El Papa pide perdón a 13 víctimas de abusos sexuales de la Iglesia en Portugal tras escuchar sus testimonios

Francisco señala que “los escándalos” han contribuido a alejar a la sociedad del catolicismo

El Papa saluda este jueves a los jóvenes a su llegada a Cascais, en PortugalFoto: ANTONIO COTRIM / POOL (EFE) | Vídeo: EPV

Francisco ha decidido afrontar el tema más espinoso de su visita de seis días a Portugal en las primeras horas del viaje. El miércoles, al finalizar la agenda oficial de su primer día, el Papa recibió en la sede de la Nunciatura Apostólica de la Santa Sede en Lisboa, donde se aloja esta semana, a 13 personas que sufrieron abusos sexuales cuando eran menores por parte de representantes de la Iglesi...

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Francisco ha decidido afrontar el tema más espinoso de su visita de seis días a Portugal en las primeras horas del viaje. El miércoles, al finalizar la agenda oficial de su primer día, el Papa recibió en la sede de la Nunciatura Apostólica de la Santa Sede en Lisboa, donde se aloja esta semana, a 13 personas que sufrieron abusos sexuales cuando eran menores por parte de representantes de la Iglesia católica lusa. El encuentro, que había sido solicitado por el Pontífice, se organizó con discreción y solo fue difundido por la noche, cuando ya había concluido.

Según relató a la cadena de televisión SIC, Paula Margarido, presidenta del equipo nacional de coordinación de las comisiones diocesanas, presente en el encuentro, Francisco “les pidió perdón en nombre propio y en nombre de la Iglesia” después de escuchar sus testimonios personales. Margarido señaló que se trató de un encuentro “difícil” pero reconfortante para los participantes. “Fue profundamente reparador, las víctimas tuvieron la oportunidad de tener enfrente al santo padre, que las miró a los ojos, que se emocionó y que se abrió al corazón de cada una de ellas”, aseguró. El encuentro, añadió, revela que la Iglesia portuguesa sabe que “hay una herida” y que está dispuesta “a intentar sanarla”, además de “aplicar políticas para que estas realidades no vuelvan a suceder”. “Los 13 que fueron representan a las víctimas que sobrevivieron, pero sabemos que hay muchos que no han sobrevivido”, indicó Margarido.

Al menos 4.815 menores sufrieron abusos sexuales en instituciones o durante actividades vinculadas a la Iglesia católica entre 1950 y 2022, según la estimación realizada por la comisión independiente que investigó la pederastia y que presentó su informe en febrero de este año. La creación de esta comisión fue una iniciativa de la Conferencia Episcopal Portuguesa, que se alineó así con las directrices enviadas por Francisco desde que llegó a la Santa Sede en 2013 para tratar de conocer el alcance de los abusos sexuales en la Iglesia y adoptar medidas para prevenirlos. Pedro Strecht, que presidió esta comisión, fue una de las personas que acompañó a las víctimas durante su reunión con Francisco.

