La lluvia barre más de la mitad de la contaminación en Madrid
No han sido los políticos sino la lluvia la que ha acabado con el prolongado episodio de contaminación en la capital.- Meteorología espera la llegada de otra borrasca el martes
Como era previsible, no han sido los políticos, sino la lluvia la que ha acabado con el prolongado episodio de contaminación que ha vivido Madrid durante dos semanas. El anticiclón se despejó ayer con las precipitaciones que cayeron sobre la capital. No fueron intensas, pero sirvieron para limpiar. La Agencia Estatal de Meteorología prevé que mañana vuelva a llover. La ciudad ha notado el cambio, que se traduce en un mapa de la red de calidad del aire (Sistema municipal de Vigilancia de Calidad del Aire) con todos sus puntos en verde, es decir, con niveles razonables de contaminación. Con datos de las 13.00 horas, la media de dióxido de nitrógeno en las 24 estaciones de la red está en 24 microgramos por metro cúbico.
Los niveles de dióxido de nitrógeno, un gas irritante de las vías respiratorias que producen principalmente los vehículos de motor, descendieron anoche a la mitad o más de lo que había sido habitual en estos últimos días. A las 21.00 horas, la media de las 24 estaciones marcaba 44 microgramos por metro cúbico. La diferencia con los peores días de boina fue notable. El día 3, a la misma hora, la media de la red marcó 140. El día 9 llegó a 161, con picos altísimos, ya que seis estaciones rebasaron los 200. Madrid registró 44 en 2010, con lo que ayer a primera hora de la noche la situación estaba en la media del año pasado.
El miércoles, otra borrasca
La mejora de la calidad del aire se notó ayer también con las partículas en suspensión. A las nueve de la noche, la media de la red era de cinco microgramos por metro cúbico. En las últimas dos semanas ha estado en varias ocasiones por encima de los 60, con picos en algunas estaciones de más de 100.
La lluvia empezó a caer a media tarde y, aunque en el centro de Madrid no fue intensa, sirvió para limpiar. La previsión para hoy es que se despide el tiempo casi primaveral de la última semana y hay que sacar de nuevo el paraguas y el abrigo, ya que se volverán a registrar lluvias, frío y nieve en cotas bajas. Se esperan "intervalos nubosos", según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), con posibilidad de precipitaciones débiles y dispersas más probables por la tarde y en la sierra. La cota de nieve baja de los 1.100-1.300 a los 900-1.000 metros durante el día y de madrugada a 600.
Meteorología espera la llegada de otra borrasca el martes por el oeste, que traerá más lluvias y una nueva bajada de las temperaturas. La borrasca descargará especialmente en la zona de la Sierra madrileña, que estará mañana en alerta meteorológica amarilla (la más leve de las tres existentes) ante el riesgo de nevadas que podrían acumular hasta 15 centímetros de nieve durante toda la jornada. La Aemet anuncia ya en su web esta alerta, que en principio no se extenderá al resto de la región ni se prolongará el miércoles. Hacía dos semanas, desde el pasado 30 de enero, que la Comunidad de Madrid no estaba en alerta meteorológica. El miércoles llegará otra borrasca atlántica y las temperaturas seguirán bajas.
Al respecto, Ecologistas en Acción ha reclamado al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que deje de confiar en el viento y en la lluvia para resolver los problemas de contaminación que tiene la ciudad, y elabore unos protocolos de actuación "claros" para reducir y prevenir este problema. "Parece que aquí es más efectivo hacer rogativas a San Eolo, al dios del viento o a la Virgen para que llueva, que reclamar ante nuestros administradores políticas eficaces para reducir la contaminación", ha declarado Paco Segura, portavoz de Ecologistas en Acción.
Entrevistada ayer por Abc, la delegada de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, reiteró su argumento de que los madrileños no están preocupados por la contaminación -"el paro asfixia más", dijo el viernes- y de que "el debate sobre la polución está contaminado electoralmente". "Tenemos unos protocolos de actuación que son más exigentes que la propia ley europea porque queremos prevenir. Hasta que lleguemos a 400 microgramos de dióxido de nitrógeno no existiría una alerta. Sería muy difícil que se produjera una alerta en esta ciudad. Mucho antes de que se alcance, tomamos medidas", manifestó. Botella añadió que en Madrid, "ahora mismo", no se va a cerrar al tráfico. "Si llegara una situación extrema... pero no planteamos que pueda pasar", indicó, al tiempo que insistió en que "la calidad del aire en Madrid es, sin duda, la mejor de su historia".
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