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De los Alpes a Mostar: los 20 puentes más asombrosos de Europa, en imágenes

Sirven para cruzar ríos o valles y, a veces, son también espectaculares obras monumentales y simbólicas. De joyas históricas como el Karlova Most de Praga a modernas construcciones de ingeniería que cruzan mares y conectan países, pasarelas colgantes de vértigo o increíbles viaductos, como el de Millau, sobre el río Tarn, en Francia

Al enfilar este puente de cuerda es mejor no pensar que lleva ahí desde 1755. Bueno, no exactamente. La versión actual de este puente colgante pende de cables de acero y tiene, a diferencia del que estuvo hasta la década de 1970, barandillas a ambos lados. Más de 200.000 visitantes se aventuran cada año por este oscilante viaducto que conecta dos acantilados separados por 20 metros a una altura de 30 sobre el proceloso mar entre la isla de Carrick y el condado de Antrim, al norte de la isla de Irlanda. La ruta panorámica en coche hasta el puente, el paseo que hay que hacer después y las vistas desde la pasarela colgante son espectaculares.Michelle McMahon (Getty Images)
¿Pasar horas en un puente? ¿Y por qué no? En Estambul es de lo más entretenido. Y es que este puente basculante, que solo se abre de noche para barcos con más de seis metros de altura, es casi un barrio en sí mismo. Entre cientos de pescadores se apiñan turistas, vendedores ambulantes, solícitos floristas y todo tipo de habitantes de la ciudad que cruzan el Cuerno de Oro desde Fatih hacia Beyoğlu o viceversa. En el piso peatonal, bajo los carriles, hay multitud de restaurantes que sirven un plato legendario: el ‘balik ekmek’ (pescado en pan), recién capturado y a la brasa.Ayhan Altun (Getty Images)
Este puente atirantado de 7,8 kilómetros parece que se sumerge de repente en el mar. Quienes viajen en coche o en tren hacia la capital danesa desde la ciudad sueca de Malmö desaparecen, en efecto, bajo el mar para tomar el túnel de Drogden. Esta combinación de altura y profundidad sustituye al ferri y es la protagonista en la apasionante serie televisiva policiaca nórdica 'El puente'. El de Oresund es toda una maravilla de la ingeniería: el puente mixto (para vehículos y ferrocarril) más largo de Europa en un lugar estratégico del continente como es el estrecho de Oresund entre Dinamarca y Suecia.Imagean (Getty Images)
Este Puente Viejo conecta desde 1566 con una altiva curva los barrios de Mostar que separaba el río Neretva. Pero se convirtió en un símbolo de la barbarie: en 1993, durante la guerra de Bosnia, el Ejército croata destruyó esta antiquísima obra maestra de la ingeniería. Hoy está restaurado en su antiguo esplendor y vuelve a estar abierto a los clavadistas, que por unos 25 euros, pueden zambullirse desde 20 metros en las frías aguas del río.MehmetO (Alamy)
Un recorrido de apenas 100 metros puede hacerse realmente largo si debajo se abre un abismo de 500 metros. Es en invierno cuando este puente colgante, el que está situado a más altitud en Europa (3.020 metros), resulta más impresionante: entonces no solo relucen las blancas cumbres de Engelberg, sino que la pasarela se hiela por completo. Con el teleférico Ice Flyer se salvan las grietas glaciares, mientras que en la gruta glaciar se puede conocer el extraño mundo del hielo.Carsten Reisinger (Alamy)
