El número final de objetos robados del Museo Egipcio de El Cairo asciende a 54
El depuesto Zahi Hawass asegura que seguirá luchando por el patrimonio de su país
Un verdadero drama. El Consejo Superior de Antigüedades de Egipto (CSA) ha hecho pública por fin la lista definitiva de las piezas desaparecidas del Museo Egipcio de El Cairo tras el asalto del pasado 28 de enero durante las protestas contra el régimen de Mubarak.
En total son 54 los objetos que el CSA detalla, entre ellos algunos de los que ya se había informado pero también muchos otros cuya pérdida había sido hasta ahora inexplicablemente ignorada. La nueva relación -para echarse a llorar- confirma que durante mucho tiempo se ha tratado de minimizar el daño patrimonial causado por el asalto. La egiptóloga Susana Alegre ha recalcado a este diario al conocer la noticia que muchos de los objetos desaparecidos son muy fáciles de colocar en el mercado ilícito de antigüedades y que algunos podrían ser objeto de fragmentación para venderlos mejor. "¡Y esto solo en el museo de El Cairo, temo cuando aparezca la lista de lo saqueado en el conjunto de Egipto!", ha exclamado. El inventario ha sido hecho llegar a la UNESCO y a todas las instancias internacionales que pueden ayudar a recuperar los objetos. Son todo obras catalogadas por el museo así que no pueden tener cauce legal alguno para su venta o exhibición.
Entre las obras de la lista figuran las siguientes de la tumba de Tutankamón: la estatuilla del faraón esgrimiendo un arpón que los asaltantes rompieron y de la que sólo quedan el brazo con el arpón, los pies y un lazo que el rey portaba en la mano izquierda; otra figurita del faraón portando la corona roja, la del mismo monarca momificado que cargaba la diosa Menkaret (el conjunto fue roto, la diosa se conserva), un ornamentado abanico de madera dorada y una trompeta de bronce con mango de madera. De las otras dos colecciones de incalculable valor del museo que fueron víctima de los saqueadores, la de Amarna y la de los enterramientos de Yuya y Tuya, han desaparecido, según la lista final, una estatuilla de caliza inacabada de Nefertiti llevando una ofrenda, dos de sendas princesas amarnianas en granito rojo una y la otra en cuarcita, y una cabeza de cuarcita de otra princesa; ocho ushabtis -figuritas funerarias- del ajuar de Yuya, en madera, ebonita o calcita, y dos de Tuya.
Entre el resto del material desaparecido, figuritas de bronce de Anubis, Bastet, Hapi, Onuris, Osiris, Sobek, Harpócrates y el buey Apis, el mango de un cetro tallado con la figura de la diosa Hat-Mehit, dos falsas barbas de bronce, una figurita en esteatita de Bes, otra de un escriba sentado ante Toth representado en forma de babuino.
Destaca entre lo perdido la figura de caliza pintada de 11centímetros de un hombre sentado. Hay varias piezas de joyería: un brazalete de fayenza, un collar de oro, piedras y fayenza, otro de coral, una cadenita con gotas de oro y figuritas, parte de una faja de lapislázuli de la princesa Merytamun B. También han desaparecido 10 amuletos de fayenza y una placa de terracota en forma de lecho.
Como se ve, material más que suficiente para crear un pequeño (e importante: ¡con piezas del tesoro de Tutankamón y de Amarna!) museo.
El CSA subraya que no cesará en sus esfuerzos por recuperar las piezas hasta que vuelva a reunirlas todas.
Entre tanto, el depuesto ministro de Antigüedades Zahi Hawass reapareció a lo Osiris con una nota dirigida a los participantes en la convención de la UNESCO contra el tráfico de antigüedades que se celebra ayer y hoy en París. Hawass excusa su ausencia (¡) y asegura que continuará haciendo todo lo que esté en su mano para defender el patrimonio de su país.
Babelia
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