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Benzema, cuestión de Estado

El debate sobre la presencia del jugador en la Eurocopa abre una crisis política en Francia

Valbuena y Benzema en un partido de 2014.
Valbuena y Benzema en un partido de 2014.LAHALLE PIERRE (CORDON)

El caso Benzema divide a toda Francia e incluso a sus políticos más destacados. A falta de un poco más de dos meses para la Eurocopa, la situación judicial y deportiva del futbolista del Real Madrid está desembocando en una inesperada crisis política entre el presidente François Hollande y el primer ministro Manuel Valls, que se enfrentan sobre el posible regreso del delantero francés con la selección de Didier Deschamps para el gran torneo continental que Francia organiza entre el 10 de junio y el 10 de julio.

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Hollande refrenda la postura de la federación, que pretende rehabilitar al jugador en el combinado bleu a pesar de su imputación por un caso de chantaje sexual cuando Valls aboga por apartarle de la selección debido a sus recientes encontronazos con la justicia francesa. El enfrentamiento cobró tan trascendencia mediática en los últimos días que el diario de referencia Le Monde terminó por calificar la situación política que rodea a Karim Benzema de “asunto de Estado” en una información que publicó en su edición de fin de semana.

El presidente francés es amigo desde hace tiempo del actual presidente de la federación, Noël Le Graët, con el que comparte su pasión por el fútbol y sus opiniones políticas. Le Graët milita también en el partido socialista. Fue alcalde entre 1995 y 2008 de Guingamp, con 7.000 habitantes en Bretaña y un equipo en Ligue 1, la primera categoría. Hollande, que era partidario de la máxima dureza con el madridista cuando estalló el escándalo a finales de año pasado, suavizó su postura tras mantener varias conversaciones telefónicas con Le Graët, según cuenta Le Monde. Le Graët llegó a decir en una reciente reunión del comité ejecutivo de la federación que tenía el apoyo del jefe de Estado. “El presidente está informado y está conmigo”, declaró, según el diario Libération.

El presidente de la federación es un conocido defensor de Benzema, en el que admira la trayectoria personal de un chico humilde de un suburbio de Lyon. Le Graët se indignó el pasado invierno cuando recibió en las oficinas de la federación una gran cantidad de correos racistas firmados por unos aficionados de la selección después de que un juez vinculara el nombre de Benzema, de origen argelino, con un caso de chantaje sexual a su compañero de equipo Mathieu Valbuena.

La mejor arma ofensiva

Karim Benzema está imputado desde el pasado 5 de noviembre por complicidad en una tentativa de chantaje y participación en un grupo de malhechores. La federación le apartó de la selección de forma cautelar un mes después, el 10 de diciembre, pero desde entonces ha emprendido una campaña mediática para reincorporarle al combinado bleu. Le Graët y el propio Deschamps consideran al jugador su mejor arma ofensiva para conquistar la Eurocopa. Le Graët fijó a Deschamps el objetivo de llegar como mínimo a las semifinales del torneo.

Una decisión judicial dio vía libre el pasado 11 de marzo para que Benzema vuelva a formar parte de la selección al levantar el control judicial que pesaba sobre él y que le prohibía entrar en contacto con Valbuena, pero la federación ha preferido mantenerle la sanción al menos hasta el 15 de abril, momento en el que Le Graët dijo que indultará o condenará de forma definitiva al jugador con el fin de facilitar el trabajo a Deschamps para que entregue la lista de los 23 futbolistas que disputarán la Eurocopa.

El dictamen de la Corte de Apelación supuso la chispa que encendió el debate político. El ministro de Deportes, Patrick Kanner, fue el primero en oponerse al regreso del madridista al apelar a la deontología de cualquier futbolista que viste los colores de Francia. Kanner citó el código de deontología que rige la vida interna de la selección gala en el campamento base de Clairefontaine desde los escándalos que afectaron a la imagen de la campeona del mundo en 1998 y bicampeona de Europa en 1984 y 2000, con el motín de los jugadores en Sudáfrica 2010 y el caso Zahia por el que Benzema fue finalmente absuelto.

Valls, por su parte, reprochó la supuesta falta de ejemplaridad de Benzema. Sus críticas despertaron la ira del propio jugador, del sindicato francés de los futbolistas profesionales y más recientemente del nuevo abogado del madridista, Eric Dupont-Moretti, que denunció la injerencia de los políticos franceses en un caso judicial cuya investigación no ha terminado, según recordó, y por el que Benzema debe beneficiarse de la presunción de inocencia.

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