La inseguridad jurídica y la presión política frenan las fusiones de cajas
Las injerencias autonómicas, los intereses de consejeros y directivos, el FROB sin aprobar y el poco empuje del supervisor quitan estímulos a las uniones
Buena parte de las cajas son una amalgama pegajosa en la que se entrecruzan los intereses de los políticos, de los consejeros y de los directivos. Con estas características, jugar a mezclarlas, sacarlas de su lugar de origen y diluirlas no puede ser sencillo. La prueba es que desde 2005 se habla de la necesidad de fusiones en las cajas de ahorros y todavía no se ha cerrado casi ninguna operación.
El año pasado parecía que iba a ser el big bang. Desde el Gobierno hasta el gobernador del Banco de España hablaron de los pasos que se debían dar para fusionarlas. Pero nada. "Un año perdido. Ese es el resumen de 2009", asevera con pesimismo José María Martínez, secretario general de la rama financiera de CC OO.
Sólo el 30% de los activos del sector están implicados en fusiones
Hasta ahora hay 23 cajas, sobre un total de 45, implicadas en diferentes procesos de fusión (ver cuadro). De estas operaciones deberían salir nueve cajas más fuertes. La reducción es de 14 entidades. Un dato en línea con lo que avanzó en noviembre Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España.
Sin embargo, las 23 cajas sólo suman el 30% de los activos del sector, lo que demuestra que las implicados no son grandes y que quedan muchos barcos por encontrar puerto, sobre todo en Valencia y Madrid. En los próximos meses llegarán las prisas porque los ingresos financieros caerán alrededor del 20% y habrá dificultades para provisionar la creciente morosidad, apunta Alfonso García, de Analistas Financieras Internacionales (AFI). En su opinión, una de las razones que por las que no se han acelerado los procesos es porque en 2009 se ha ganado más de lo esperado.
Otro motivo que explica el parón es la injerencia política de los comunidades autónomas que han cerrado toda posibilidad de fusiones puras de cajas de distintas regiones, pese a las peticiones de los directivos implicados. Ese tira y afloja entre políticos y profesionales ha retrasado meses algunas operaciones. Al final sólo se permitirán las alianzas a través del Sistema Institucional de Protección (SIP), asociación para compartir recursos y riesgos para ahorrar costes y tener más músculo financiero. Algunos los consideran fusiones cocidas a fuego lento porque no se pueden deshacer. En Andalucía, Galicia, Casitilla y León y Madrid necesitarán autorización previa. "El mantenimiento del poder de los consejeros y ejecutivos ha sido una fuerza anti fusión casi más poderosa que la política", dice un ejecutivo que asesora varios procesos.
Pero el principal freno viene por el temor a que las cajas se conviertan en bancos. Hasta ahora los SIP se han apoyado en la creación de un banco. Juan Ramón Quintás, presidente de la Confederación de Cajas (CECA), considera que este sistema acabará convirtiendo las cajas en bancos. De hecho, la absorción de CCM por Cajastur se ha tenido que basar en un banco, lo ha sido un gran fiasco para el supervisor y los supervisados. La CECA y algunos partidos -como CiU, que tiene una enmienda para presentar en el Congreso-, presionan al Gobierno para que cambie la legislación y los SIP sean "una agrupación de cajas". Pocos creen que lo conseguirán, pero esta posibilidad mete incertidumbre jurídica.
Ordóñez también está entre los causantes del retraso. Tanto Martínez, de CC OO, como Antonio Muñoz, responsable estatal de UGT de cajas, y otros analistas, creen que el gobernador ha sido lento y ha tomado una actitud pasiva. "Debería haber negociado en la sombra con las comunidades y diseñado un mapa de cajas para tratarlo con los directivos... no sólo esperar a valorar las operaciones que le presentan", explican. Los próximos días el mercado apuesta por un SIP de Caja Murcia con Caja Cantabria.
Los sindicalistas también comentan el fiasco del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que aún no cuenta con el visto bueno de Bruselas, pese a que el Gobierno lo aprobó antes del verano. Esta situación produce inseguridad ya que se desconoce si las operaciones serán aprobadas por la UE.
El sector espera el revulsivo de la llegada de Rato a Caja Madrid y las posibles operaciones con las cajas valencianas. Alfonso García coincide con otros analistas en que para junio el sector no estará reestructurado, como dijo Zapatero, sino sólo con las operaciones planteadas.
Economía pide acelerar las operaciones
El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, abogó ayer por que la reestructuración de las cajas de ahorros se haga rápido. "La reestructuración financiera no es urgente, pero sí es importante que se haga cuanto antes para que haya una normalización absoluta del crédito y de abastecimiento de los mercados", subrayó Campa, partidario de que el proceso se lleve a cabo en la primera mitad del año, en una entrevista con Europa Press.
Sobre una reforma de la Ley de Organos Rectores de Cajas de Ahorros (LORCA), como pide la Confederación de Cajas, Campa consideró que debe posponerse hasta finalizado el proceso. En su opinión, la legislación actual no requiere cambios sobre los Sistemas Institucionales de Protección (SIP). Los SIP son una asociación de distintas entidades para unir fuerzas, compartir recursos y al mismo tiempo hacer frente a obligaciones conjuntamente.
Campa consideró oportuno introducir cambios a partir de junio que doten a las cajas de más capital. "Es el problema fundamental", resaltó. "Nos hemos dado cuenta de la dificultad de la cajas para capitalizarse y afrontar una situación como la actual", dijo.
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