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El mudéjar toledano

Un paseo por las huellas de ocho siglos de civilización

Lo hicieron los musulmanes sometidos por encargo de los nuevos señores. Con sus técnicas depuradísimas y unos modelos varios y mezclados levantaron iglesias, conventos y, palacios a mayor gloria de un Alá encubierto en las formas del Dios cristiano. Eran, sin duda, los mejores. Conseguían milagros utilizando tan sólo materiales pobres y perecederos: tierra cocida y maderas trabajadas. Con ladrillos y azulejos levantaron muros, cubrieron bóvedas y remataron torres. El resultado es ese arte mudéjar (de mudayyn, sometido) diseminado por toda España que marcará para siempre nuestras formas estilísticas.Toledo, como no podía ser Menos, fue uno de los más influyentes focos de esta modalidad, arquitectónica. Nada ' más ser conquistada, eclesiásticos y nobles solicitan los servicios de los alarifes locales para establecer en la ciudad sus nuevas residencias. En muchos casos son las antiguas construcciones, moras las que constituirán la base. Las mezquitas se transforman en iglesias añadiéndoles el necesario ábside. Los grandes espacios cuadrados dirigidos a La Meca se cubren de bóvedas estrelladas y de magníficos artesonados. El Cristo de la Luz es quizá el ejemplo más significativo. Pero existen muchos más. Los conventos de Santa Isabel de los Reyes y de Santo Domingo el Real; el de la Concepción Franciscana, las iglesias de San Miguel, San Román, Santa Fe, Santiago del Arrabal, Santa Leocadía y San Andrés Las yeserías de los santos Justo y Pastor, la decoración del palacio de Fuensalida, los elementos mudéjares del palacio del rey don Pedro. Todas fueron obras anteriores al siglo XV, levantadas en un tiempo en que la convivencia entre las dos poblaciones -musulmana y cristiana- era una realidad contante y sonante. Mención aparte merecen las construcciones levantadas por la com unidad judía, sin duda la más fuerte económicamente. Las, sinagogas de Sapta María la Blanca y del Tránsito siguen siendo hoy ejemplos depuradísimos de las técnicas mudéjares ail servicio de las modas orientales.

CON GUÍAS, MEJOR

Para seguir con un mínimo fundamento el itinerario propuesto, una buena guía se convierte en necesidad. De gran interés son las páginas de Bécquer sobre Toledo de la Historia de los templos de España, y llenas de documentación y leyendas muy al gusto de la época. Magnífica la guía de la colección Aries dedicada a la ciudad. Como remedio sustitutivo, la Guía secreta, de Carlos Pascual.

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