Alaska, una rebelde de los ochenta que se pasa a ‘Cine de Barrio’: “Es un regalo”
La cantante, famosa por romper moldes, compaginará el programa con el teatro y sus colaboraciones: “Me sé de memoria todas las ediciones”, dice del clásico formato de TVE
“Como si a un fan le consigues un encuentro con su ídolo”. Así define Alaska (Ciudad de México, 1963) lo que sintió cuando le ofrecieron la oportunidad de ponerse al frente de Cine de Barrio, el programa de TVE que este octubre celebra su 25º aniversario y hasta ahora había sido presentado por Concha Velasco. Se enteró, como siempre, por...
“Como si a un fan le consigues un encuentro con su ídolo”. Así define Alaska (Ciudad de México, 1963) lo que sintió cuando le ofrecieron la oportunidad de ponerse al frente de Cine de Barrio, el programa de TVE que este octubre celebra su 25º aniversario y hasta ahora había sido presentado por Concha Velasco. Se enteró, como siempre, por su marido, el cantante Mario Vaquerizo, que también es su representante. “Cuando le llamaron, prácticamente él dijo que sí por mí, porque sabía que no me iba a negar”, cuenta la cantante y líder de Fangoria en conversación telefónica a EL PAÍS. Y, efectivamente, está loca de contenta.
Para Olvido Gara, que prefiere que se dirijan a ella por su nombre artístico, presentar el programa de cine clásico es un sueño hecho realidad. “Me sé de memoria todas las ediciones”, cuenta ilusionada sobre el formato que sigue desde sus inicios, allá por 1995, cuando ella ya superaba los 30. “He seguido a [José Manuel] Parada, a Carmen Sevilla, a Elena S. Sánchez y, por supuesto, a Concha”, enumera a los diferentes presentadores que han conducido el que ha sido y es uno de los programas más emblemáticos de la televisión española.
Esta nueva aventura no solo supone para Alaska la vuelta a la casa en la que debutó como presentadora hace casi 40 años con La bola de cristal, sino ponerse al frente de un formato que difiere mucho de su estilo. “Para mí es un regalo”, afirma. Aquella chica que triunfó en la movida madrileña y rompió todos los moldes con su estética punk y actitud rebelde dará paso ahora a un espacio más clásico y familiar. Ella lo sabe y está preparada: “Hay que tener en cuenta la franja horaria y el público”. Una sonrisa se vislumbra al otro lado de la línea telefónica cuando revela que en esta temporada se verán películas de las décadas de los ochenta y noventa, algo totalmente casual y que a ella le ha venido dado, pero lo celebra porque es un cine que le trae muchos recuerdos. “Una de las bases de las referencias culturales con todas las personas que he hecho mi trabajo es el cine español, concretamente ese cine español”, insiste quien desde los 14 años supo que quería dedicarse a la música y su trayectoria pasa por Los Pegamoides, Dinarama y ahora Fangoria, grupo que completa su sempiterna pareja Nacho Canut.
Los que la conocen definen a Alaska, y ella lo ha dicho de sí misma en varias entrevistas, como una persona muy cerebral, pausada y tranquila, aspectos que también se reflejan cuando asegura que no está nerviosa por ponerse de nuevo frente a las cámaras. Experiencia no le falta. Aparte de colaboraciones en diferentes programas de radio y televisión, la intérprete de éxitos como Bailando o A quién le importa ha destacado en los últimos años por ser la protagonista de su propio reality, Alaska y Mario, que seguía el devenir de su matrimonio —se casaron primero en Las Vegas hace 20 años vestidos de Elvis Presley él y de Dolly Parton ella, y después en Madrid— y donde mostró los dos pisos que la pareja posee justo detrás de la céntrica calle madrileña de la Gran Vía.
Fue tal el éxito y el interés que suscitó su vida que Alaska ha tenido que pedir a sus seguidores que no vayan a visitarla a su casa. “No vayáis a casa no os podemos atender se molesta MUCHO a los vecinos”, tiene escrito la cantante en la descripción de la biografía de su perfil de Instagram, la única red social que maneja y donde acumula 700.000 seguidores. A esas dos céntricas viviendas hay que sumar, además, la casa en Boadilla del Monte que el matrimonio le compró a su amiga Bibiana Fernández por 500.000 euros para antes de que se la embargara Hacienda.
En el reality sobre su vida, además de a Mario Vaquerizo que, desde entonces, se convirtió casi en más aclamado que la propia Alaska, el público también pudo descubrir la estrecha relación que la cantante mantiene con su madre, América, cubana exiliada que vive en España. A ella fue de las primeras a las que le dio la nueva buena sobre su último proyecto televisivo, y la cantante cuenta que la alegría fue mutua: “Se alegró, como con todo lo que hago, aunque ella no se mete mucho en mis cosas”.
Junto a Cine de Barrio, cuyo primer programa graba ya la semana que viene porque se emite el próximo sábado 26 de septiembre, Alaska no deja de lado otros proyectos en los que está involucrada, como sus participaciones en algunos programas de radio o su inminente estreno en el teatro con La última tournée, que llega en octubre al teatro Calderón de Madrid. De esta función que recoge un teatro de variedades, números musicales y cabareteros prefiere no adelantar detalles. Tampoco de su faceta musical. Tras su último trabajo publicado el pasado año, Extrapolaciones y dos respuestas (2001-2019), por ahora está centrada en lo que está por llegar. Que no es poco.