Suiza actúa para devaluar el franco y frenar su papel de moneda refugio
El banco central suizo decide atar su divisa a un cambio de 1,20 francos por euro ante el riesgo que supone la sobrevaloración para la economía
La gran industria nacional suiza consiste en ser refugio internacional del dinero. Pero el miedo entre los inversores de todo el mundo ha alcanzado unas dimensiones tales que el refugio ya no da más de sí. La fuerte apreciación del franco suizo ante la entrada de capitales en busca de cobijo ha llevado al Banco Nacional de Suiza (BNS) a actuar por sorpresa para debilitar su moneda atándola a un cambio fijo mínimo de 1,20 francos suizos por euro. La intervención masiva en el mercado, que provocó el desplome del franco, sigue a la realizada por Japón hace semanas, en lo que algunos expertos temen que pueda derivar en una guerra de divisas.
Desde hace semanas, era la solución sugerida más a menudo por especialistas y observadores. Y, finalmente, Suiza decidió aplicar las esperadas medidas en la mañana de ayer. Fue entonces cuando el banco central se lanzó a adoptar una medida que no se planteaba desde 1978, cuando los suizos actuaron frente a la apreciación de su moneda respecto al marco alemán.
La medida despierta el aplauso unánime de empresarios y políticos suizos
El anuncio reaviva los temores a que se desate una guerra de divisas
El BNS comunicó que "no tolerará por más tiempo un tipo de cambio inferior" a 1,20 francos suizos por euro, y que actuará "con toda la determinación necesaria", afirmando incluso que está preparado para "comprar divisas en cantidad ilimitada" para mantener ese límite.
El presidente del banco central suizo, Philipp Hildebrand, admitió que aunque los costes de la medida "podrían ser muy altos", "no hacer nada infligiría casi con seguridad un daño tremendo a largo plazo" a la economía suiza.
El efecto más visible de la intervención, que busca "un debilitamiento sustancial y duradero" de la divisa helvética, fue que el euro subió un 9% frente al franco suizo, hasta situarse algo por encima de 1,20, desde los 1,11 francos por euro de la víspera. En agosto, el franco suizo alcanzó la paridad con la divisa europea. Anteayer, el franco acumulaba una revalorización del 13% frente al euro en lo que va de año. Los cálculos de paridad de poder de compra de la OCDE mostraban una sobrevaloración del franco suizo del 40% frente al euro.
La fuerte revalorización comenzó en 2010, con la llegada masiva de capitales internacionales a Suiza buscando en el franco suizo un valor refugio en estos tiempos de incertidumbre. Ni las compras directas de divisas en el mercado, ni las inyecciones de liquidez y las bajadas de tipos practicadas por la autoridad monetaria suiza fueron capaces de contener la revalorización de la divisa helvética. De hecho, el banco central suizo sufrió pérdidas de 20.000 a 30.000 millones de francos por esas intervenciones en el mercado. Pero el agravamiento de la crisis de la eurozona ha vuelto a impulsar al franco y ha llevado a los bonos suizos a cotizar con rentabilidades ligeramente negativas ante la avalancha de capitales. Incluso tras la medida radical anunciada ayer, el BNS advirtió que "tomará medidas adicionales" si "las perspectivas económicas y los riesgos de deflación así lo exigen".
Los temores a una nueva recesión global han llevado a los inversores a comprar divisas refugio como el franco suizo o el yen japonés. Japón intervino el mes pasado para frenar el alza del yen y Brasil también pretende debilitar su moneda, lo que acentúa el temor a una guerra de divisas, como ya ocurrió en las primeras frases de la crisis financiera. El Banco Central Europeo respondió al anuncio suizo con distancia y frialdad, dejando claro que no se trataba de una decisión coordinada: "El Consejo de Gobierno toma nota de esta decisión, que el Banco Nacional de Suiza ha adoptado bajo su responsabilidad".
Los analistas y expertos suizos saludaron las medidas tomadas por el BNS calificándolas como "decisión valiente" que envía "una señal fuerte a la industria nacional". Una industria exportadora que, al igual que la hostelería o el sector del lujo, vitales para la economía nacional, llevan meses sufriendo de los tipos de cambio actuales. La Bolsa suiza subió el 4,4%, impulsada por colosos como Novartis (6,8%), ABB (4,5%), Roche (4,4%), Swatch (4,3%), Nestlé (3,6%) o Adecco (2,6%). La depreciación del franco favorece especialmente a los exportadores, pero también eleva los beneficios en francos de multinacionales que producen en el exterior y repatrían dividendos.
La televisión suiza destacó en sus informativos de la noche que "todos los partidos políticos comparten un similar entusiasmo" por las medidas adoptadas por el BNS. Por su parte, el consejero federal (ministro) de Finanzas, Johann Schneider-Ammann, se declaró "satisfecho del paso (de imponer la tasa de cambio) que se ha dado". La medida fue saludada igualmente por los medios de comunicación como "el arma atómica" del BNS.
Observadores de los sindicatos y del sector hotelero recordaron que solo un franco a 1,40 puede servir "para proteger a los trabajadores de Suiza" del riesgo de recesión y desempleo en un país que goza, por el momento, de la envidiable tasa de paro del 3%.
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