Fría respuesta en el comercio, los ministerios y los juzgados
El seguimiento en las grandes superficies fue del 5%, según la patronal - En la Administración General, no acudió al trabajo el 7,5% de los funcionarios
A las ocho y media de la mañana, en los juzgados de Plaza de Castilla de Madrid todo parecía normal. No había piquetes en la puerta. Las ocho plantas del edificio estaban inundadas de carteles a favor de la huelga, pero los funcionarios iban entrando como cada día a trabajar, algunos, eso sí, un poco más tarde. No se suspendió ningún juicio, salvo algunos que se habían pospuesto anteriormente previendo que los imputados, testigos o abogados, pudieran tener problemas para llegar a los juzgados. Una situación similar se vivió en el resto de órganos judiciales, y lo mismo ocurrió en los ministerios. El sindicato CSI-CSIF (Central Sindical Independiente y de Funcionarios), no había respaldado la huelga.
Amplios despliegues policiales protegieron algunos centros comerciales
En los comercios, la situación fue también tranquila, aunque alguno, como los grandes almacenes El Corte Inglés, estuvieron rodeados de un enorme despliegue policial para evitar incidentes. En el establecimiento de Sevilla, un piquete de unas 200 personas abucheó a los clientes e intentó impedir que se abriera al público.
El secretario general de la CEOE, José María Lacasa, aseguró que abrieron el 95% de los comercios. Las grandes superficies tuvieron una apertura "absolutamente normal" de sus establecimientos y señalaron que solo el 5% o 6% de los empleados secundaron el paro, según datos de la Asociación General de Grandes Empresas de Distribución. La huelga tuvo también escaso eco en los supermercados (entre el 2% y el 4%), según la Asociación de Cadenas de Supermercados.
Fuentes de la Federación Española de Hostelería y Restauración aseguraron que casi el 100% de las cafeterías y bares abrieron sus puertas. La fabricación de pan y su reparto a los puntos de venta se desarrolló con normalidad, según la Confederación Española de Organizaciones de Panadería.
En Madrid, el polígono con mayor presencia de comerciantes chinos permaneció sin ninguna actividad, después de que sus medios informativos recomendaran no abrir los establecimientos.
Los ministerios también trabajaron con normalidad. A las ocho, los funcionarios de Interior fichaban como cada día. El único incidente fue un piquete a primera hora a la entrada de Nuevos Ministerios -inundada de pasquines prohuelga- . El seguimiento del paro fue del 7,52% en la Administración General del Estado, según los datos ofrecidos por el Gobierno -el 23,8% en el total de las empresas públicas- y del 12% en la Administración local. UGT aseguró sin embargo que el seguimiento en la Administración General del Estado fue del 44%. Al igual que los funcionarios de justicia, estos también han tenido su propia huelga hace pocos meses.
La huelga pasó de puntillas por el Tribunal Supremo, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y la Audiencia Nacional. En el Supremo, el seguimiento fue muy escaso. Se celebraron todos los juicios previstos y ningún magistrado la secundó, según un portavoz del alto tribunal. En el CGPJ, un 8,5% de los empleados no fue a su puesto de trabajo (39 de 457), al que sí acudieron todos los vocales.
La sorpresa llegó en la Audiencia Nacional: cuatro magistrados de la Sala de lo Penal siguieron la huelga -Ramón Sáez Valcárcel, Javier Martínez Lázaro y Nicolás Poveda, de la sección primera, y José Ricardo de Prada, de la segunda-. En este tribunal, se celebró con normalidad el único juicio que se había señalado, así como algunos recursos pendientes en la Sala. El de la asamblea de electos vascos Udalbiltza, sin embargo, fue suspendido con anterioridad en previsión de problemas con el transporte.
En los juzgados de Madrid, el seguimiento fue del 11% incluyendo funcionarios y personal laboral de juzgados y tribunales; 8,4% si se cuentan solo los funcionarios. No se suspendieron juicios en los juzgados de lo penal, en los de violencia sobre la mujer ni en los de menores. En la Audiencia Provincial, de los seis juicios previstos se suspendió uno: era una vista con jurado y se temía que no todos sus miembros llegaran.
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