Carla Antonelli: “Lo que pretende el PP es tutelarnos a los trans de por vida, es una condescendencia miserable”
La senadora de Más Madrid habla sobre los proyectos de reforma del gobierno de Isabel Díaz Ayuso a las leyes autonómicas trans y antiLGTBIfobia
La senadora y diputada por Más Madrid Carla Antonelli (59 años, Güímar, Canarias) no se guarda nada. No lo hizo este jueves en la Asamblea de Madrid cuando le dijo a los diputados del PP y Vox que iban a...
La senadora y diputada por Más Madrid Carla Antonelli (59 años, Güímar, Canarias) no se guarda nada. No lo hizo este jueves en la Asamblea de Madrid cuando le dijo a los diputados del PP y Vox que iban a “mancharse las manos de sangre” si aprobaban iniciar el trámite por la vía de urgencia solicitado por el PP de Isabel Díaz Ayuso para reformar las leyes autonómicas trans (ley 2/ 2016) y contra la LGTBIfobia (ley3/2016). Tampoco lo hizo en 2016 cuando desde el PSOE (su partido hasta 2022), Podemos y Ciudadanos presentaron un texto alternativo al proyecto de ley de identidad de género de la entonces presidenta de la Comunidad Cristina Cifuentes. El texto de la oposición fue aprobado y es el que ahora el Gobierno de Ayuso quiere modificar “Esa ley la hicimos en consenso con los colectivos LGTBI que hoy el PP no quiere escuchar”, recuerda Antonelli, mientras camina por los pasillos del Senado, “a la otra ley [3/2016], que sí es de Cristina Cifuentes, le hicimos más de 130 enmiendas”.
Más Madrid, el PSOE y la plataforma Ni un paso atrás lideran, desde mediados de noviembre, una férrea oposición al recorte de derechos que obliga a exámenes médicos antes de que los menores inicien un proceso de cambio de sexo; que elimina la inversión de la carga de la prueba o el castigo de la discriminación por error; y que borra el derecho al reconocimiento de la identidad de género libremente manifestada, al libre desarrollo de la personalidad y a ser tratado de conformidad a la identidad de género. El PP quiere sacar adelante la reforma de ambas leyes antes de que acabe el año.
Pregunta. Vox celebró y aplaudió este jueves el proyecto de modificación del PP de la ley trans y la ley antiLGBTIfobia. ¿Cuánto hay de Vox en esas modificaciones?
Respuesta. Ayuso ha enloquecido. La conozco desde el 2012 y no era así. Cuando Cristina Cifuentes (2015-2018) convocó a los colectivos trans, ella llevaba redes en Génova y apoyó las leyes de Cifuentes. Ayuso iba de LGTBI friendly, pero en esta espiral trumpista ha decidido que es más Vox que el mismo Vox y que sus votantes vuelvan al PP. Trae políticas nítidamente LGTBIfóbicas y transfóbicas. Ya no le hace falta Vox porque tiene la mayoría absoluta y esto lo hace sola en la necesidad de seguir dando vuelta a la tuerca para salir en medios. Pero de tanto darle vuelta, la tuerca se termina rompiendo: este será su final.
P. Por la mayoría absoluta que tiene el PP, lo más seguro es que ambas reformas salgan. ¿Qué opciones reales le quedan a la oposición?
R. Vamos a pelear primero en la Asamblea. Después iremos a todos los tribunales y espacios nacionales e internacionales que haya, esto no va a quedar así. Volveremos a las calles, de allí provenimos la inmensa mayoría que luchamos por nuestros derechos. Como decía una amiga: en las esquinas, las personas trans les damos pena y les entra una falsa condescendencia; pero cuando nos empoderamos y cuando brillamos, molestamos. Que se vayan acostumbrando porque hemos llegado, y no tenemos ni la menor intención de marcharnos.
P. El presidente de la Asamblea, Enrique Osorio, la llamó al orden por acusar al PP y Vox de “llenarse las manos de sangre”. ¿Considera que las reformas abren la puerta de una violencia de ese nivel en Madrid?
R. Abren las puertas al odio iracundo y al mal. Cuando caen todas estas herramientas como campañas de sensibilización y medidas contra el acoso en el colegio, cae un peso sobre las vidas de las personas trans. Son tan sinvergüenzas que dicen que nos suicidamos por ser trans, por haber dado ese paso y es mentira. Tenemos pensamientos suicidas o nos suicidamos porque nos imposibilitan la vida social. Quienes lo hacen tienen la conciencia manchada y no les gusta que los señalemos. Cada suicidio en realidad es un asesinato social.
