La familia real danesa encuentra a la ‘Cenicienta’ que olvidó su zapato dorado en la fiesta de cumpleaños del príncipe Christian

Las redes sociales oficiales de la corona de Dinamarca lanzaron un mensaje en busca de la propietaria del tacón extraviado en el palacio de Christiansborg. La joven se llama Anne-Sofie Toernsoe Olesen, y lo dejó atrás a propósito: “Me pregunté si debíamos hacer el cuento de hadas real”

Anne-Sofie Toernsoe Olesen saluda a la reina Margarita de Dinamarca, el domingo, durante la cena de gala por el 18º cumpleaños del príncipe Christian.EMIL NICOLAI HELMS (AFP)

La ficción se ha vuelto realidad en Dinamarca estos últimos días. La casa real del país escandinavo ha alcanzado su objetivo: convertir el decimoctavo cumpleaños del príncipe Christian ―segundo en la línea de sucesión― en un cuento de hadas. En plena resaca de la celebración, el personal del palacio encontró en las escaleras de Christiansborg, en Copenhague, un zapato dorado olvidado por alguna joven invitada a la cena de gala celebrada el domingo. Como si el cuento de la Cenicienta se reencarnase después de seis siglos publicado. Eso sí, la Guardia Real del palacio de Amalienborg, residencia oficial de la familia real danesa, no ha tenido que recorrerse el reino con el zapato olvidado en busca de su dueña. Ha sido mucho más sencillo. Tan solo lanzaron un comunicado este lunes 16 de octubre a través de sus redes sociales, mostrando una imagen del objeto perdido junto a unas palabras: “¿Es Cenicienta la que olvidó su zapato anoche? Cuando los invitados ayer a la mesa de gala de Su Majestad la Reina se habían ido a casa, este solitario zapato de tacón fue dejado en el castillo de Christiansborg”. El post añadía que la propietaria podía contactar con ellos para recuperar su pertenencia. Y pocas horas después, la princesa ha aparecido.

Cuando la televisión danesa TV2 se hizo eco de la noticia, la cadena decidió investigar qué escondía el zapato extraviado. A partir de las imágenes recogidas durante la recepción de la reina Margarita y el resto de miembros de la familia real, que precedió a la cena de cumpleaños del príncipe, pudieron localizar a la Cenicienta danesa. Fue más fácil de lo que en un principio se esperaba. La misteriosa y olvidadiza invitada resultó ser Anne-Sofie Toernsoe Olesen, natural de Egedal, al norte del país. Ella misma confesaba este lunes en directo que había dejado el tacón en palacio a propósito: “Todo el concepto del cumpleaños del príncipe ha sido una especie de cuento de hadas, así que me pregunté si debíamos hacerlo real”. La joven quería asegurarse de que no estaba cruzando ningún límite al dejar el zapato en palacio, pero decidió que era una oportunidad única para hacer realidad la parte más conocida del cuento clásico.

Muchos daneses se han mantenido expectantes en el desarrollo de los acontecimientos. Ella lo explicó paso a paso. Al terminar la velada, Anne-Sofie tuvo que bajar las mismas escaleras que todos los invitados habían subido antes, y decidió soltar uno de sus zapatos. Sin embargo, resultó ser más complicado de lo que creía, pues rápidamente alguien se apresuró a devolvérselo. “Pensé que simplemente no podía ser y que tenía que conseguirlo, así que cuando mi amiga y yo salimos del palacio por las escaleras, lo dejé caer y me apresuré a marcharme para que nadie pudiera detenerme”, relataba a televisión la protagonista del intento de cuento de hadas.

Aunque la ocurrencia le costó volver a casa con un pie descalzo, para Anne-Sofie mereció la pena: “Fue una noche increíble, difícil de describir porque fue fabulosa. Esperaba que fuera una gran experiencia, pero de alguna manera se multiplicó por veinte. Es algo que me gustaría que todo el mundo pudiera vivir”.

La joven también cuenta que tuvo la oportunidad de intercambiar unas palabras con el príncipe Christian, aunque no recuerda bien de qué charlaron. “Creo que le pregunté sobre qué pensaba de todo esto, de invitar a 200 jóvenes de todo el país [a su fiesta]”, confiesa quien fue uno de los 200 jóvenes de la generación del príncipe elegidos por palacio para asistir a la cena de gala —quienes, además, se codearon entre miembros de otras familias reales europeas invitadas—.

