La Junta deja fuera del debate a la candidata de Ciutadans

La última hora antes del debate estuvo dominada por la incertidumbre acerca de si sería a cinco o a seis. Faltaban 20 minutos para el comienzo cuando se supo que la Junta Electoral Central había decidido que participaran solamente los grupos que tienen representación en el Ayuntamiento de Barcelona. Algo de eso debían de temer los dirigentes del Ciutadans-Partido de la Ciudadanía porque a las diez en punto -cuando empezó el programa- había frente a los estudios de RTVE en Sant Cugat entre 10 y 15 afiliados con una pancarta. Gritaban "¡libertad!, ¡libertad!" y "televisión, manipulación".

Los cinco candidatos que iban a mantener el primer gran debate de las municipales -el segundo se hará el 18 de mayo, en plena campaña, de forma conjunta entre BTV y TV-3- llegaron espaciadamente, sin cruzarse.

El último fue el de ERC, Jordi Portabella, que apareció cuando faltaba menos de media hora para empezar el debate, y el primero el de CiU, Xavier Trias, que llegó con más de una hora de antelación. Todos iban acompañados de jefes de prensa, asesores y algunos concejales de sus respectivos grupos, y fueron acomodados en salas distintas.

La relación entre los cinco candidatos -todos miembros del actual consistorio barcelonés- es relativamente cordial. Son viejos conocidos. El novato en las lides electorales es precisamente el socialista, Jordi Hereu, que sin embargo resulta ser el actual alcalde.

Canapés

Que las relaciones entre ellos sean buenas no impide desde luego que la competencia sea dura. Un ratito después de llegar, Hereu y el primer secretario de la federación socialista de Barcelona, Joan Ferran, se fueron a hacer una visita sorpresa a Trias. "¡Hola, venimos a comeros la moral!", saludó Hereu. "Y los canapés", agregó Ferran.

El presentador del debate, Lorenzo Milà, se fue a la sala de maquillaje para explicar a la candidata de Iniciativa Verds-Esquerra Unida, Imma Mayol, y a Hereu que el debate comenzaría con una pregunta de tipo general, a la que darían respuesta todos los candidatos, a modo de presentación. Lo mismo explicó a los demás candidatos. Les dijo también que iban a estar de pie, ante cinco atriles. Milá daba por sentado que sólo habría cinco candidatos en el debate. El criterio de dar entrada sólo a los grupos que tienen representación en el municipio, argumentaba, es el que siempre se ha utilizado, y sustituirlo por otro plantea no añadir un solo candidato, sino muchos más, con lo que se trataría ya de otro modelo.