China se escuda en los "delitos económicos" para detener a Ai Weiwei
El artista y disidente fue apresado el domingo cuando se disponía a volar a Hong Kong
El Gobierno chino se ha escudado en la acusación de "delitos económicos" para detener al más prominente de sus disidentes: el artista Ai Weiwei. El portavoz del Ministerio de Exteriores Hong Lei se ha limitado a indicar que Ai "está siendo investigado", pero no ha dado detalles sobre su paradero, que sigue siendo desconocido desde que el domingo fuera retenido por la policía cuando se disponía a volar a Hong Kong, la ex colonia británica que, como región administrativa especial de China, goza de mayores libertades civiles.
Dando pábulo a quienes critican la autocracia gobernante en la segunda potencia económica del mundo, Hong Lei ha advertido a la comunidad internacional de que debe "respetar la decisión de China". La declaración del portavoz de Exteriores sobre Ai se ha realizado durante la habitual conferencia de prensa, en la que a la pregunta de un periodista ha dicho: "Por lo que sé, las autoridades de la seguridad pública están investigando a Ai Weiwei, según la ley, bajo la sospecha de delitos económicos".
Ai Weiwei, de 53 años, que actualmente expone en la galería londinense Tate Modern sus famosas Semillas de girasol, fue el asesor artístico del estadio olímpico de Pekín, conocido como El Nido de Pájaro. El domingo, después de su detención en el aeropuerto, la policía registró su estudio de Pekín y se llevó ordenadores y diversos artículos y documentos. Además, su sobrino y algunos de sus empleados fueron llevados a dependencias policiales e interrogados. Wen Tao, periodista y amigo de Ai Weiwei también fue detenido el domingo y desde entonces ninguna autoridad ha informado sobre su suerte.
Poco antes de la declaración del portavoz de Exteriores, la agencia oficial Xinhua había informado sobre la apertura de una investigación a Ai Weiwei, pero tampoco ha dado detalles sobre donde está siendo interrogado el artista o adonde se le ha enviado. "Esto no tiene nada que ver con los derechos humanos o la libertad de expresión", ha señalado Hong Lei, tras afirmar que "China es un país regido por la ley y actuará conforme a la ley".
"La acusación de delitos económicos es absurda porque la manera en que fue retenido y su posterior desaparición muestran que no hay nada de eso", ha dicho Gao Ge, la hermana mayor de Weiwei. "Más parece el comportamiento de una banda de criminales que el de un país con leyes", añadió, informa Reuters.
Cuando han preguntado al portavoz ministerial por qué no se ha notificado a la familia la detención ni se le ha entregado ninguna orden formal de arresto ni se ha contactado con los abogados de Ai después de haber pasado más de 48 horas desde que le retuvo la policía, el portavoz ha indicado que no tenía información al respecto. Al hacer pública la acusación de los supuestos "delitos económicos", el Gobierno chino pretende tildar al activista de delincuente común y dar a entender que su detención no obedece a motivaciones políticas.
Alemania, Reino Unido y Estados Unidos han exigido estos días la "inmediata liberación" del artista y activista de derechos humanos. En diciembre pasado, el Gobierno chino comunicó a Ai que no podía salir del país. Pretendía con esta decisión evitar que el activista viajara a Oslo a recoger el premio Nobel de la Paz concedido a su amigo y también disidente Liu Xiaobo, detenido en diciembre de 2008 por ser uno de los firmantes e impulsores de la Carta 08 -manifesto que promueve la reforma política y la democratización de China- y condenado formalmente al diciembre siguiente a 11 años de cárcel.
Las revueltas en los países árabes y los llamamientos anónimos a través de Internet a una 'revolución del jazmín' en China han desatado el nerviosismo del régimen, que ha detenido a decenas de activistas de derechos humanos, abogados, blogueros y otros defensores de la democratización de China. La represión desde la concesión del Nobel a Liu se ha agravado considerablemente. El estudio de Ai en Shanghai fue destruido el pasado febrero.
En los últimos años, el artista, considerado uno de los 'príncipes' -los hijos de los fundadores de la China comunista-, ha sido muy crítico con el Gobierno. "La sociedad china actual no tiene moral ni juicio propio y la gente no está acostumbrada a asumir su responsabilidad", ha declarado Ai Weiwei, hijo del poeta Ai Qing, que en 1949 se encontraba junto a Mao Zedong cuando este proclamó en la plaza de Tiananmen la fundación de la República Popular. Posteriormente, como la mayoría de los grandes intelectuales chinos, Ai Qing fue acusado de derechista y desterrado a los confines del país, primero al noreste y luego al noroeste, a la región musulmana de Xinjiang.
El diario en inglés Global Times, uno de los órganos de difusión del Partido Comunista Chino, en su editorial del jueves criticó al artista: "Ai Weiwei probablemente entiende que haciendo siempre lo que le place, atreviéndose a hacer lo que otros no se atreven, sobrepasa frecuentemente las líneas rojas de la ley china". Le advertía que algún día tenía que toparse con la frontera y "pagar algún precio por sus elecciones personales". Finalmente concluía que "la ley no cederá ante disidentes sólo por las críticas de los medios occidentales".
La madre del artista, Gao Ying, expresó el jueves su temor a que el Gobierno estuviera amañando un proceso contra su hijo por su actitud crítica contra el régimen.
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