De la Madrid reconoce que no tiene "recursos suficientes" para hacer frente a la tragedia
El presidente de México, Miguel de la Madrid, en una alocución televisada en la noche del viernes, tras él segundo terremoto, reconoció que su país no tenía "recursos suficientes para atender al siniestro con rapidez y eficiencia". El dirigente mexicano afirmó que "la tragedia del seísmo es una de las más graves de la historia" del país."La tarea todavía no está cumplida ( ... ), salvar vidas humanas es la prioridad y todavía queda gente atrapada entre los escombros", dijo De la Madrid. Agregó, sin embargo, en tono firme, que, pese a la magnitud de la catástrofe, "la ciudad de México no está arrasada y está volviendo a la normalidad".
De la Madrid explicó que quiso dirigirse al pueblo mexicano en estos momentos de angustia para compartir el luto y la tristeza" que invade a todo el país y quiso dar su pésame a quien haya perdido a alguien querido. "Quiero enaltecer también las muestras de solidaridad entre y hacia nosotros", afirmó.
El jefe de Estado mexicano hizo también referencia al segundo terremoto, registrado en la noche del pasado viernes en la capital federal, y dijo que lo vivió en pleno centro de la ciudad, cuando realizaba su cuarto recorrido de supervisión de los trabajos de auxilio y rescate. "Pude ver cómo la gente se lanzaba a la calle con auténtico terror ( ... ). Afortunadamente, sus efectos son mucho menores de los producidos por el seísmo del pasado jueves, aunque sigue. provocando incertidumbre", comentó De la Madrid.
Asimismo, reconoció la labor realizada por los medios de comunicación que transmiten noticias a su país y al mundo. "Quiero hacer un reconocimiento a los medios de comunicación social por la forma responsable y madura con la que han estado informando a la población y al mundo de nuestra situación", manifestó el primer dirigente de aquel país. Finalmente, agradeció las contribuciones mundiales y afirmó que su Gobierno estaba estudiando cuáles eran las necesidades más urgentes para, de esa forma, canalizar la numerosa ayuda internacional.
