El pacto de estabilidad del PSOE con el PNV supera los primeros escollos

Un total de 396 votaciones en dos días sin el más mínimo tropiezo o sobresalto para el Gobierno. Los Presupuestos Generales del Estado para 2010 salieron ayer del Congreso de los Diputados con extrema placidez: el pacto de estabilidad firmado por el PSOE con el PNV y Coalición Canaria funciona a pleno rendimiento.

La tramitación de las cuentas ha sido la demostración de que ese acuerdo ha supuesto el inicio de una legislatura completamente distinta y la constatación de que nada queda de los tiempos de la geometría variable.

Incluso superó algún escollo incómodo, como la votación de varias enmiendas que censuraban la congelación de las pensiones. El PNV y CC, que con anterioridad habían votado en contra de esa medida media docena de veces, pasaron por el trance de rectificar y unir su voto al del PSOE.

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Y, según fuentes socialistas, ni siquiera hubo la más mínima gestión que hacer o el más mínimo amago de presión por parte de sus nuevos socios, persuadidos de que el acuerdo incluía ese punto para zanjar así definitivamente un flanco débil del Gobierno desde el pasado mes de mayo.

El portavoz del PNV, Josu Erkoreka, volvió a asegurar ayer públicamente que su partido no está de acuerdo con la congelación de las pensiones, pero concluyó que el pacto global les obliga a votar con los socialistas.

En el último trámite del Pleno, el PNV arrancó aún un crédito de 50 millones de euros para subvencionar a las pymes industriales.

El dictamen de los Presupuestos del próximo año recibió 177 votos a favor (169 del PSOE, seis del PNV y dos de CC), 168 en contra y dos abstenciones.

Las cuentas públicas inician ahora el trámite en el Senado con la duda de si CiU unirá sus votos a los del PP para ejercer el veto. En principio, los nacionalistas catalanes aseguran que lo coherente sería hacerlo, puesto que se opusieron al proyecto en el debate de totalidad. Sin embargo, fuentes del Gobierno y del PSOE aseguran que, como la decisión final no la tomará CiU hasta después de las elecciones catalanas del 28 de noviembre, en ese momento el escenario cambiará y los nacionalistas catalanes podrían incluso incorporarse al pacto y reforzar aún más la estabilidad del Ejecutivo.

La vicepresidenta segunda, Elena Salgado, y el portavoz parlamentario socialista, José Antonio Alonso, visiblemente satisfechos, sacaron pecho e hicieron exhibición de estabilidad política al término de las votaciones. "Una vez más, la responsabilidad, el sentido de Estado y el de país han estado en partidos nacionalistas como el PNV y CC, y no en el PP, que sigue creyendo que, cuanto peor vayan las cosas, mejor les irá a ellos", aseguraron fuentes de La Moncloa.

En paralelo, ayer se reunió por primera vez la comisión PNV-PSOE de seguimiento del acuerdo, y las dos partes constataron que se mantiene el calendario pactado. "Se cumple de un modo satisfactorio", aseguró Erkoreka tras la reunión.

El PSOE y el PNV se fijaron ayer como prioridad culminar antes de final de año el traspaso de la Inspección de Trabajo al Gobierno vasco, que podría realizarse así a principios de 2011.

Alonso y Erkoreka presiden esa comisión bilateral, en la que también están presentes el secretario general del Grupo Socialista, Eduardo Madina; el diputado vasco José María Benegas; el secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías; los diputados del PNV Aitor Esteban y Emilio Olabarria; y el dirigente nacionalista Iñaki Goikoetxea.

En este clima de recién estrenada estabilidad parlamentaria, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero comparece hoy en el Pleno para debatir sobre el desempleo. Es la primera vez en esta legislatura en que participa en uno de estos debates, que siempre resultan incómodos y broncos, sin estar formalmente solo frente al resto de grupos parlamentarios.