El Papa oficia la misa multitudinaria junto al parque Tajo de la Jornada Mundial de la Juventud, este domingo en Lisboa.AFP
Los voluntarios de la JMJ se refrescan antes de la misa en Lisboa, este domingo.POOL (via REUTERS)
Miembros de la iglesias participan en la homilía oficiada por el papa Francisco.MIGUEL A. LOPES / POOL (EFE)
"La próxima JMJ será en Asia, será en Corea del Sur, en Seúl", ha subrayado el Papa Francisco, entre el aplauso de los jóvenes presentes, entre los que había grupos de surcoreanos ondeando sus banderas.VATICAN MEDIA (via REUTERS)
Un cura lee antes del inicio de la homilía. ANTONIO COTRIM / POOL (EFE)
De izquierda a derecha, el alcalde de Lisboa, Carlos Moedas; el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa; la esposa del primer ministro, Fernanda Tadeu, y el primer ministro, António Costa, durante la misa que despidió este domingo la JMJ en el Parque del Tajo, en Lisboa.ANTONIO COTRIM / POOL (EFE)
Asistentes a la misa multitudinaria del Papa para clausurar la Jornada Mundial de la Juventud, este domingo en Lisboa.ANTONIO COTRIM / POOL (EFE)
Francisco oficia la misa del JMJ en Lisboa, este domingo. GUGLIELMO MANGIAPANE (REUTERS)
Miles de peregrinos abandonan el Parque del Tajo tras la misa oficiada por el Papa este domingo en la JMJ en Lisboa.Pool (Getty Images)
El Papa saluda durante su visita al centro social parroquial Serafina, el viernes.THOMAS COEX (AFP)
El papa Francisco escucha la confesión de un participante en el encuentro de jóvenes católicos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el viernes.VATICAN MEDIA (AFP)
El pontífice comparte un almuerzo con los participantes en la reunión de jóvenes católicos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el viernes en Lisboa.VATICAN MEDIA (AFP)
Francisco celebra el Sacramento de la Reconciliación con los jóvenes en la Plaza del Imperio, el viernes en Lisboa. GUGLIELMO MANGIAPANE (REUTERS)
El papa Francisco llega al Parque Eduardo VII para asistir a la ceremonia de acogimiento, para su primer contacto con los peregrinos, el jueves en Lisboa.Ana Brigida (AP)
El Papa durante la ceremonia de acogimiento, celebrada el jueves, en el Parque Eduardo VII de Lisboa.PEDRO NUNES (REUTERS)
Jóvenes saludan al Papa durante su llegada al Parque Eduardo VII, el jueves en Lisboa.Gregorio Borgia (AP)
El pontífice es recibido por los peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud, el jueves en Lisboa.PEDRO NUNES (REUTERS)
El papa Francisco, durante la reunión con un grupo de 15 jóvenes peregrinos de Ucrania, el jueves.VATICAN MEDIA (via REUTERS)
El Papa riega un olivo durante su visita a Cascais, el jueves durante la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa. ANTONIO COTRIM (REUTERS)
El papa Francisco es recibido por el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, frente al Palacio de Belém en Lisboa.TIAGO PETINGA / POOL (EFE)
El Papa es asistido en el Monasterio de los Jerónimos, antes de su reunión con los miembros de la iglesia portuguesa, el miércoles.PEDRO NUNES (REUTERS)
Varios periodistas se acercan al libro de honor, para leer las palabras escritas por el Papa, el miércoles en el Palacio de Belém en Lisboa. ANDRE KOSTERS / POOL (EFE)
El papa Francisco durante el discurso que ha pronunciado en el centro Cultural de Belèm, ante un millar de personas después de reunirse con el presidente del país, el miércoles.GUGLIELMO MANGIAPANE (REUTERS)
Jóvenes aplauden al Papa durante su ruta por Lisboa, tras su encuentro con el presidente de Portugal, el miércoles. JOSE SENA GOULAO / POOL (EFE)
El Papa conversa con el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, el martes en el palacio de Belén, en Lisboa.TIAGO PETINGA / POOL (EFE)
Un peregrino vierte agua a un sacerdote en una fuente cerca del Monasterio de los Jerónimos mientras esperan al Papa, el miércoles.VIOLETA SANTOS MOURA (REUTERS)
El papa Francisco junto al presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, firma el libro de honor, el miércoles en el Palacio de Belém, en Lisboa. Leonardo Negrao (DPA vía Europa Press)
El Papa saluda desde su coche tras aterrizar en Lisboa el miércoles. PATRICIA DE MELO MOREIRA (AFP)
Agentes de la seguridad vigilan la Base Aérea de Figo Maduro, donde ha aterrizado el papa Francisco, el miércoles en Lisboa.Pool (Getty Images)
Fieles saludan al Papa tras su llegada a Lisboa, este miércoles.MIGUEL A. LOPES / POOL (EFE)
Cardenales esperan en el Palacio de Belém de Lisboa al papa Francisco. JOSE SENA GOULAO (EFE)
El papa Francisco es recibido por el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, en la Base Aérea de Figo Maduro, el miércoles en Lisboa.PEDRO NUNES (REUTERS)
La multitud celebra la llegada del Papa a Lisboa, el miércoles. JOSE SENA GOULAO (EFE)
El papa Francisco embarca en el avión para volar hasta Lisboa, el miércoles, en el aeropuerto Fiumicino de Roma.YARA NARDI (REUTERS)
Un grupo de monjas españolas participa en la Jornada Mundial de la Juventud, en los alrededores del Monasterio de los Jerónimos, el martes.Ana Brigida (AP)
Fila de confesionarios instalados para los peregrinos que llegan a la Jornada Mundial de la Juventud en un parque de Lisboa, el martes.Ana Brigida (AP)
Un peregrino de la Jornada Mundial de la Juventud sostiene una bandera LGBT frente al Monasterio de los Jerónimos en Lisboa, el martes.Ana Brigida (AP)
Peregrinos llegan al aeropuerto de Lisboa para participar en la Jornada Mundial de la Juventud, en Lisboa, el 30 de julio de 2023.MIGUEL A. LOPES (EFE)
Personas cantan canciones cristianas durante una vigilia en la Jornada Mundial de la Juventud, en un mirador de Lisboa, el 28 de julio. Armando Franca (AP)
Un pastelero elabora galletas con la imagen del Papa Francisco en la pastelería Balcao do Marques de Lisboa, el 28 de julio.PATRICIA DE MELO MOREIRA (AFP)
Un grupo de monjas, durante el atardecer en el mirador del Santuario de Cristo en Almada, Lisboa, el 28 de julio.PATRICIA DE MELO MOREIRA (AFP)

