Nocioni: “Quiero despedirme ganando”

El palco de honor del Santiago Bernabéu se quedó pequeño para rendir tributo a Andrés Nocioni. A tres meses para el final de la temporada, el Chapu oficializó la retirada anunciada, a través de una emotiva y genuina carta, este lunes. La dimensión del cariño recibido desde ese momento ha estado a la altura del carácter, el empeño y la pasión de la carrera del jugador argentino. ‘El alma dentro del alma. Ni más ni menos que eso’, como le describen en su país. Familia, compañeros, entrenadores, veteranos y aficionados le arroparon en un sentido reconocimiento a su figura. "Nunca me vi apurando hasta el final. Es un placer y fue un placer todo lo vivido. Fui solo un jugador de baloncesto e hice todo lo que tenía que hacer. Es lo que hice toda la vida", contó el protagonista señalando su vitrina de títulos.

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“Hablo con el corazón porque confío mucho en él. Me trajo hasta aquí”, contó el Chapu en el inicio de su relato, dedicado a su mujer, Paula, y a sus hijos. “No creí que podía haber un homenaje de esta magnitud para mí. Quiero dar las gracias al Madrid, a mi equipo por perderse la tarde libre para venir a acompañarme, a todos los que han estado junto a mí, al Baskonia, que me hizo darme cuenta de lo que es ser un profesional y me dio la madurez justa, a los Chicago Bulls por darme la oportunidad de jugar en la NBA, y al Madrid, otra vez, por dejarme ser El Chapu. Me dejaron plasmar dentro de la cancha lo que soy y por eso me voy con la paz y el orgullo de haberlo conseguido. En los meses que quedan daré lo mejor, pero lo dejó porque me vacié” expresó Nocioni, que dedicó un aparte a la Generación Dorada de Argentina. “Compartí un equipo con amigos. No es fácil en este mundo. Todos dejamos de lado los egoísmos por una camiseta”, prosiguió en su larga lista de agradecimiento. “Acá termina el camino. Pero ojo, quedan tres meses todavía. No se me han ido las ganas de ganar. Quiero ganar una Euroliga y una Liga más, no por mi palmarés, sino porque me lo pasé muy bien con ustedes”, lanzó a sus compañeros. “Quiero despedirme ganando, abrazados y festejando”, ambicionó. “Perdón por alargarme. Soy argentino. Lo tienen que entender”, remató antes de atender las preguntas de los medios.

"Siempre sentí algo en el pecho que me fue marcando cuándo y cómo tomar las decisiones. Hace tiempo que sentía algo en el pecho que me decía que tenía que parar, que ya está. Creo que es una buena decisión. Me siento bien conmigo mismo tras tomarla. Mi corazón me dio la aprobación. He jugado como he vivido, he hecho las cosas con pasión, me levanté cada día pensando en jugar al baloncesto...Técnicamente hay muchos jugadores con más calidad y talento, pero yo tengo algo dentro que me hizo llegar lejos y que ahora me dice que tengo que dar un paso al costado. Dejo de ser jugador, ¡dentro de tres meses! aclaro. Me siento tranquilo. Gané todo lo que pude. Me gustó jugar en todas las canchas del mundo. Ahora quiero ayudar a transmitir lo que siento. Ayudar a los jóvenes, enseñarles las cosas vividas. Agradezco al Madrid por querer que siga en esta institución, pero quiero relajarme y mirar hacia atrás. No creo que sea entrenador, pero sí me veo en algún trabajo paralelo", contó antes de la sesión de fotos que cerró el acto.

“Ha tenido una carrera honesta, ejemplar y espectacular. Ha interpretado a la perfección todos los códigos de nuestro club y se ha ganado el cariño de todos. Para Nocioni no ha existido nunca el dolor”, reconoció Florentino Pérez. “Eres una de nuestras leyendas. Eres un ejemplo del ansia de victoria. Hay tristeza porque comienza tu despedida, pero sentimos orgullo por todo lo que nos has dado. Tenías que haber llegado antes al Real Madrid. Te echaremos de menos”, completó el presidente madridista.

Tres Copas, dos Ligas, una Supercopa, una Intercontinental y una Euroliga presidían la escenografía preparada para homenajear el intenso recorrido de Nocioni en el Real Madrid. Ocho títulos conquistados en dos temporadas y media. “Tiene todo lo que no se entrena”, resume Pablo Laso cuando habla del Chapu. A los 35 años y en su enésima demostración de personalidad, el argentino no tardó en convertirse en ídolo del madridismo coronándose con una Final Four impecable, la de 2015, que acabó con 20 años de espera, obsesión y tribulaciones en el club. Llegó a Madrid para eso.

“Me quería poner en una situación así. Quería disputar una Final Four porque siempre me pareció un torneo emocionante, de mucha adrenalina. Una situación que te pone a prueba para controlar el carácter, las emociones y los nervios en busca del título. Nunca había vivido algo así y mereció la pena. No sé si se me fichó como un especialista. Vine a darle algo distinto al equipo y todos sabían lo que podía dar. Tengo una marca registrada y no voy a cambiarla ahora. En este equipo ya sobraba talento desde hace años, yo trato de dar otras cosas”, analizaba El Chapu tras la conquista de La Novena resumiendo su viaje. Ante el Fenerbahçe, en aquella semifinal, 12 puntos, seis rebotes, siete faltas recibidas, 18 de valoración y un marcaje de museo a Nemanja Bjelica. Ante Olympiacos en la final, 12 puntos, siete rebotes, dos tapones, otros 18 de valoración y un majestuoso ejercicio de espíritu canchero. El resultado, un MVP por aclamación popular. Por dar al Madrid el factor diferencial que necesitaba para hormigonar la apuesta fantasista de Laso. Las fotos de aquella conquista presidían su homenaje.

"Dejo el basket de la manera en la que yo quiero dejarlo: compitiendo en el más alto nivel de Europa y en un club de máxima jerarquía mundial", explicaba en su sentida carta de despedida. Aún le quedan tres meses de temporada para “robar alguna red más” que complete un palmarés memorable, en sus clubes y con la Generación Dorada de Argentina.