LA MÁSCARA DE LA PRIMERA DAMA

La máscara de la primera dama de México, Marta Sahagún, se convirtió en un nuevo negocio para los vendedores callejeros del país, que estrenaron la careta durante los festejos de la Independencia celebrados este fin de semana. La comercialización de máscaras con el rostro de los mandatarios mexicanos se popularizó tras el Gobierno de Carlos Salinas (1988-1994), como una burla contra el presidente que prometió situar a México en la vanguardia del primer mundo y dejó como herencia el mayor crash económico de su historia reciente. La cara de su sucesor, Ernesto Zedillo (1994-2000), fue también un buen negocio. Zedillo quedó olvidado tras el triunfo de Vicente Fox en las elecciones de julio del pasado año, cuando los ambulantes inundaron las calles de México con el rostro del nuevo mandatario. En un hecho insólito, la costumbre se ha extendido también a Marta Sahagún, ex colaboradora del presidente que se convirtió en primera dama tras su boda con Fox el 2 de julio pasado. La máscara muestra a Marta con el rostro serio, excesivamente maquillado y el pelo recortado, y contrasta con los modelos de Fox, que representan al mandatario con una gran sonrisa.