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La fusión CAM-Bancaja gana adeptos entre los empresarios de Alicante

La ruptura con Cajamurcia reduce las posibles alianzas de la caja alicantina

Más vale malo conocido que bueno por conocer. El nuevo escenario en el que la CAM debe decidir su futuro en el corto plazo suaviza las reticencias entre los empresarios alicantinos hacia una fusión con Bancaja. La CAM tiene que renunciar a seguir en solitario y han fracasado las negociaciones con Cajamurcia, la opción mejor vista entre los empresarios. Además, las cajas gallegas han logrado una fusión pese a las reticencias iniciales, un camino que algunos ven como ejemplo. En este nuevo contexto, la fusión de las dos grandes cajas valencianas gana adeptos en el mundo económico, sobre todo frente a la integración con Caja Madrid, que alejaría a la CAM de la realidad alicantina de forma definitiva, aunque fuera en un plazo de diez años si la operación que cuajara fuera un SIP o fusión fría. Esta creciente opinión favorable era impensable hace apenas unos meses.

La caja alicantina podría anunciar en los próximos días un acuerdo final

"Lo maravilloso sería que la CAM siguiera en solitario. En caso de fusión, lo perfecto es con una entidad menor para mantener el liderazgo y en el supuesto de una fusión con una caja mayor, mi apuesta es por Bancaja", señaló el contratista Enrique Ortiz. El empresario, con negocios inmobiliarios en ambas cajas, subrayó, no obstante, que la urgencia en el proceso por fusionar la CAM no es buena. "Las cosas hay que meditarlas", puntualizó.

"Creo que la fusión más inteligente y razonable para la Comunidad Valenciana sería la fusión entre nuestras cajas", ahondó otro empresario del sector que prefirió no desvelar su nombre. Pero hay otras voces en la misma línea. El presidente de la Asociación de la Empresa Familiar de Alicante, Gonzalo París, defendió también que "vería más positiva una fusión con Bancaja que con Caja Madrid". Y lo explicó así: "Porque con la primera podríamos hablar de tú a tú y conoce al sector empresarial, mientras que con la otra el empresariado se diluye". París, en cualquier caso, dejó claro que "los empresarios están convencidos de que los órganos de gobierno de la CAM tomarán la decisión más correcta y mejor para los intereses de los empresarios alicantinos".

Esta creciente opinión favorable no evita que ayer tampoco faltara alguna voz empresarial que se siguiera oponiendo de plano a la unión con Bancaja. Ni quien defendiera que esta opción es poco factible por la debilidad del presidente del Consell, Francisco Camps.

Entre los empresarios también hubo quien expresó preocupación por las "prisas" con las que la CAM debe moverse.

En lo que fuera y dentro de la CAM coinciden es en que la operación que cuaje puede producirse durante este mismo mes, sea esta la unión con Caja Madrid, con Bancaja o con varias entidades de menor tamaño.

La claves de un fracaso

La posible fusión entre la CAM y Cajamurcia, al menos en el plano bilateral, está enterrada. Y lo está a pesar de que la Generalitat había cedido en uno de los puntos más delicados: que la sede social de la caja resultante de la fusión estuviera en Murcia. Este punto del preacuerdo entre Camps y Valcárcel no es baladí. La sede social implica dos aspectos clave de la nueva entidad: la legislación por la que se regiría y la fiscalidad. En ambos casos, el beneficiado sería el Gobierno de Murcia, que se quedaría con los impuestos correspondientes y tendría en sus manos la posibilidad de modificar su ley autonómica de cajas en función de sus intereses.

Fuentes de la negociación señalan que Camps mantuvo hasta el final ambos compromisos, con la contrapartida de que se mantuvieran en Alicante la sede operativa y una corporación financiera. Sin embargo, la Generalitat varió su criterio ante el incesante interés del presidente de Cajamurcia, Carlos Egea, por dirigir la nueva entidad con poder ejecutivo, lo que en la práctica le daría una gran autonomía a la hora de hacer y deshacer.

Desde Murcia se mantiene que el lunes la CAM cambió su criterio y pasó la sede social a Alicante y redujo la presidencia de Egea a dos años, según informó ayer Radio Murcia de la Cadena SER. Egea es el hombre fuerte de las finanzas murcianas y clave en las decisiones del Ejecutivo de Valcárcel. "Murcia ha perdido la oportunidad de ser la sede de una gran caja", sentenciaron fuentes de la CAM.

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