Vox da “unos días” a Mañueco para aplicar el nuevo protocolo antiabortista o “revaluará” su pacto de gobierno

Feijóo afirma que no se va a modificar el método para atender e informar a las mujeres embarazadas, porque puede ser “coacción”. Espinosa de los Monteros ratifica el liderazgo de Gallardo en Castilla y León y acusa al PP de dar un giro hacia el PSOE

El portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, tras la rueda de prensa ofrecida este martes en el Congreso.Mariscal (EFE)

Vox ha amenazado esta mañana con romper el Gobierno de coalición en Castilla y León si el PP no “cumple el acuerdo” que hizo posible la alianza y no aprueba e implementa “en días” el nuevo protocolo de atención a las mujeres que deciden abortar, a fin de ofrecer a estas que escuchen el latido fetal y se sometan a una ecografía 4D, como proponen los ultras en sintonía con la extrema derecha europea. El secretario general de Vox, Ignacio Garriga,...

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Vox ha amenazado esta mañana con romper el Gobierno de coalición en Castilla y León si el PP no “cumple el acuerdo” que hizo posible la alianza y no aprueba e implementa “en días” el nuevo protocolo de atención a las mujeres que deciden abortar, a fin de ofrecer a estas que escuchen el latido fetal y se sometan a una ecografía 4D, como proponen los ultras en sintonía con la extrema derecha europea. El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, ha afirmado en una entrevista en RTVE de Cataluña que “revisarán” si siguen en el Ejecutivo de Alfonso Fernández Mañueco en caso de que no salga adelante ese protocolo como anunció el vicepresidente Juan García-Gallardo el jueves. “Exigiremos que se cumpla el acuerdo. No daremos ni un paso atrás con lo acordado”, ha aseverado. “El consejero de Sanidad [del PP] emitirá la orden en las próximas horas”, ha llegado a presumir Garriga, poniendo toda la presión sobre el PP, su socio. El portavoz ultra en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, incidió en dar “unos días” para esa aplicación o Vox “revaluará” el acuerdo de coalición en Castilla y León. Pero el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ya ha dicho que no va a modificarse ningún protocolo, como ya anunció ayer el presidente autonómico. “Ni en Castilla y León ni en un lugar que gobierne al PP se puede coaccionar a ninguna mujer que quiera interrumpir su embarazo”, ha dicho el máximo dirigente popular.

Iván Espinosa de los Monteros ha matizado en rueda de prensa desde el Congreso que “revisar no es romper... no quiere decir que necesariamente vayamos a romper, pero desde luego tendremos que ser más estrictos porque llueve sobre mojado con el PP”, partido al que ha acusado de hacer “un giro a la izquierda” en consonancia con los intereses políticos del PSOE y “los mediáticos del Grupo Prisa”.

De los Monteros ha subrayado, sobre la base del comunicado oficial emitido el jueves por la Consejería de Sanidad de la Junta, que sí habrá cambios en el protocolo para las mujeres embarazadas, pese a que Mañueco lo negó ayer (y Feijóo hoy), y concluyó además que la oferta de proporcionar esa información a todas las embarazadas sobre la ecografía en 4D y el latido fetal será “obligatoria”. El portavoz de Vox en el Congreso no solo no encontró ningún problema, “ni ninguna coacción”, en ese tipo de medidas, ni en que se inste en ese sentido a todas las embarazadas y médicos, sino todo lo contrario. El dirigente ultra explicó varias veces que aún no tienen ese protocolo.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha contestado a Vox en la misma línea en la que se expresó este lunes el presidente de Castilla y León, negando que en Castilla y León vaya a modificarse ningún protocolo de atención a las mujeres embarazadas, lo que en principio supone dejar fuera de juego a su socio de Gobierno en esa comunidad. “El Gobierno de Castilla y León no va a modificar el protocolo de atención a las mujeres embarazadas”, ha enfatizado Feijóo en una entrevista en Telemadrid, en la que ha sido muy crítico con el partido de Santiago Abascal a cuenta de este asunto. “Creo que Vox se equivoca profundamente”, ha llegado a decir, agrandando la brecha del PP con los ultras.

Además de negar cualquier modificación del protocolo de atención a las embarazadas, Feijóo ha asumido también el discurso que ya pronunció ayer Alfonso Fernández Mañueco y que implica reconocer que ese tipo de medidas que plantea Vox suponen una “coacción” para las mujeres que quieran abortar. El líder del PP ha reiterado que “ni en Castilla y León ni en un lugar que gobierne al PP se puede coaccionar a ninguna mujer que quiera interrumpir su embarazo”. La clave es, entonces, si el Gobierno de Mañueco deja sin efecto las medidas que anunció Gallardo y que la Junta de Castilla y León publicó en una nota de prensa el pasado 12 de enero, titulada nuevas medidas sanitarias “relacionadas con el fomento a la natalidad y el apoyo a las familias”. Según Feijóo, ante la discrepancia de versiones entre PP y Vox hay que atender a lo que ha declarado Mañueco, que es el presidente de la comunidad, frente a “un miembro del Gobierno que no tiene ninguna competencia”, en referencia a Gallardo.