La primera piedra de esta joya de la arquitectura, con 16 arcos y repleto de figuras de santos, se colocó el 9 de julio de 1357 a las 5.31: una secuencia numérica mágica y capicúa. Aunque todo apunta a que este dato fue una taimada invención decimonónica, el puente de Carlos de Praga conserva su magia, así como unas vistas espectaculares del Moldava y de Hradčany, el barrio del castillo praguense. Ni siquiera la afluencia de decenas de miles de visitantes cada día logra quitarle un ápice de su encanto a esta construcción de piedra que lleva casi 700 años conectando la ciudad vieja con el distrito de Malá Strana vigiladas por San Juan Nepomuceno y otras 29 estatuas barrocas. Tras la medianoche, estos dejan paso a las leyendas: desde el fondo del río Moldava y los callejones surgen golems y espectros, como el caballero decapitado que vaga entre las torres góticas.Miroslav Petrasko (Getty Images)
Sobre el valle del Tarn se extiende en ligera curvatura uno de los puentes más altos del mundo. El efecto de esta construcción es tan airoso que parece, sobre todo cuando hay niebla, que levita. La construcción alcanza 343 metros de altura y por ella circulan diariamente en torno a 12.000 vehículos. Este viaducto se construyó, en pleno sur de Francia, para liberar Millau y el pintoresco valle del Tarn del tráfico de turistas.Walter Bibikow (Getty Images)
En un banco del parque de las Naciones de Lisboa, bajo el puente Vasco de Gama, se tiene la impresión de que allá, en el horizonte, el puente desaparece en la nada. Y es que este viaducto, que conecta ambas orillas del Tajo y descongestiona la capital portuguesa, mide 17 kilómetros de largo. Se construyó, igual que el imponente parque de las Naciones, con motivo de la Expo de Lisboa de 1998. De hecho, desde el teleférico del parque de las Naciones se ve fenomenal.Jorge Castellanos (GETTY IMAGES)
Si se pregunta a los amantes del puenting, la mayoría hablará fascinada del salto de 192 metros desde el que un día fue el puente más alto del mundo, por el que corre una autopista, la vía más rápida para atravesar los Alpes entre Austria e Italia. Los habitantes del valle alto del Isarco se quejan, sin embargo, del tráfico ensordecedor que ni de noche cesa. En cualquier caso, este viaducto de casi 60 años impresiona, aunque en 2028 será reemplazado por el túnel de base del Brennero, que conectará la ciudad austríaca de Innsbruck con la localidad italiana de Fortezza.Prisma by Dukas Presseagentur GmbH (Alamy)
Este puente colgante de acero debe su existencia al cambio climático: como el glaciar de Trift, en el valle de Gadmertal, en el cantón de Berna, dejó un lago al retirarse, había que ofrecer a los caminantes un modo de cruzarlo. Sus 170 metros se extienden a una altura de 100 y ofrece unas fantásticas vistas sobre el glaciar y el lago.Francesco Meroni (GETTY IMAGES)
Noche tras noche se eleva el puente del Palacio de San Petersburgo , que desde 1916 conecta el centro de la ciudad con la isla Vasílievski, para que pasen por el Nevá los barcos, enmarcando la aguja dorada del Almirantazgo. Una imagen increíble, sobre todo durante las Noches Blancas del solsticio de verano.Getty Images
Uno de los viaductos de ladrillo más grandes del mundo, situado en la parte sajona de Vogtland. Con un diseño que recuerda el de los acueductos romanos, tiene cuatro niveles con 96 arcos y 78 metros de altura. Fue edificado entre los años 1846 y 1851, durante la creación de la línea de ferrocarril entre Sajonia y Baviera. En su construcción se emplearon más de 26 millones de ladrillos fabricados con la abundante arcilla disponible en la zona. El 15 de julio de 1851 un tren lo recorrió por primera vez.Robert Michael (Getty Images)
Este puente otomano del siglo XVIII es el mejor conservado de los construidos durante el dominio turco de Albania. Al reflejarse en las aguas del río Kir (siempre que el cauce no esté seco, algo frecuente en los tórridos veranos albaneses) su arco central, de medio punto, forma una circunferencia perfecta. Se encuentra aislado, a ocho kilómetros de la ciudad de Shkodra, al noroeste del país, en una ruta comercial que se remonta a la época romana, pero que hoy ha caído en desuso.MehmetO (Alamy)
