Barones del PSOE temen la ola en contra
Barreda pide a Zapatero una cita del Comité Territorial para coordinarse
El objetivo es vencer el fatalismo que recorre el PSOE y que el fantasma de la derrota de 1995 deje de ser la pesadilla de los candidatos socialistas en los comicios del próximo 22 de mayo. Ese año se celebraron las elecciones locales y regionales en las que se produjo la derrota de los socialistas en autonomías y Ayuntamientos que desde entonces siguen en manos del PP. Como muestra, Madrid y Valencia.
Ahora, los líderes territoriales del PSOE quieren hacer lo imposible para que el declive de la marca socialista en las encuestas nacionales no se lleve por delante la gestión de los Ayuntamientos y comunidades que aún gobiernan, como ocurrió en 1995. La mayoría quiere hacer compatible la reivindicación de su gestión, con la defensa y presencia de José Luis Rodríguez Zapatero en sus campañas.
Los candidatos saben que el PP "solo querrá hablar de Zapatero"
Los líderes tratan de que se juzgue su labor en autonomías y ayuntamientos
Esta estrategia requiere coordinación y debate, demanda la mayoría. El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, dice en alto lo que otros compañeros comparten en privado . Barreda y otros barones reclaman al máximo líder del PSOE que convoque el Comité Territorial, que reúne a los máximos dirigentes territoriales del PSOE, y que coordina el propio Barreda. Echan en falta más implicación de "todos con todos y con el presidente". Quieren ayudar al presidente y, desde luego, ayudarse a sí mismos. La última reunión de este órgano se celebró en julio de 2009. La relación bilateral que Zapatero mantiene con los presidentes territoriales, a quienes atiende siempre que le requieren, según reconocen individualmente, no palía el déficit de debate y coordinación general al que aluden todos ellos. Piden que se les tenga más en cuenta. El trabajo de la cúpula de la ejecutiva federal, con reuniones constantes en Madrid y en sus propias regiones, tampoco sustituye, a decir de la mayoría, la ausencia de un trabajo conjunto. Casi con seguridad este asunto se planteará el próximo sábado en la reunión del comité federal del PSOE, convocado para aprobar las cabeceras de las candidaturas autonómicas y a las alcaldías de ciudades de más de 50.000 habitantes. Esta reunión se produce después del terremoto que recorrió la organización por el triunfo de Tomás Gómez como candidato a la presidencia de Madrid, frente a la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, apoyada por Zapatero y por el núcleo central de la cúpula socialista. También en este comité federal Gómez se dirigirá por primera vez desde su victoria a sus compañeros y a Zapatero. El político madrileño ha coincidido esta semana con Barreda en la defensa de que los mandatos de los candidatos socialistas, incluida la presidencia del Gobierno, se limite a ocho años.
Pero en este comité se hablará sobre todo de las próximas elecciones autonómicas y cómo se sitúa cada cual con respecto a la política nacional y, por tanto, a Zapatero. "Si se juzga la gestión de cada lugar y no el 20% de paro en España, el mapa autonómico y municipal no cambiará mucho", señala un presidente socialista. Desde la ejecutiva federal se señalan con luces de peligro las alcaldías de Sevilla y Barcelona, aunque esta en menor medida. Los socialistas no dan por perdida Castilla-La Mancha y mantienen su expectativa de gobernar en Baleares con pactos, al igual que en las alcaldías de Zaragoza y Vigo. El alcalde de esta ciudad gallega, Abel Caballero, asegura que él y otros muchos alcaldes defenderán y elogiarán al Gobierno porque "el Plan de Zapatero" -en referencia al Plan E- "ha cambiado la faz de las ciudades y los alcaldes lo sabemos bien, también los del PP". Los candidatos saben que frente a su campaña local se encontrarán con el difícil equilibrio de que sus adversarios "solo querrán hablar de Zapatero".
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