Griñán admite que el PP puede ganar si hay una baja participación
"No achantaros, contestad a las mentiras", dice el secretario general del PSOE
Sacar más votos, más concejales y más alcaldías que el Partido Popular es el objetivo electoral del PSOE andaluz en las próximas elecciones municipales del 22 de mayo, pero todo se puede ir al traste si los ciudadanos que siempre han dado su apoyo a los candidatos socialistas le vuelven la espalda y no van a las urnas. El secretario general del PSOE andaluz, José Antonio Griñán, advirtió ayer de este riesgo electoral y admitió que el PP puede ganar en Andalucía si se produce una alta abstención. "La derecha solo puede ganar en Andalucía si la gente desiste del voto, si hay desmovilización", reconoció.
Todos los mensajes lanzados ayer en la clausura de la convención municipal del PSOE fueron dirigidos a espantar el abatimiento que se ha adueñado de los socialistas por múltiples factores: la crisis económica, el caso de los ERE, las encuestas adversas, los ruidos internos de las agrupaciones y lo que el candidato socialista a la alcaldía de Sevilla, Juan Espadas, llamó el "burka mediático de la derecha". No puede decirse que el estado de ánimo de los dirigentes del PSOE atraviese por su mejor momento, por eso para este partido es vital que los que van a dirigir la campaña y los que van a participar en ella crean en sus posibilidades, lo trasladen a las agrupaciones y se lancen a la calle a 62 días del 22-M. Y las convenciones sirven o deben servir para eso.
"La lealtad no es encubrimiento, sino denuncia", dice el líder socialista
Pilar Sánchez recibió el calor de José Blanco, tras la crisis por su lista
El PSOE tiene muy claro que su principal rival es la abstención. Según datos de la dirección federal, hay medio millón de votantes socialistas en Andalucía, el 30% de su electorado, que dice que no va a acudir a los colegios electorales el próximo 22 de mayo, mientras que la fidelización del voto del PP es muy alto. De ahí, que tanto Griñán como el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, y todos los candidatos que participaron en la clausura insistiesen no solo en la cacareada movilización, sino en salir del derrotismo. "No achantaros, combatid las mentiras, como hace mi madre que tiene 87 años", aseguró el secretario general del PSOE andaluz, quien bailó con miembros de la candidatura de la malagueña María Gámez al inicio del acto.
También el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, pidió a los suyos que se movilizaran "con espíritu positivo" y lo trasladaran a la calle. "Es tiempo de venirnos arriba", exclamó el número dos socialista, quien tuvo unas palabras expresas de apoyo a la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, a la que se le ha visto muy apesadumbra durante la convención después de trascender el intento de la dirección provincial de desbancarla de la lista.
Antes que Griñán y Blanco, intervinieron otros candidatos con el mismo mensaje. Parecían como un equipo de baloncesto que va perdiendo por tres canastas abajo a falta de dos minutos. Las primeras palmaditas vino del número dos de la lista de Málaga, el arquitecto Carlos Hernández Pezzi: "Ya está bien de complejos, vamos a quitarnos la cuaresma de la corrupción de encima. ¡Se acabó, si estamos bajos de ánimo esta convención no sirve para nada!".
Le siguió el sevillano Espadas: "¡Vamos a despertarnos! ¿Cómo es posible que las elecciones se conviertan en una causa general contra los socialistas y el socialismo? Vamos a dar la cara".
Como el día anterior, Griñán volvió a hablar del caso de los ERE, desde el primer minuto de su intervención. Y lo hizo para explicar y defender la gestión de la Junta de Andalucía de abrir una investigación interna y de denunciar el caso en el juzgado y también para advertir de la aplicación del código ético del PSOE. "La lealtad partidaria no puede significar encubrimiento sino denuncia", dijo. El presidente andaluz contrapuso esta actitud con la del PP. "La derecha tapa sus casos de corrupción, protege a los corruptos y ese comportamiento no puede ser ni una excusa ni un ejemplo a seguir", enfatizó.
Una solución para el Guadalquivir
Los Gobiernos central y andaluz intentarán hoy buscar una salida a la gestión del Guadalquivir, después de que el Tribunal Constitucional declarase nulo el artículo 51 del Estatuto de Autonomía. Este artículo daba competencias exclusivas a Andalucía sobre las aguas de la cuenca del Guadalquivir que transcurren por su territorio y que no afectan a ninguna otra comunidad.
Los presidentes José Luis Rodríguez Zapatero y José Antonio Griñán mantendrán hoy una reunión en la Moncloa "para buscar fórmulas de gestión compartida", señaló Griñán, de la cuenca hidrográfica en la que participen además de Andalucía, las comunidades de Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia. El 90% de la cuenca es andaluza. El precepto estatutario declarado inconstitucional fue recurrido por la Junta de Extremadura, también gobernada por los socialistas. El alto tribunal entiende que el artículo 51 "fragmentaba" la unidad de gestión de la cuenca y que debe ser el Estado el que debe reservase las competencias para mantener una actuación homogénea.
Se desconoce la salida jurídica que se va a dar para que la participación de Andalucía en la gestión de la cuenca del Guadalquivir sea determinante. En ello trabajan el Ministerio de Medio Ambiente, que dirige Rosa Aguilar, y la Junta de Andalucía. Los dos gobiernos han destacado que una de las fórmulas puede ser el artículo 50 del Estatuto, también recurrido por Extremadura, aunque el Constitucional desestimó la demanda. El artículo 50 otorga a Andalucía "la competencia sobre la participación en la planificación y gestión hidrológica de aprovechamientos hidráulicos intercomunitarios, en los términos previstos en la legislación del Estado".
El próximo jueves, la consejera de la Presidencia, Mar Moreno, comparecerá en la Comisión de Desarrollo Estatutario para informar de la sentencia y de la reunión entre Zapatero y Griñán.
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