Tres puentes de tres siglos distintos se extienden en paralelo por el fiordo de Forth, junto a Edimburgo. El más famoso es el de hierro pintado de rojo: una vía ferroviaria de 1890, declarada patrimonio mundial de la Unesco. Puede fotografiarse desde el Forth Road Bridge (1964), que puede recorrerse a pie, y desde el que hay una vista estupenda al más reciente el Queensferry Crossing (2017), un puente atirantado de 2,6 kilómetros de longitud.Karl Hendon (Getty Images)
El puente colgante Peak Walk une la cima del Scex Rouge (a 3.000 metros de altura) con el mirador del restaurante panorámico Botta 3000, obra del arquitecto suizo Mario Botta, por encima de la estación de esquí de Les Diablerets, en los Alpes suizos. La estructura, de unos 108 metros de largo y 80 centímetros de ancho, se abrió en 2014 y ofrece vistas panorámicas sobre los 20 cuatro miles circundantes: desde el Montblanc pasando por el Cervino, hasta el Jungfrau, el Mönch y el Eiger. La oscilante pasarela tiene 107 metros de largo y 20 anclajes a la roca, y resiste vendavales de hasta 250 kilómetros por hora.Prisma by Dukas Presseagentur GmbH (Alamy)
Este puente de la región de Turingia tiene una curiosa forma ondulada, y no fue un error de los ingenieros. De eso se trataba: el núcleo de uno de los puentes de madera más largos de Alemania (240 metros) es una única banda tirante de bloques de madera encolada que reposa en tres soportes metálicos. Se le conoce popularmente como el puente de Cola de Dragón, o puente del Dragón, y fue construido en 2006 como parte del proyecto de la feria de jardinería y paisajismo Bundesgartenschau (BUGA).INSADCO Photography (Alamy)
Este es actualmente el puente colgante peatonal más largo del mundo con 494 metros (aunque parece que pronto será superado por el del valle de Höllental, entre Baviera y Turingia). No es solo un destino turístico en sí mismo. Como parte de la ruta senderista Europaweg, que va de Grächen a Zermatt, ahorra a los caminantes un buen rodeo y les asegura un buen subidón de adrenalina.GFC Collection (Alamy)
Fotografiado y reproducido hasta la saciedad, el puente de los Suspiros de Venecia, un pasaje cubierto que une el Palacio Ducal y la antigua y temible prisión de Los Plomos, debe su nombre a los lamentos de los condenados que, a través de sus celosías de piedra, veían por última vez la laguna y la isla de San Giorgio. Por él pasó, el 26 de julio de 1755, Giovanni Giacomo Casanova (1725-1798), huésped forzoso de las mazmorras de la Serenísima gracias a su conducta disoluta. La mejor vista se tiene desde vecino puente de la Paja.Mauro Repossini (Getty Images)
El barranco que separa, en la localidad malagueña de Ronda, la ciudad vieja y el barrio del Mercadillo tiene 90 metros de ancho y 120 de profundidad. Cuarenta y dos años, de 1751 a 1793, se tardó en construir este puente de cuatro arcos, cuyas piedras se sacaron de la propia sima. Sigue igual de sólido que en otros tiempos, pero ahora está cerrado al tráfico, al menos temporalmente. Para sacar la mejor foto se puede tomar el sendero, a ratos muy escarpado, que baja hasta el río desde la plaza de Maria Auxiliadora, en el casco antiguo de Ronda.Sergio Barba (Getty Images)
A pesar de sus 483 metros, el Titan-RT ya no es el puente colgante peatonal más largo del mundo; aun así, sigue emocionando a los adictos a la adrenalina. Quien no sienta ya bastante hormigueo en el estómago al cruzar esta oscilante pasarela en la presa de Wendefurth, a 75 metros de altura, puede sobrevolarlo: a 120 metros empieza una mega tirolina que llega hasta el valle alcanzando casi 80 kilómetros por hora. Si aún parece poco, con el Wallrunning se descienden 43 metros andando hacia abajo por el muro de contención de la presa, y el Gigaswing es un impresionante salto pendular desde el propio puente.Andreas Werth (Alamy)