas egipcios difundido ayer, Mubarak se soltó aún más. 'Israel', dijo, 'es la verdadera dictadura; allí no se aplican las decisiones judiciales y no existen los derechos humanos'. Luego informó de que no piensa volver a enviar al embajador egipcio en Tel Aviv y le dedicó al primer ministro israelí esta frase lapidaria: 'Sharon sólo entiende de guerras, matanzas y carnicerías'.

Elogios a Bush

Mubarak elogió a Bush por su declaración a favor de un Estado palestino, pero expresó el temor de los árabes a que se trate de mera palabrería para apaciguarles mientras dura la guerra contra Bin Laden y los talibanes. 'Esto', dijo, 'debería traducirse en pasos concretos'. También advirtió contra cualquier campaña adicional contra un país árabe como Libia, Siria, Líbano o Irak. 'Le he dicho a América: 'No deberían atacar a ningún país en esta región'.

El rais, eso sí, está reforzando su combate contra los integristas islámicos de Egipto, que han matado a 2.500 personas en los últimos 20 años, desde el presidente Anuar el Sadat a decenas de turistas occidentales. Siete de los 22 terroristas más buscados por el FBI son egipcios, incluido Al Zawahri, el lugarteniente de Bin Laden.Y también lo era Mohamed Atta, uno de los pilotos suicidas. Desde hace 90 años, cuando Hassan el Banna fundó los Hermanos Musulmanes, el valle del Nilo es caldo de cultivo para los partidarios de un islam políticamente militante contra Occidente. Este país, de 65 millones de habitantes acostumbrados a las desgracias, es clave.

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