México
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Zitlala, Guerrero

La pelea de los xochimilcas: combatir a puño limpio para purificar el alma

Los habitantes del poblado guerrerense de Zitlala, se enfrentan en duelos amistos para recibir la Cuaresma y derramar la sangre que beneficiará a sus cosechas

El País
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El día antes del miércoles de ceniza, los habitantes de Zitlala, un pueblo enclavado en la sierra de Guerrero (México), se enfrentan en un duelo en el que no hay perdedores: la pelea de xochimilcas. Se trata de un combate ritual para purificar el alma antes de recibir la Cuaresma. En la imagen, dos jóvenes se saludan antes de un enfrentamiento, el 21 de febrero de 2023. Dassaev Téllez Adame (Cuartoscuro)
Los hombres del pueblo usan el traje típico de la mujer nahua, con el fin de recordar y representar la lucha que sus ancestros tuvieron en la época previa a la colonización contra el pueblo de los xochimilcas, que era considerado por los habitantes de esta localidad como un grupo que de maleantes, violadores, ladrones y saqueadores. En la imagen, habitantes de Zitlala bailan antes de la pelea de xochimilcas. José Luis de la Cruz (EFE)
Ante el hartazgo y enojo de ser un pueblo azotado por la violencia, los habitantes nahuas de esa época se armaron de valor y generaron una estrategia de defensa que consistía en disfrazarse de mujeres para atacar a sus desprevenidos agresores. En la imagen, un hombre con falda nahua se enfrenta a un enmascarado.Dassaev Téllez Adame (Cuartoscuro)
Un habitante de Zitlala, enfundado en un traje típico de mujer nahua, acude a la iglesia del pueblo a rezar antes de la pelea de los xochimilcas. José Luis de la Cruz (EFE)
Las autoridades locales estiman que la tradición data de 1480, en la que además de para purificar el alma, también se realiza para atraer las lluvias y tener abundantes cosechas. Entre más sangre haya en los enfrentamientos, los campesinos obtendrán más y mejores productos de sus tierras. En la imagen, un habitante de Zitlala después de un enfrentamiento.José Luis de la Cruz (EFE)
Los combates se extienden durante unas cuatro horas. Todo este tiempo, una banda de música sonoriza la festividad. Quines ya pelearon salen de la arena para bailar, tomar mezcal y ver el resto de los enfrentamientos. En la imagen, dos pobladores de Zitlala durante una de las peleas.José Luis de la Cruz (EFE)
Dos jóvenes se abrazan durante uno de los enfrentamientos.José Luis de la Cruz (EFE)
Cada quien elige a su contrincante. Para retar a alguien se le señala con el dedo. El rival puede aceptar o rechazar el combate. En la imagen, un hombre venda las manos de un peleador. José Luis de la Cruz (EFE)
Es raro que alguien rechace un reto. La única condición es que los contrincantes sean de edades y pesos similares. En la imagen, un peleador durante uno de los combates en Zitlala. Dassaev Téllez Adame (Cuartoscuro)