La población mayor de 65 años se duplicará antes de 2050

Los mayores de 65 años quieren acabar con esa imagen de la vejez como fuente de necesidades que, en su opinión, es la que domina entre buena parte de la población. Creen que el aumento en la esperanza de vida y su mejor forma física es una oportunidad que no se debe pasar por alto. En esta idea insisten las conclusiones a las que han llegado los grupos de expertos que están trabajando en el Libro Blanco del Envejecimiento Activo, que ayer presentó ante el consejo Andaluz de Mayores la consejera para la Igualdad y el Bienestar Social, Micaela Navarro.

El documento estará listo en mayo y recogerá más de un centenar de medidas que la Junta planteará impulsar en temas de salud, seguridad, educación, intergeneracionalidad y participación. El estudio parte del vuelco demográfico vivido en los últimos años y, sobre todo, del que está por venir. Según los datos aportados ayer por los expertos, la población andaluza mayor de 65 años se ha triplicado en los últimos 50 años y se duplicará en las próximas cuatro décadas. Hoy son ya 1,2 millones, el 14,6% de la población, pero en 2050 representarán el 29% de los habitantes de la comunidad. Entre las cifras llama la atención la feminización del envejecimiento el 16,9% de las mujeres tiene hoy más de 65 años, frente al 12,7% de los hombres. Y la previsión es que la diferencia sea aún mayor en 2050: el 31,9% de las mujeres andaluzas serán mayores de 65, frente al 26,3% de los hombres.

En la elaboración del Libro Blanco del Envejecimiento Activo están colaborando 60 expertos de distintos ámbitos, como la sociología, la medicina, la empresa y las organizaciones sindicales. Su objetivo es abordar las "nuevas necesidades" de la población mayor, según explicó la consejera para la Igualdad y el Bienestar Social. "El envejecimiento de la población requiere nuevas respuestas para que se vea no como un problema, sino como una nueva oportunidad", señaló Navarro, quien definió el envejecimiento demográfico como una "gran conquista social del estado del bienestar".

Entre las conclusiones presentadas ayer, los expertos coinciden con el Gobierno central en que gran parte de la población mayor de 65 años está hoy en condiciones de seguir trabajando y quiere hacerlo. Pero en lugar de plantea una ampliación general de la edad de jubilación a los 67 años, apuestan por limitar la jubilación forzosa, sobre todo, en actividades que son compatibles con la edad y en las que la experiencia pueda ser una ventaja. "Por supuesto la Junta no tiene competencias para esto, pero la idea está ahí", señaló Navarro. Para llevar a la práctica esta medida, las conclusiones elaboradas ahora aluden a trabajos a tiempo parcial en pequeñas y medianas asociaciones de mayores o en centros de día.

Los expertos abogan también seguir extendiendo el uso de las nuevas tecnologías para reducir la brecha tecnológica entre generaciones; regular un fondo para la supresión de barreras arquitectónicas; establecer recomendaciones sobre el tratamiento informativo y publicitario de las personas mayores; construir viviendas accesibles y convertibles en renta libre o protegida; y crear un observatorio del envejecimiento activo que estudie y difunda los datos y las necesidades sobre este sector de la población. "La edad no debe ser el límite para nada en la vida. El límite está en la inquietud y en las circunstancias de cada uno", apuntó Navarro.