Delgado: "Es impensable batir a Herrera en la montaña"
Pedro Delgado soñaba con ganar ayer, en solitario, como hizo hace dos años, lo que le supuso, al mismo tiempo, adjudicarse la victoria en la Vuelta 85. También alimentaba ligeras esperanzas de ser el ganador de la Vuelta 87. Ahora ya lo ve casi imposible: "Es impensable batir a Herrera en la montaña".Para Delgado, la etapa clave era la de ayer: La de hoy, la clásica de los puertos, ya es muy conocida por todos los corredores. La única ascensión de verdad comprometida es la de la Morcuera, donde puede haber ruptura de la carrera. Cotos tiene una subida larga, pero de escaso porcentaje. Y como Herrera sube mejor que cualquiera, no se puede pensar en batirle en su terreno. Queda la posibilidad del descenso final, pero habría que bajar a tumba abierta para dejarle atrás, pero él está muy seguro".
Delgado intentó ayer atacar en diversas ocasiones a Herrera: "Pero en cuanto amagaba tenía un colombiano o dos a rueda. Y como yo, los otros que íbamos en el grupo. Los colombianos han marcado el ritmo que han querido y no hemos podido hacer nada. Las posibilidades que nos quedan de ganar la Vuelta son prácticamente nulas".
Herrera, por su parte, desde que es líder, no ha sufrido más ataques que el que protagonizó el francés Laurent Fignon en la etapa del martes. Cogió el liderato el pasado día 4, en los Lagos, y lo ha mantenido hasta ahora, con la sola excepción de la jornada en que se celebró la contra reloj de Valladolid, cuándo el irlandés Sean Kelly volvió a vestir el jersei amarillo. Herrera, pese a que le está resultando cómodo el liderato y ya tiene a su alcance la victoria final, espera una ofensiva contra él: "Los que me siguen en la clasificación van a seguir luchando hasta el último día por quitarme el liderato". Herrera está contento del día de ayer. Él y sus compañeros hicieron un control absoluto de la carrera: "La etapa era dura porque tenía muchos puertos y teníamos que controlar el recorrido. Por eso enviamos hacia adelante a Patrocinio Jiménez, por si me hacía falta su apoyo si se desencadenase la ofensiva. Afortunadamente, todos los rivales han llegado muy tocados a todas las cimas montañosas y no ha existido intranquilidad para mí".
Herrera se ve ya cada vez más vencedor de la Vuelta, pero continúa sin asegurar su triunfo. "Todavía van a atacarme", repite insistentemente, aunque ayer comprobara cómo todos arrojaban la toalla a sus pies en las proximidades de la meta. No, obstante, Herrera aún mantiene cierta reserva ante la última etapa, totalmente llana.
