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Michael J. Fox deja la televisión para luchar contra el mal de Parkinson

Con mucho abrazo, lágrimas, poco ingenio y un gran resultado de audiencia, Michael J. Fox se despidió de la televisión para dedicarse enteramente a la lucha contra la enfermedad de Parkinson, que padece desde hace casi 10 años. Aunque el actor de eterna cara de niño espera volver a trabajar si prosperan los avances médicos para el mal que padece, su despedida también acabará posiblemente con la serie Loca alcaldía, en la que ha trabajado en los últimos cuatro años. Charlie Sheen le sustituirá en la próxima temporada.

Michael J. Fox, canadiense de 38 años, no es un buen actor, sino un buen intérprete de un mismo personaje. Ha empleado los mismos recursos amanerados en todos los papeles que ha interpretado desde que saltó a la fama; en realidad, Fox nunca ha superado al hilarante Alex P. Keaton de "Family Ties", el adolescente ultraconservador de la serie con la que saltó a la fama. En los casi 20 años transcurridos desde entonces, Fox ha dominado las pantallas de cine con la saga de Regreso al futuro y otras producciones desdeñables. Después regresó a su pasado televisivo con la poca fortuna de caer en una serie demasiado centrada en su estrellato.

El actor ha aguantado 4 años en Loca alcaldía escondiéndose en los camerinos para que nadie viera los temblores que le provoca la enfermedad que sufre. Ha contado que en los últimos meses, antes de hacer público que estaba afectado por la enfermedad, se medicaba en exceso para reducir los síntomas.

No es casualidad que Fox haya esperado al final de la temporada para dejar la serie: sólo cuando las telecomedias llegan a 100 episodios (4 años) se pueden vender a las cadenas de cable, lo que deja un gran beneficio a los actores que, como él, cobran por porcentaje de beneficios. Ahora, Fox dedicará su tiempo a una fundación que lleva su nombre y que recauda fondos para investigar una cura para la enfermedad de Parkinson, que afecta a cerca de un millón y medio de estadounidenses, entre ellos, el boxeador Mohamed Alí y la fiscal general, Janet Reno.

Los productores han contratado a Charlie Sheen para tratar de estirar Loca alcaldía un año más, lo que casi provoca más lágrimas que la despedida de Michael J. Fox. Local alcaldía, a la que se apuntó en la última temporada la actriz de Melrose Place, Heather Locklear, fue concebida como vehículo de lucimiento personal de Fox y tiene aún menos sentido sin su presencia.

En su último episodio, Fox deja la gerencia municipal de Nueva York para marcharse a Washington con un grupo de defensa medioambiental. Antes de los créditos, abandona su papel para hablar directamente al espectador: "Dejo la serie por un nuevo trabajo: buscar una cura para el mal de Parkinson. Espero quedarme en paro dentro de 10 años, porque ese es el tiempo en el que algunos científicos creen que pueden lograrlo".

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