Sheinbaum redobla su apuesta por la reforma educativa de López Obrador
La presidenta electa anuncia un programa escalado de becas a los estudiantes en los próximos dos años y defiende el nombramiento de Mario Delgado para la polémica implementación de la reforma
Claudia Sheinbaum, la presidenta electa de México, ha estado dando señales que sirven para dilucidar cuáles son sus planes de cara al próximo gobierno. Este domingo, por ejemplo, aseguró que dará continuidad al controvertido proyecto educativo que puso en marcha Andrés Manuel López Obrador, llamado la Nueva Escuela Mexicana. Acompañará la iniciativa, según ha dicho, una serie de becas nuevas para todos los estudiantes d...
Claudia Sheinbaum, la presidenta electa de México, ha estado dando señales que sirven para dilucidar cuáles son sus planes de cara al próximo gobierno. Este domingo, por ejemplo, aseguró que dará continuidad al controvertido proyecto educativo que puso en marcha Andrés Manuel López Obrador, llamado la Nueva Escuela Mexicana. Acompañará la iniciativa, según ha dicho, una serie de becas nuevas para todos los estudiantes de los colegios públicos, que el futuro Gobierno irá escalonando los próximos dos años hasta alcanzar en 2026 los tres niveles: preescolar, primaria y secundaria. Todo estará bajo el mando del próximo secretario de Educación, Mario Delgado, fuertemente criticado estos días por haber avalado la reforma educativa de Enrique Peña Nieto durante el anterior sexenio. “Está muy ligado al magisterio”, ha defendido Sheinbaum este lunes tras comentar que varios familiares de Delgado eran maestros normalistas.
No está claro qué destino exacto tendrá los próximos seis años la educación en México, una de las deudas pendientes de López Obrador. Aunque no parece que vaya ser muy diferente que el que tuvo los pasados cinco años y medio. Golpeado por el rezago que dejó la pandemia de la covid, el sistema educativo enfrentó este mandato una reforma que era ambiciosa en papeles y problemática en la práctica. El modelo apuntaba a enseñar más por campos formativos, que por las asignaturas tradicionales, y a impartir los conocimientos de forma aplicada a la vida y al contexto social. Por ser más progresista que lo que había visto México hasta entonces, o por aplicarse de manera precipitada, los críticos no tardaron en llegar. Los más optimistas esperan ahora que durante el nuevo Gobierno, siendo Sheinbaum una persona de la academia, el proyecto fuera revisado. “No, no”, confirmó la presidenta electa este lunes al ser consultada sobre el tema.
“Representa un nuevo modelo educativo basado en esta revolución pacífica, en la revolución de las conciencias”, defendió el domingo cuando se encontraba de gira junto a López Obrador y a Delgado. El sistema de educación básica mexicano abarca a unos 24 millones de alumnos y a 1,2 millones de docentes, entre escuelas públicas y particulares de preescolar, primaria y secundaria. Pese a afectar a tanta gente y poner patas arriba el modelo tradicional aplicado durante décadas, la reforma de López Obrador no fue casi debatida de manera pública. Tampoco lo fueron los libros de texto, que sacaron ampollas el año pasado entre los sectores más conservadores. Sheinbaum ha dejado ahora una certeza sobre este tema: nada de todo lo hecho por el actual Gobierno será revisado ni cancelado en el próximo sexenio.
“Yo le quiero regresar al pueblo de México lo que me dio, y por eso, vamos a seguir fortaleciendo la educación pública”, dijo Sheinbaum el domingo, tras confirmar que mantendrá los planes de López Obrador. “La educación pública no solo son las aulas, el magisterio, quien se merece todo nuestro reconocimiento, sino hay que apoyar a las familias para que los niños, las niñas, no tengan ningún problema y puedan cumplir con el sueño de la educación pública”. Esos apoyos son las becas económicas. Primero las recibirán los adolescentes que estudien en la secundaria, medida que está prevista que comience en 2025. Para el próximo año, en 2026, se supone abarcará ya a todos los estudiantes del sistema público.
La gestión de las becas estará a cargo del próximo secretario de Educación. Delgado llegó al Gabinete de Sheinbaum como una especie de premio por haber dirigido a Morena en unas elecciones en las que obtuvieron una aplastante mayoría. Sin embargo, la presidenta electa ha defendido la experiencia del futuro funcionario en el tema. “Ya fue secretario de Educación”, dijo en referencia al puesto que ocupó entre agosto de 2010 y marzo de 2012 en el Gobierno del entonces Distrito Federal, encabezado por Marcelo Ebrard. La falta de formación y experiencia ha sido justamente una crítica constante a los titulares de esa cartera en el Gobierno de López Obrador. En los últimos cinco años y medio, pasaron por allí tres secretarios sin pena ni gloria.
Sheinbaum defendió esta semana que la Nueva Escuela Mexicana no se trata solamente de una forma de impartir conocimiento, sino de transformar la vida de la gente. Para llegar a buen puerto, el próximo Ejecutivo deberá navegar por las turbulentas aguas de la implementación de un nuevo sistema educativo. Incluso aquellos que aplauden los apoyos económicos a los estudiantes reconocen que ese es un primer paso para mantener a los estudiantes dentro de las aulas. El otro desafío será efectivamente enseñar.
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