Feijóo ha cargado también contra el Gobierno de Pedro Sánchez por enviar un requerimiento a la Junta de Castilla y León sobre una instrucción que no existe todavía. “No existe un precedente de un Gobierno tan frívolo como este”, se ha quejado el líder popular. Mañueco ha anunciado poco después a través de Twitter que enviará una carta a Pedro Sánchez “para lamentar que su Gobierno haya decidido combatir con inusitada dureza un conflicto irreal y haya anunciado el envío de un requerimiento sobre una cuestión ficticia”.

Garriga, por su parte, ha querido mostrar la firmeza de su partido en este asunto, después de que el PP se desmarcara del protocolo antiaborto anunciado por el vicepresidente regional, que el Gobierno central está dispuesto a llevar al Tribunal Constitucional en cuanto se publique. El dirigente ultra confía en que el PP “cumpla lo pactado”, y advierte de que “Vox no dará ni un paso atrás”. Espinosa, por su lado, abundó sobre el futuro contenido del protocolo, que aún no se conoce públicamente, que él espera que se base en el acuerdo de gobierno suscrito: “Confió en que salga cómo se ha aprobado y no se den más vueltas”.

Durante su entrevista, Garriga ha hecho la primera amenaza pública de ruptura de la coalición que gobierna la Junta de Castilla y León desde que la semana pasada estallara la crisis interna. Así, ha advertido de que, si no se aprueba el nuevo protocolo de atención a la mujer que Vox asegura que ha pactado con el PP, revisarán si siguen en el Ejecutivo autonómico. Espinosa ha precisado que “las revisiones” y las actualizaciones o revaluaciones de los cumplimientos del pacto de gobierno son “algo natural” y constante y lo relacionó con los cambios de criterio habituales en el PP: “Muchas veces firman cosas y luego se echan atrás”. Y volvió a acusar al PP de apuntarse a esta polémica “en su giro a la izquierda política y mediática del PSOE y Prisa” y “por miedo a los ataques” de esos sectores.

El presidente Fernández Mañueco afirmó este lunes, presionado por las instrucciones de Génova 13 y el equipo de Feijóo, que el protocolo vigente en la actualidad no va a sufrir “modificación alguna”, y dijo tener “muy claro” que instar a los médicos a que ofrezcan a la mujer que decide abortar que escuche el latido del feto, sin que ella lo haya pedido, podría suponer una “coacción” a la mujer. Una coacción que su Gobierno, aseguró, “ni va a promover ni va a amparar”. El presidente regional le ha escrito al del Ejecutivo “para lamentar que su Gobierno haya decidido combatir con inusitada dureza un conflicto irreal y haya anunciado el envío de un requerimiento sobre una cuestión ficticia”.

Espinosa ha aprovechado su comparecencia para arremeter precisamente contra Mañueco, del que consideró que había quedado totalmente desautorizado pese a sus años de experiencia en política, por el nuevo portavoz nacional de la campaña del PP, Borja Sémper, contra el que dirigió varias andanadas responsabilizándole de una supuesta alianza con el PSOE contra Vox. Fue ahí cuando el portavoz de Vox en el Congreso ratificó que el que llevará todas las negociaciones para que ese protocolo salga adelante e incluso para evaluar la coalición con el PP en Castilla y León será su líder allí, Juan García Gallardo, al que ve consolidado pese a las polémicas declaraciones e intervenciones públicas que ha desarrollado estos días. Gallardo llegó a admitir este lunes, entre otras cosas, que no había vuelto a tener ningún contacto con Mañueco, que es el presidente autonómico.

El secretario general de Vox incluso se ha mostrado extrañado por el revuelo político y social que ha causado el mero anuncio del protocolo. A su entender, solo se pretende que la mujer embarazada tenga más información, no obligarle a seguir adelante con el embarazo. “El cambio de opinión [que finalmente pueda producirse] depende exclusivamente de la mujer”, ha remarcado. Y ha insistido en que la orden para aprobar ese nuevo protocolo —que no depende de Vox, sino de una consejería en manos del PP, la de Sanidad— se conocerá en las próximas horas.

Garriga ha hecho estas declaraciones casi al mismo tiempo en que La Moncloa daba el primer paso para llevar al Tribunal Constitucional el plan sobre el aborto de Castilla y León (a pesar de que este aún no existe oficialmente). El Consejo de Ministros aprobará este martes un acuerdo por el que “se requiere de incompetencia” al Ejecutivo autonómico para que se abstenga de adoptar “cualesquiera actuaciones que vulneren o menoscaben la ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo”. El Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco y Juan García-Gallardo tiene un mes para contestar.


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