Zapatero repite victoria con más fuerza
El PSOE, con 169 escaños, y el PP con 153, aumentan sus apoyos respecto a 2004 - Descalabro de IU y ERC, mientras los nacionalistas moderados se mantienen
El PSOE ganó ayer las décimas elecciones generales de la democracia y su líder, José Luis Rodríguez Zapatero, revalidó el cargo con buena nota en el examen más difícil. Mariano Rajoy, candidato del PP, fracasó en su segundo intento de lograr la presidencia del Gobierno y seguirá en la oposición pese a mejorar sus resultados de 2004.
Con el 99,96% de los votos escrutados, los socialistas lograban 169 escaños (cinco más que ahora), el 43,64% de apoyos (un punto más) y el mayor número de sufragios de su historia (11.046.781). Los populares avanzaron también cinco escaños (de 148 a 153) y dos puntos (40,12%) sobre 2004. La brecha abierta entre los dos grandes partidos en 2004 (16 escaños) se mantiene intacta, pero el PSOE está ahora más cerca de la mayoría absoluta, El bipartidismo se consolida con más fuerza aún que en las pasadas elecciones, pues ambos partidos ocuparán 322 de los 350 escaños del Congreso, como nunca antes. Es la primera vez en la historia democrática que PP y PSOE ganan en todas las provincias españolas.
IU cosecha los peores resultados de su historia al no llegar al 4%
La ex dirigente socialista Rosa Díez entra en el Congreso con UPyD
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El deseo de Zapatero de lograr una "victoria amplia" se vio recompensado aunque no tanto como hubiera querido el líder socialista. En la próxima legislatura, el Gobierno necesitarán en cada votación el apoyo de al menos siete diputados de otros grupos para sacar adelante las leyes. Tienen a su disposición variadas alternativas para conseguir este número.
Durante toda la jornada, el presidente acarició la idea de una mayoría absoluta con la que soñó durante los 14 días de campaña, pero a las 21.54 de ayer, los dirigentes socialistas la consideraron definitivamente inalcanzable. Fue a esa hora cuando el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, hizo pública la victoria y anuncio un "nuevo periodo de cambio y progreso".
Zapatero, el vencedor del 9-M, salió una hora después, tras recibir la felicitación telefónica de Mariano Rajoy. El presidente hizo entonces su primer anuncio de intenciones: "Quiero abrir una etapa que huya de la confrontación y busque el acuerdo en los asuntos de Estado. Lo que hemos hecho bien, lo seguiremos haciendo. Y corregiremos los errores. Gobernaré para todos, pero pensando antes que nadie en los que no tienen de todo".
En el PP, la derrota fue menos amarga que la anunciada por los primeros escrutinios, que apuntaban la mayoría absoluta socialista, aunque el segundo fracaso consecutivo de Rajoy abre un periodo de incertidumbre en la dirección. Toda la estrategia de crispación desplegada durante los cuatro años de mandato socialista no se ha visto respaldada por un apoyo suficiente para recuperar el Gobierno.
El senador Pío García Escudero, jefe de la campaña del PP, compareció a las 22.40 de ayer para hacer el primer reconocimiento oficial de la derrota: "Felicito al PSOE. La victoria es clara y ha ganado en buena lid. Nosotros hemos tenido un gran resultado, una subida muy importante en escaños y en porcentaje de votos. Estamos satisfechos". Rajoy lo festejó unos minutos despues subido al balcón de la calle de Génova, aunque había perdido. El líder del PP se atrevió incluso a dar un brinco de alegría, como le pedían los militantes que, pese a la derrota, le recibieron en la calle al grito de ¡presidente, presidente!. Los mismos simpatizantes regalaron insultos al vencedor: "¡Zapatero, embustero!" mientras Rajoy deseaba "suerte por el bien del España" al presidente del Gobierno. En su discurso, interrumpido por los brincos e insultos al líder socialista, Rajoy se felicitó por lo conseguido dejando su futuro en el aire: "Somos los que más hemos subido. Somos previsibles, estaremos a la altura de las circunstancias y defenderemos, siempre, la unidad de la nación española". Algunos lo interpretaron como el primer amago de despedida.
Los nacionalismos resistieron de manera desigual el envite. Mientras los partidos más moderados, CiU y PNV, mantienen casi intacta su fuerza en el Congreso -los catalanes tendrán 11 escaños, uno más que ahora, y los vascos logran seis, uno menos-, los independentistas de Esquerra Republicana de Cataluña, sufren el peor revés del 9-M al reducir su representación de ocho escaños a sólo tres. Los gallegos del BNG consolidan sus dos diputados mientras que Coalición Canaria retrocede un puesto en el Congreso y Nafarroa Bai conserva su único voto.
En Izquierda Unida, la amenaza de una nueva crisis sonó en su sede central desde que la web oficial del Ministerio del Interior facilitó los primeros datos del escrutinio. La coalición que lidera Gaspar Llamazares registró un porcentaje de apoyo inferior al 4%, el peor de toda su historia.
En el Congreso, IU pasará al grupo mixto al no haber alcanzado los votos y escaños suficientes, perdiendo tres de los cinco diputados que tenía. "Es un mal resultado sin paliativos y asumo toda la responsabilidad", señaló a las 22.43 de ayer Llamazares en su primera intervención pública. Tras reseñar la injusticia del sistema electoral y de la campaña bipartidista, anunció que dejará el cargo de coordinador general de IU en la Asamblea federal que convocará para dentro de unos meses.
La gran novedad del 9-M es el escaño logrado por UPyD en la circunscripción de Madrid, por la que se presentaba Rosa Díez. La ex dirigente socialista logra sentarse en el Congreso con un programa que pone el énfasis en la defensa de la unidad de España.
Los socialistas consiguieron un éxito sonado en el País Vasco: sumaron tantos escaños (nueve) como PNV (seis) y PP (tres) juntos; vencieron en las tres provincias vascas, con el 38% de los votos y también ganarón en Mondragón, el municipio guipuzcoano donde los pistoleros de ETA asesinaron el pasado viernes a Isaías Carrasco, ex concejal del PSE, de 42 años.
En Cataluña, el PSC (25 diputados) logró un resultado histórico con el 45% de los apoyos, 25 puntos más que CiU, la segunda fuerza en esta comunidad. Los socialistas sacaron 18 diputados de diferencia al PP, que perdió las elecciones generales en toda España por sólo 16 escaños.
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