La patata más caliente para el nuevo Constitucional
La Sala Segunda del alto tribunal, con tres magistrados elegidos a propuesta del PSOE y tres del PP, debe resolver antes del viernes si Bildu se presenta el 22-M
El Tribunal Supremo ha dictado su anunciada sentencia contra Bildu, una coalición electoral formada por dos partidos legales, Eusko Alkartasuna y Alternatiba, contaminada supuestamente por formar candidaturas para el 22-M con independientes amparados por la antigua Batasuna.
"Bildu", ha resuelto el Supremo, "ha sido auspiciada por ETA.
Los magistrados, fundamentalmente los de tendencia conservadora que fueron colocados en su día a propuesta de la mayoría del Poder Judicial elegida por el PP, se han impuesto en la Sala Especial encargada de dirimir estas cuestiones a los progresistas, elevados a ese puesto por los vocales propuestos por el PSOE, que entendieron en su día que Sortu, la marca auspiciada por Batasuna, era legal, y que consideraron ayer que Bildu reunía las condiciones para comparecer en las elecciones del 22 de mayo.
Los magistrados conservadores del Supremo no se han creído que Sortu y Bildu rechazan la violencia terrorista y han roto con ETA. Para fortalecer sus creencias, esos magistrados se han basado en informes de la policía y de la Guardia Civil que interpretan la creación de Sortu y el impulso de Bildu como dos estrategias diseñadas en su día por la banda terrorista, según demostrarían algunos documentos incautados a ETA en los últimos tiempos.
Así las cosas, ningún pronunciamiento público o por escrito, como en el caso de los estatutos de Bildu donde se rechaza la violencia terrorista y a ETA, sirve para levantar el veto a que la izquierda abertzale pueda comparecer en unas elecciones. Siempre estará ETA detrás.
En el Supremo se escucharon siete voces contra nueve a favor de la inscripción de Sortu como partido político. Y ayer, seis de esas siete voces mantuvieron que había que autorizar a Bildu a presentarse a las elecciones del 22-M porque de lo contrario se vulnerarían derechos fundamentales de dos formaciones políticas como Eusko Alkartasuna y Alternatiba, cuya legalidad nadie ha cuestionado.
El dilema llega ahora al Tribunal Constitucional que deberá decidir en un tiempo récord (apenas tres días) una cuestión crucial para los resultados de las próximas elecciones municipales en Navarra y Euskadi así como de los comicios forales vascos.
La Sala Segunda del Tribunal Constitucional será la encargada de resolver esta cuestión electoral mayor. El nuevo Constitucional, renovado hace apenas dos meses, se compone ahora de siete magistrados elegidos a propuesta del PSOE y cuatro del PP (hay una vacante conservadora por fallecimiento desde hace varios años aún no cubierta).
Esa mayoría holgada progresista en el Tribunal no tiene reflejo en la sala encargada de dirimir el más que probable recurso de Bildu contra la decisión del Supremo. En la sala Segunda hay tres magistrados de tendencia progresista y otros tres de tendencia conservadora.
De estos seis encargados de dirimir el futuro de Bildu, hay tres recién elegidos (dos conservadores y un progresista) y tres antiguos (dos progresistas y un conservador). En caso de empate, la jurisprudencia es confusa. Hay quien defiende que el voto del magistrado que preside esa sala vale doble (en este caso sería el de Eugeni Gay Montalvo, elegido con el apoyo del PSOE) y otros que sostienen que en ese caso hay que avocar la decisión a pleno (con los 11 magistrados que componen el Tribunal). En ese caso, predomina el sector progresista, lo que daría alguna oportunidad a Bildu si se reproducen las tendencias de voto observadas en el Supremo.
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