Nos deja Mónica del Raval, referente de una época canalla que se apaga
Sin complejos físicos ni sociales, vino a Barcelona por supervivencia y ejerció “con libertad” la prostitución durante décadas
Conocida como la Reina de la Rambla y del Raval, Mónica del Raval ha fallecido a la edad de 60 años, y siempre será recordada por estos barrios y calles tan simbólicos de la ciudad de Barcelona como una mujer independiente, extravagante, extrovertida y amiga. Nos hemos quedado sin una de las personas y personajes que más han representado lo que fue el barrio del Raval y La Rambla de Barcelona en el siglo XX y en la transición al XXI, nuestra Mónica o también conocida como La Reina de La Rambla por el vecindario y comerciantes.
Ramona Coronado García vino a Barcelona, como tantos otros personajes de la ciudad Condal, por supervivencia y ejerció la prostitución durante décadas. Tal y como me confesó cuando tuve el placer de conversar con ella para el libro que publiqué sobre Personajes de La Rambla en el imaginario popular, junto con mi compañera y amiga Carmen Marcos, se dedicó a la prostitución “defendiendo la profesión y ejerciéndola con libertad”.
Era habitual encontrarla entre el Liceo y la plaza Real, zona concurrida por este tipo de servicios, pero identificarla era no solamente fácil por su indumentaria y aquella melena rubia coronada y brillante, sino también por el aura que desprendía solemne y decidido. “Rambleaba” las noches postolímpicas donde el silencio era habitual y vivió el esplendor turístico del fin de siglo y lo que supuso. Comentaba que echaba de menos ciertos aspectos de La Rambla más canalla y de un Raval en el que los encuentros clandestinos y las relaciones sociales eran la base de la convivencia.
La recuerdo en la mítica cafetería Cosmos ya reconvertida, en la Plaça del Teatre, donde algunas veces desayunaba bien entrada la mañana y donde me dedicó algún tiempo el día que me lancé a decirle que llevaba años viéndola y que la sentía como una protectora en aquellas noches de mi juventud universitaria de los años 90 en los que llegaba a mi casa, en La Rambla, en la misma zona donde ella estaba, y me la encontraba siempre allí. Siempre sonriente. Le dije que estaba recopilando historias de personas que han hecho de La Rambla su vida y me prestó un poco de la suya.
Sin complejos físicos ni sociales disfrutaba de la vida, del barrio, de los restaurantes y bares con amigos y vecinos, y vivió intensamente las calles y lo que significaba vivir y representar un barrio como el Raval. Años más tarde, llegó su momento mediático tras un documental y varias entrevistas que querían reflejar no solamente su situación sino la forma de vivir de una zona que ha sido y sigue siendo auténtica.
Recordaremos su pregón en una de las fiestas del Raval con mucho cariño, efusiva, directa, colorida, luminosa y extravagante, como ella era, sin más. Los vecinos y vecinas de estos barrios seguiremos su legado defendiendo la autenticidad, la historia y diversidad social que nos representa y que ella coronó como La Reina.
Alicia Berlanga es escritora y vecina del Raval de Barcelona.
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