La CAM y sus socios se repartirán los beneficios en función de su peso

Caja Mediterráneo (CAM) y sus tres nuevos socios -Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura pondrán todos sus beneficios en común en la nueva entidad y posteriormente se distribuirán en función del peso que cada una tiene en la misma, según consta en el protocolo de acuerdo del Sistema Institucional de Protección (SIP) pactado el lunes.

El protocolo, que ayer respaldó el consejo de administración de la CAM, también incluye un pacto de división del territorio, de forma que las cuatro entidades respetan los "territorios históricos de las demás". En el caso de la CAM, sus territorios históricos serían la Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares, donde las restantes entidades no podrán abrir oficinas y si las tuvieran deberían cambiar el nombre al de CAM. En los territorios no históricos -el ejemplo más claro es Madrid- las oficinas operarán con el nombre de la nueva entidad.

La CAM tiene 71 oficinas en Madrid, una en Asturias, cinco en Cantabria y cinco en Extremadura.

El consejo de administración de Caja Mediterráneo dio ayer por la tarde su visto con el voto en contra de UGT y la abstención de Sicam. UGT se opuso siguiendo una resolución federal de no apoyar un SIP donde la entidad central tuviera forma de banco y ante la inexistencia de un protocolo laboral. Y Sicam esgrimió su postura en la insuficiente información sobre el SIP y sus repercusiones laborales.

La reunión se prolongó durante algo más de dos horas. Hubo muchas preguntas y tanto el presidente de la CAM, Modesto Crespo, como el director general de la entidad, Roberto López, explicaron los detalles de la operación suscrita el lunes.

También ayer, los consejos de las otras tres entidades apoyaron el SIP que creará el tercer grupo financiero de cajas de España. Caja Cantabria y Caja Extremadura lo hicieron por unanimidad. Cajastur también avaló el SIP.La cúpula de la caja explicó los detalles de un protocolo que aún tiene flecos que deberán cerrarse el próximo mes de junio. Pero entre los acuerdos entre partes también está que el banco resultante del SIP tendrá cuatro representantes de la CAM (la caja tiene el 40% de la nueva entidad), uno de ellos el presidente, Modesto Crespo. El consejo se completa con otros cuatro consejeros de Cajastur, dos de Caja Extremadura y otros dos a propuesta de Caja Cantabria.

El aspecto social fue uno de los puntos que más interés despertó entre los consejeros, en especial entre los representantes de los sindicatos. Conscientes del temor de la plantilla a que una fusión conllevara un alto coste social, como era el caso de una eventual unión con Bancaja, el propio Crespo trató de disipar esas dudas: "Estoy convencido de que el acuerdo favorece los intereses de clientes, empleados y la sociedad en general".

Fuentes del consejo explicaron también que la dirección de la caja dio a entender que el acuerdo tampoco influirá en las condiciones de prejubilación que hasta ahora tiene la CAM, ya que se da por hecho que la operación implicará la salida de personal por esta vía.

Por otra parte, ayer continuó el goteo de declaraciones en torno a la CAM en concreto y a las cajas de ahorros en general. La coordinadora general de EU, Marga Sanz, expresó por la mañana en Alicante sus reservas ante las supuestas ventajas que la CAM puede obtener tras el acuerdo de fusión fría con Cajastur, Caja Extremadura, y Caja Cantabria. "Temo que, entre otras cuestiones, la CAM no tenga el privilegio de mandar en el nuevo grupo". Señaló que su apuesta era "por una fusión intraterritorial, en ámbito de la Comunidad Valenciana" y subrayó que el acuerdo tampoco garantiza los empleos "ni el futuro carácter público de la caja".