Faus ataja la crisis interna con una tregua en el Círculo de Economía de Barcelona
La junta manifiesta el apoyo al presidente y al proyecto de renovación que este inició hace casi un año.
La intensa crisis interna que ha librado el Círculo de Economía de Barcelona en los últimos meses de forma silenciosa desembocó este miércoles en la firma de una tregua entre los dirigentes históricos de la entidad y el actual presidente, Javier Faus. Socios destacados de esta organización fundada en 1958 califican la situación de “crisis sin precedentes”. El desencuentro empezó hace casi un año, cuando Faus renovó completamente la junta. Según los críticos, durante este año ha olvidado la finezza y la búsqueda de cons...
La intensa crisis interna que ha librado el Círculo de Economía de Barcelona en los últimos meses de forma silenciosa desembocó este miércoles en la firma de una tregua entre los dirigentes históricos de la entidad y el actual presidente, Javier Faus. Socios destacados de esta organización fundada en 1958 califican la situación de “crisis sin precedentes”. El desencuentro empezó hace casi un año, cuando Faus renovó completamente la junta. Según los críticos, durante este año ha olvidado la finezza y la búsqueda de consensos propias de la entidad.
Las discrepancias con Faus fueron en aumento pero los críticos esperaron a hacerlas públicas hasta esta semana, pasado ya el peor momento de la crisis sanitaria. El lunes, La Vanguardia adelantó que el anterior presidente del Círculo, Juan José Bruguera —respaldado por destacados exdirigentes de la entidad—, pidió a Faus su dimisión. El ultimátum llevó a Faus a reunirse con Antón Costas, antiguo presidente de la entidad y actualmente presidente del patronato de la Fundación Círculo de Economía (y como tal, representante del sentir de los dirigentes históricos de la organización). Por la tarde convocó una junta directiva. El resultado de esta maniobra para calmar los ánimos es el comunicado que la junta hizo público ayer, que también firma el patronato de la fundación, y en el que se manifiesta el apoyo al presidente y al proyecto de renovación que este inició hace casi un año. Pero la nota también destaca que los retos se afrontarán “respetando los criterios fundamentales” de la fundación, y con “pluralidad de ideas y cohesión interna”.
El comunicado ha sido interpretado por los socios como un intento de apagar el fuego de una crisis que no se había visto en la organización, “y de la que difícilmente se recuperará completamente”, señala una fuente próxima a la dirección. El motivo es que el centro del desencuentro era la propia esencia de la entidad, que nació en plena dictadura y que desde entonces ha conseguido mantener una cierta independencia para poder ejercer influencia desde la élite empresarial catalana. “La entidad siempre ha tenido mucha diplomacia vaticana, pero a la vez muy beligerante e influyente en sus notas de opinión. Y Faus iba por libre. En el Círculo no estás para catapultarte, sino para servir a la sociedad”, destaca otro socio destacado.
Renovación ruidosa
El desencuentro entre Faus y los expresidentes del Círculo empezó casi el día en que fue elegido, hace casi un año. Había sido propuesto para desarrollar una etapa de renovación generacional en la organización. En su primer discurso, Faus anunció la renovación de la junta (en la que empresarios e intelectuales históricos fueron apartados para dar paso a directivos más jóvenes e importantes en sus empresas como Luca de Meo o Jordi Gual), y dio un primer giro de volante: las tradicionales jornadas de economía, que se celebraban en Sitges desde hacía 22 años, se trasladarían a Barcelona. Esta decisión, explican fuentes cercanas a la directiva, ya no gustó a los responsables históricos del Círculo, que no vieron argumentos para el traslado y, sobre todo, consideraron que no habían sido consultados. A la renovación de la junta le siguieron los cambios en la estructura, donde se prescindió de varios trabajadores y técnicos.
Su gestión ha provocado malestar entre los expresidentes. Han visto en Faus un exceso de personalismo y ambición, mientras que la influencia del Círculo, que se pondera en las notas de opinión, ha ido perdiendo relevancia. En el primer año de mandato de Faus solo se han redactado dos, y los socios han echado de menos un posicionamiento durante las semanas más duras de la pandemia. La competencia de otras organizaciones empresariales como Barcelona Global o Círculo Ecuestre también muestran, según los críticos, que la gestión de Faus ha sido insuficiente.
La gota que colmó el vaso, explican fuentes cercanas, fue la reunión que mantuvo Faus con el Rey, en la que le acompañaron los empresarios Jordi Gual y Marc Puig como miembros del Círculo. Faus, presidente del fondo de inversión Meridia Capital, publicitó este encuentro desde la página de la empresa como si se tratase de una reunión entre el monarca y tres altos ejecutivos, y no como un encuentro con la sociedad civil y empresarial catalana. “Esto molestó mucho tanto en el Círculo como en Zarzuela, y propició lo demás”, indican las mismas fuentes. Por ahora se ha alcanzado una tregua, a la espera de la asamblea del Círculo, el 25 de junio.