‘Marriage’: matrimonio a la inglesa

La miniserie de Filmin refleja, con extraordinario realismo, todo lo que subyace bajo la vida confortable de una madura pareja británica

Nicola Walker y Sean Bean en 'Marriage'.

La incomunicación puede estar llena de palabras, pero la que existe entre Ian y Emma está llena de silencios. Llevan 27 años casados y la hija que adoptaron, Jessica, es ya una joven adulta aspirante a cantante que abandonó no hace mucho el hogar. Ellos llevan una vida perfectamente organizada en su confortable adosado en un barrio de las afueras de cualquier ciudad inglesa. Acaban de llegar de unas vacaciones en España y se reincorporan a sus rutinas habituales. ¿Son felices? ...

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La incomunicación puede estar llena de palabras, pero la que existe entre Ian y Emma está llena de silencios. Llevan 27 años casados y la hija que adoptaron, Jessica, es ya una joven adulta aspirante a cantante que abandonó no hace mucho el hogar. Ellos llevan una vida perfectamente organizada en su confortable adosado en un barrio de las afueras de cualquier ciudad inglesa. Acaban de llegar de unas vacaciones en España y se reincorporan a sus rutinas habituales. ¿Son felices? La cuestión no se plantea. Son simplemente una pareja bien avenida que mantiene la vida conyugal a salvo de discusiones y reproches.

Ian acaba de perder su trabajo a una muy mala edad, e intenta llenar el vacío ocupándose de la casa y las compras. No se queja. Al contrario, procura convencerse de las ventajas de tener tiempo libre, pero bajo su sonrisa fluye una corriente subterránea de celos, deseos insatisfechos y agresividad contenida. Emma (una excelente Nicola Walker), algo más joven, parece indiferente a la situación de su marido. Está volcada en su trabajo. Es abogada en un pequeño bufete dirigido por Jamie, un joven jefe tóxico, aunque no mucho más desagradable que varios de los restantes personajes masculinos que la rodean.

Si Ian y Emma se esfuerzan en mantener sobre todo una relación civilizada, la cámara que les filma se comporta como un escáner que nos muestra también el interior del círculo social más íntimo, el familiar. Y nos enseña la crudeza con la que hablan de ellos el padre y el hermano de Emma, y la acritud con la que ellos mismos juzgan a los suyos. “Siempre ha tenido mal gusto con los hombres”, dice Emma de su hija Jessica después de conocer al novio. Sean Bean, famoso por sus apariciones en producciones de éxito y mucha acción —El señor de los anillos y Juego de tronos, entre ellas—, resulta particularmente vulnerable en el papel de Ian. Un hombre perdido al que vemos tan necesitado de atención que persigue con sus preguntas a los empleados del supermercado, y acosa casi a la joven recepcionista del gimnasio que frecuenta. Pese a todo, Ian y Emma se quieren y mantienen una suerte de solidaridad doméstica frente al mundo. En realidad no les ocurre nada, pero sus reacciones a los pequeños avatares de la vida son todo un muestrario de patologías.

Stefan Golaszewski, que ha escrito y dirige Marriage, por encargo de la BBC —en España se puede ver en Filmin con el título sin traducir—, es un autor de éxito, ya galardonado con varios premios Bafta por series como Him & Her y Mum. Británico de ascendencia polaca, ha filmado casi con formato de documental a esta pareja muy inglesa que, no por ficticia, resulta menos creíble. Faltos de espontaneidad y aparentemente inmunes a las emociones, aunque guardan casi intacto, sin elaborar, el duelo por la muerte de su bebé ocurrida hace años. Hay que agradecerle a Golaszewski la sinceridad con la que está escrita y filmada la serie, acaso demasiado sincera para competir con otros productos televisivos cargados de artificio.

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