Sexo (gay) en Nueva York

Escribe de lo que sepas. Ese mandamiento imprescindible a veces es interpretado desde la vagancia y el rechazo a la documentación: solo voy a escribir de lo que sé, esto es, de mí mismo. Desde la vagancia y desde cierta petulancia, porque ya es mucho suponer que uno se conoce a sí mismo lo suficiente como para escribirse bien. Cuánta gente se muere sin conocerse de nada.

Cuando Darren Star comenzó ...

Escribe de lo que sepas. Ese mandamiento imprescindible a veces es interpretado desde la vagancia y el rechazo a la documentación: solo voy a escribir de lo que sé, esto es, de mí mismo. Desde la vagancia y desde cierta petulancia, porque ya es mucho suponer que uno se conoce a sí mismo lo suficiente como para escribirse bien. Cuánta gente se muere sin conocerse de nada.

Cuando Darren Star comenzó Sexo en Nueva York, quería hablar de las relaciones de él y sus amigos con otros hombres, pero en 1998 una serie protagonizada por un grupo de hombres gais no sonaba muy factible: ya cabía algo de homosexualidad en la tele, pero sin muestras de afecto ni sexo, al propio Star la Fox le había censurado un beso entre dos hombres en Melrose Place. Así pues, le vino de perlas utilizar a un grupo de mujeres como alter ego. Star escribía de lo que sabía y sabía escribir de ello. Lo demás es historia de la televisión.

Hoy el mundo es otro y Star ha hecho Desparejado (Netflix), la historia de un tipo (Neil Patrick Harris) que se incorpora a la feria de ganado que es el ligue contemporáneo tras sufrir el abandono de su novio después de 17 años de relación. Una pesadilla para alguien que nunca ha usado Grindr. Lo mejor de Desparejado es que no pide perdón por ser la serie que es, al contrario que And Just Like That, que se ha esforzado tanto en hablar de un mundo que sus creadores no conocen como de no herir sensibilidades que las ha acabado hiriendo todas. Quien añore Sexo en Nueva York, que no lo busque en esta última, está en Desparejado, una buena comedia para los que no éramos emitibles en 1998 y nos hemos quedado viejos en 2022.

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