El imperio de Chiara Ferragni, en apuros por su polémica beneficencia
La ‘influencer’ italiana pidió perdón después de ser multada por vender un producto con falsos fines benéficos, pero sus problemas no acaban ahí. Ahora empiezan a salir a la luz otras campañas dudosas que amenazan su imperio de 30 millones de seguidores
Chiara Ferragni levantó un imperio multimillonario sobre su imagen y ahora, un problema de desprestigio la está poniendo en apuros. La causa es una ...
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Chiara Ferragni levantó un imperio multimillonario sobre su imagen y ahora, un problema de desprestigio la está poniendo en apuros. La causa es una polémica campaña supuestamente benéfica que le ha valido una multa de un millón de euros por “prácticas comerciales incorrectas” y que la ha obligado a pedir perdón a través de un vídeo publicado en sus perfiles.
El año pasado, la influencer y la empresa de dulces Balocco sacaron al mercado un “pandoro”, un bizcocho típico navideño, con el logotipo de Ferragni y con un precio de 9 euros, el triple de lo habitual. Un reclamo en la caja del producto sugería que la venta de cada uno supondría una donación para el hospital pediátrico Regina Margherita de Turín, pero lo cierto es que la donación, de 50.000 euros, la había hecho Balocco en solitario, antes de que los dulces salieran a la venta y Ferragni se embolsó un millón de euros con esa campaña.
En un vídeo publicado en Instagram, la red que la encumbró, y donde a diario promociona marcas propias y ajenas y exhibe su lujosa vida, Ferragni pidió perdón por haber cometido “un error de comunicación” con la cuestión del pandoro y anunció que donaría al hospital turinés el millón de euros que había ganado. Es la última publicación de sus redes, donde desde hace días reina un silencio inusual.
Pero la tormenta, lejos de amainar ahí, ha arreciado y la influencer italiana, una de las más seguidas del planeta, ha acabado en el ojo de un huracán que amenaza su imperio de 30 millones de seguidores. Se trata del primer varapalo considerable para Ferragni, que siempre había estado en ascenso constante, a los mandos de una maquinaria perfectamente engrasada, de amasar colaboraciones y patrocinios que solo con su imagen en 2022 le generó unos beneficios de 10 millones de euros.
Estos días están saliendo a la luz otros casos de campañas benéficas dudosas, varios patrocinadores y empresas están desertando de sus colaboraciones, está experimentando la mayor pérdida de seguidores desde que despuntó en las redes y la justicia está investigando sus movimientos. Un cóctel explosivo para la empresaria milanesa de 36 años, que empezó con su blog de moda The Blonde Salad en 2009, acabó levantando una fortuna y protagonizando un máster en la escuela de negocios de Harvard y que hasta ahora ha convertido en oro todo lo que ha tocado, como las botellas de agua que vende con su logo a 8 euros.
La fiscalía está investigando dos campañas de venta de huevos de Pascua, envueltos con su clásico color rosa y con su anagrama, que fueron vendidos en 2021 y 2022 por la empresa Dolci Preziosi y que prometían contribuir a un proyecto benéfico en favor de la inclusión de niños con autismo. Se ha descubierto que la recaudación superó el millón de euros, mientras que la donación fue de solo 36.000 euros. Los investigadores tratarán de esclarecer si se trató de una operación comercial disfrazada de beneficencia.
En medio del chaparrón, el grupo italiano especializado en gafas de alta gama Safilo ha anunciado que rompe su colaboración con Ferragni, “tras la violación de los compromisos contractuales de su titular”, según ha explicado en un comunicado. La compañía, dueña de marcas como Carrera o Polaroid y diseñadora de otras como Carolina Herrera o Jimmy Choo, no ha especificado de qué violación contractual se trata.
Aunque su legión de seguidores es inmensa y alcanza casi los 30 millones procedentes de todo el mundo, en menos de una semana, desde que saltó el caso Balocco, la italiana ha perdido alrededor de 90.000 seguidores, un 0,3% de su comunidad. La empresa especializada en estrategia digital y comunicación DeRev ha analizado los datos de las redes de Ferragni para el diario La Repubblica: “Contrariamente a lo que cabría imaginar, la curva descendente de seguidores no ha remitido desde el vídeo de disculpa, sino que en realidad se ha acentuado aún más; sobre todo en términos de audiencia en Instagram, este asunto representa el primer revés real para Chiara Ferragni y la mayor hemorragia de seguidores en la historia de su cuenta”, han señalado. Y también han resaltado que, en general, los comentarios de los usuarios en las últimas publicaciones de la influencer son negativos, sobre todo en las entradas del apartado de colaboraciones comerciales, donde la empresaria italiana hace publicidad de distintas marcas. Estos apuntes son significativos, teniendo en cuenta que las redes sociales son la piedra angular del imperio Ferragni.
El caso ha levantado tanto revuelo en Italia que, además de ocupar espacios destacados en las secciones de información y opinión de la mayoría de diarios y en programas de la televisión, ha llegado a la política. Incluso la primera ministra, Giorgia Meloni, ha atacado a la influencer, aunque sin citarla directamente, en uno de sus discursos. Mientras la política destacaba la actividad del Gobierno en el último año y criticaba a la oposición, arremetió contra Ferragni en un tono agresivo: “El verdadero modelo a seguir no son las influencers que ganan dinero a manos llenas vistiendo ropa o enseñando bolsos, o incluso promocionando carísimos bizcochos con los que hacen creer que harán caridad, pero cuyo precio solo sirve para pagar cachés millonarios. El verdadero modelo a seguir es el de quienes inventan, diseñan y producen esa excelencia italiana”, dijo la primera ministra, mientras elevaba la voz, en un acto organizado por las juventudes de su partido.
Giorgia Meloni aprovechó la noticia del pandoro y la notoriedad de Ferragni para desacreditar genéricamente la labor de los influencers, que, según ella, es menos noble que otras porque “promociona” objetos en lugar de “producirlos”. Su ataque directo a una empresaria italiana como Ferragni fue también bastante criticado en el país transalpino por considerarlo inapropiado.
Chiara Ferragni no ha respondido al agravio, pero el rapero Fedez, el marido de la influencer, ha comentado en sus redes que le pareció “extraño” que Meloni atacara a “la gente que trabaja en internet en lugar de centrarse en temas políticos”. “¿Habrá hablado del paro juvenil? No. ¿Habrá hablado de la maniobra financiera que están haciendo con el culo y que aún no han terminado? No. ¿Habló de la presión fiscal del país? No. ‘Desconfíen de la gente que trabaja en la web’: esa es la prioridad de nuestra primera ministra”, ha dicho el cantante.