Este domingo 15 de octubre, Christian de Dinamarca ha alcanzado la mayoría de edad, y lo ha celebrado con una cena de gala pero también con el pueblo danés. Para conmemorar ese día, la familia real salió a saludar desde el balcón del palacio Amalienborg, en Copenhague. En la calle, centenares de ciudadanos levantan las banderas danesas y australiana, país de origen de Mary Donaldson, esposa de Federico de Dinamarca, heredero al trono danés. Como parte de la celebración, la familia real también se reunió este domingo con miembros de las principales casas reales de Europa —excepto España— para celebrar el cumpleaños del príncipe Christian, nieto de la reina Margarita y segundo en la línea de sucesión de la corona danesa. Mads Claus Rasmussen (EFE)
El príncipe Christian de Dinamarca, junto a su madre Mary de Dinamarca, condesa de Monpezat, en el balcón principal del palacio Amalienborg, en Copenhague, este domingo.Mads Claus Rasmussen (EFE)
La Guardia Real de Dinamarca desfiló el domingo en la plaza central del palacio Amalienborg como parte de los eventos del decimoctavo cumpleaños del príncipe Christian. MADS CLAUS RASMUSSEN (AFP)
El príncipe Christian entra en la mayoría de edad y, como sucede con el resto de princesas herederas europeas, afronta el reto de ir dándose a conocer entre sus conciudadanos. Con ese objetivo, el pasado sábado se estrenó el documental 'Príncipe Christian, una travesía real', en el que se podía ver a padre e hijo visitando, entre otros, el Parlamento y a miembros del Tribunal Supremo y representantes de la Iglesia danesa.Mads Claus Rasmussen (EFE)
Para la cena de gala, además de miembros de la realeza europea, el príncipe Christian invitó a 200 jóvenes de su misma generación de Dinamarca, Groenlandia y las islas Feroe. Algunos fueron elegidos mediante sorteo y otros fueron seleccionados mediante un comité de evaluación.RITZAU SCANPIX (via REUTERS)
Vista de la cena de gala de celebración por el decimoctavo cumpleaños del príncipe Christian de Dinamarca, este domingo en uno de los salones del palacio Christiansborg, en la capital danesa.Associated Press/LaPresse Mads C (APN)
La reina Margarita de Dinamarca fue la encargada de recibir a su nieto Christian y a los príncipes herederos a la cena de gala para celebrar su mayoría de edad en el palacio de Christiansborg. Luego se sumaron junto a la monarca a recibir al resto de invitados.Associated Press/LaPresse (AP)
Las encargadas de acompañar al protagonista de la velada durante la cena fueron su abuela y la princesa Ingrid Alexandra de Noruega, que, como Christian de Dinamarca, ocupa la segunda línea de sucesión en la corona de su país. Mads Claus Rasmussen (EFE)
Más allá de celebrar su mayoría de edad, el del domingo también fue un día importante para el príncipe Christian de Dinamarca por otro motivo: durante la cena de gala dio su primer discurso en público. Mads Claus Rasmussen (EFE)
Christian recibe un beso de su padre, el príncipe heredero, Federico de Dinamarca, después de dar su primer discurso en público. RITZAU SCANPIX (via REUTERS)
El futuro de las monarquías europeas en una foto (de izquierda a derecha): la princesa Estelle de Suecia, segunda en la línea de sucesión; la princesa Ingrid, segunda en la línea de sucesión de la corona de Noruega; el príncipe Christian de Dinamarca; la princesa Amalia, heredera al trono de los Países Bajos; y la princesa heredera Isabel de Bélgica.Keld Navntoft, Kongehuset
La velada del domingo también sirvió para poder ver de nuevo a la princesa Mette Marit de Noruega, de baja durante varias semanas por los problemas de salud que padece debido a la fibrosis pulmonar crónica que padece. En la imagen, junto a su hija, la princesa Ingrid Alexandra, durante la cena del cumpleaños de Christian de Dinamarca. MADS CLAUS RASMUSSEN (AFP)
La fiesta de cumpleaños culminó con un concierto privado en los salones del palacio de Christiansborg. El príncipe de Dinamarca agradeció la presencia de todos los invitados: "Ha sido una noche inolvidable y aprecio mucho que hayan venido de cerca y de lejos para celebrar conmigo".

Bien es cierto que las redes sociales de la casa real danesa han explotado con comentarios positivos sobre la hazaña de la joven: “No soy la única que le ha parecido divertida la idea”. Anne-Sofie ha reiterado que, a pesar de las especulaciones, el objetivo era por divertimento, y no otro. “No es porque esté pensando que me voy a casar con él, pero esperaba que a alguien le hiciera gracia”. A la pregunta de si finalmente recuperará el zapato perdido, ha sido clara: “Creo que escribiré [a palacio], a ver qué opinan”. Afirma que le costó unos 50 euros, así que si “la casa real no lo quiere, preferiría recuperarlo pues, al fin y al cabo, es un recuerdo de una gran velada”.

Sobre la firma

Más información

Archivado En