P. ¿En qué situación queda la infancia trans si la reforma se aprueba?
R. Patologizada, con sensación de desprotección y al arbitrio de psiquiatras [para hacer su transición]. [La reforma] nos obliga a regresar a los años 70 donde nos automedicábamos... hubo quienes salimos victoriosas, pero otras personas se quedaron en el camino. Las infancias trans se quedan desprotegidas en los colegios y en la salud.
P. ¿Por qué sostiene que las reformas a estas leyes patologizan a las personas trans?
R. El derecho a la autodeterminación desaparece completamente. Ya la Organización Mundial de la Salud dijo en 2018 que esto no es un trastorno mental y que no se pueden exigir informes para descartar psicopatologías. Ahora establecen que para acceder a un proceso [de transición] primero te tiene que juzgar un psiquiatra. Resulta que volvemos a depender de un dictamen para decidir si puedes iniciar tratamiento o que le tengan que preguntar a tus padres: si le hubiesen tenido que preguntar a mis padres, jamás hubiese podido ser quien soy. Lo que pretenden es tutelarnos de por vida, es una condescendencia miserable. En un mundo al revés, a las mujeres y hombres no trans se les obligaría a pasar una ITV cada cinco años para demostrar que eres mujer de verdad.
P. Uno de los argumentos del PP para modificar y derogar la autodeterminación de género y varios artículos enteros, como el componente de sanciones administrativas en caso de discriminación, es que todo eso se suple con la ley trans estatal…
R. Es un argumento mentiroso. Es inaudito que un gobierno de una comunidad autónoma diga que se suple con la ley nacional porque como Comunidad tenemos unas competencias transferidas tanto en justicia como en sanidad, educación y cultura. La ley estatal entra en la formación de médicos, pero no en atención sanitaria. La reforma también se carga el artículo de descentralización de los centros de atención, es decir, que nos van a mandar como ganado a uno solo. Claro que la ley estatal no entra en los currículos educativos; pero ellos [el PP] quitan toda la parte educativa. Es cierto que el DNI es una competencia nacional, pero la documentación administrativa es madrileña y se la cargan.
P. ¿Qué implica derogar todo el artículo de la documentación administrativa?
R. Hoy, aunque una persona no hubiese cambiado [su nombre y su género] en el DNI, en Madrid sí puede hacerlo en documentos como el carnet del transporte, de la piscina, de la biblioteca... de tantas cosas de la vida cotidiana. Con la reforma, quienes no hayan cambiado el DNI quedan fuera de un plumazo.
P. ¿Qué pasa si se elimina Consejo LGBTI?
R. Es que ni siquiera lo pusieron a funcionar. Se creó por una orden, pero nunca tuvo una sola reunión. Lo quitan, precisamente, porque era el encargado de vigilar el cumplimiento de la ley.
P. ¿Qué no se cumplió de la ley de 2016?
R. Teníamos unas leyes que aunque no las cumplían y se reglamentaban apenas al 50%, teníamos de dónde agarrarnos. No se cumplió el Consejo LGTBI, de sanciones administrativas creo que apenas se pusieron unas dos. De las campañas de sensibilización hicieron una, estuve cinco años pidiéndola y no la hicieron, teniendo la Comunidad una televisión pública. Tampoco hubo intención de crear el Centro de documentación y memoria histórica LGTBI. El Consejero de Cultura, Jaime de los Santos, pidió a Cogam [Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid] todos los archivos sin un centro creado y Cogam respondió que no daba su archivo para que los metieran en un sótano y perderlos. Primero el centro y luego los archivos.
P. ¿Qué implica no contar con los colectivos LGTBI? Mónica Lavín (PP), portavoz en la comisión de familia y asuntos sociales, los ha señalado de hacer “ingeniería social” y de ser una “oligarquía” que controlaba y censuraba
R. Para el PP los colectivos LGTBI siempre han sido el diablo, porque ellos han sido los que han luchado por crear estas leyes. Ellos [el PP] lo que quieren es que haya colectivos versus Amanda, o sea, colectivos creados a su medida, no los que trabajan por los avances de los derechos.
Suscríbete aquí a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.