Poco antes del encuentro, cuando pocos estaban al tanto del mismo, el Pontífice se refirió de forma indirecta al impacto de los abusos sexuales en el avance de la secularización de la sociedad y el rechazo hacia la Iglesia durante un discurso en el monasterio de los Jerónimos. La elección del momento tampoco era casual. La audiencia que asistió a la ceremonia de vísperas estaba formada por obispos, sacerdotes, diáconos y seminaristas, a quienes recordó que el alejamiento de la sociedad también se había acentuado por “la desilusión y la aversión que algunos nutren hacia la Iglesia debido a veces a nuestro mal testimonio y a los escándalos que la desfiguraron”. Francisco les invitó a “una humilde y constante purificación partiendo del grito de sufrimiento de las víctimas que siempre se deben acoger y escuchar”.

En su segunda jornada en Portugal, el Pontífice participó la mañana de este jueves en un acto en la Universidad Católica de Lisboa, donde animó a los estudiantes que le escuchaban a “ser valientes” y “sustituir los miedos por los sueños”. De nuevo mostró su preocupación por los conflictos mundiales (”estamos en una Tercera Guerra Mundial en pedazos”) y el deterioro del clima. Francisco consideró “una urgencia democrática” tomar en serio la lucha contra el deterioro del planeta. “No podemos conformarnos con medidas paliativas”, subrayó.

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Fue también el primer discurso en el que dedicó atención especial a las mujeres para denunciar su marginación: “Es indispensable la contribución femenina. En el inconsciente colectivo se piensa muchas veces que las mujeres son de segunda categoría, suplentes, no titulares”.

En el campus de la Universidad Católica, el Papa escuchó, entre otros estudiantes, el discurso de Mahoor Kaffashian, una refugiada ucrania de 25 años, que compartió su experiencia: “Después de todo lo que he pasado, después del sufrimiento constante, de la ausencia de un hogar, una familia, unos amigos, después de quedarme sin techo, sin universidad y sin dinero, sé que el concepto de fuerza no significa que no me sienta cansada y abatida por el dolor y la pérdida. Significa que tengo la fuerza, la fe y el coraje para seguir adelante”. Más tarde se desplazó a Cascais para visitar las instalaciones del centro Scholas Occurrentes, que desarrolla un programa educativo impulsado por el Papa cuando era obispo de Buenos Aires.

El Papa riega un olivo durante su visita a Cascais, dentro de la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa. MARCO BERTORELLO / POOL (EFE)

Esta tarde se realizará el primer contacto del Pontífice con los peregrinos que asisten a la Jornada Mundial de la Juventud en una ceremonia de acogimiento que se celebrará en el Parque Eduardo VII. El evento ha provocado grandes restricciones de tráfico en todo el centro de Lisboa, adonde está previsto que lleguen más de un millón de personas a lo largo de la semana.

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