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Un discurso plural

Fiel herramienta de expresión personal, el atuendo masculino ha entrado en un proceso de metamorfosis y diluir de géneros que ha permeado a todos los sectores. Ocho artistas se visten desde la negación de lo normativo y demuestran que la moda es solo cuestión de perspectiva.

Iván PellicerActorINTERPRETAR CON EL ALMA
— Tiene 25 años y debutó en la serie Fugitiva (2018), pero ese mismo año ya emprendió su viaje hacia proyectos que él describe como “más pequeños, pero más enriquecedores”.
— Tras estrenarse en el largo de terror Ánimas, su rostro infantil roto por dos enormes pendientes de aro ha protagonizado historias de corta duración, como la de El joven Diego, A ninguna parte o Matar a la madre, donde protagoniza el salto a la dirección de Omar Ayuso.
— De sus años en Murcia con sus padres, recuerda con nostalgia “el vestir un poco con el toque surfero de quien vive en la costa, capaz de llevar unos vaqueros tantas veces que haya que acabar sosteniéndolos con los cordones de las zapatillas para que no se caigan”.
— Sigue encendiéndose cada vez que le llega un relato sin ínfulas o pretensiones de conseguir un alcance masivo.
— “Quiero contar historias de chavales normales, que puedan ayudarlos a entender este mundo”. Si el tesón es un estilo, Pellicer lo encarna a la perfección.
El actor lleva chaqueta de traje con cinturón, ambos confeccionados en tartán de Raven, y sudadera amarilla con capucha, todo de Louis Vuitton.
fotografía de Nico Bustos / estilismo de Juan Cebrián
Chenta TsaiCantanteDE TAIPÉI A VALLECAS
— Detrás del nombre artístico Putochinomaricón se esconden temas como el racismo o la homofobia, creados por este descendiente de migrantes taiwaneses, de 31 años.
— Entre su lista de intereses están la realidad virtual, los algoritmos de Netflix o cómo la elegancia ha pasado de ser “un bolso de Balenciaga a una bolsa de tela del MoMA que nos hace parecer cultos”.
— Crecer en la España de los noventa como una persona migrante y no binaria generó un efecto contrario al previsible:“Sabía que me iban a mirar y a señalar, y en lugar de esconderme decidí que me vestiría a la altura de la ocasión”.
— Pasó por tantas fases estéticas como mentales, de lo emo al indie. Ahora, compra prendas en las secciones femeninas y hasta infantiles de grandes cadenas para customizarlas a su antojo.
— “La descontextualización es la gran invitada a la moda de hoy: Billie Eilish aparece en sus conciertos con camisetas XXL y Harry Styles se planta un vestido lencero”.
— “Quiero pensar que hemos llegado a un punto de no retorno para un futuro mejor”.
El cantante lleva traje de lentejuelas con salpicaduras de pintura y camisa rosa fucsia, todo de Dolce & Gabbana.
fotografía de Nico Bustos / estilismo de Juan Cebrián
Alberto Jiménez CantanteROCK PARA CAMUFLARSE
— Alberto Jiménez (Talavera de la Reina, 38 años) estaba en lo peor de la adolescencia cuando su hermana le descubrió a Madonna: él deseaba cumplir sus sueños como cantautor y ella flirteaba con la cábala y componía Ray of Light (1998).
— Su música posterior ha ido por otros derroteros, pero el toledano la nombra sin dudar cuando indaga en los artistas que le han dejado huella.
— La suya se llama Miss Caffeina, un grupo de cuatro integrantes formado en 2005 gracias a la extinta red social Myspace. “Aunque éramos opuestos en cuanto a estilo o gustos, cuajó porque nos adaptamos para convertirnos en una banda coherente”.
— También lo consiguen en lo visual, especialmente en su quinto álbum, El año del tigre (Warner Music), plagado de guiños a la estética del gigante asiático, donde lo mismo se enfundan en abrigos de pelo amarillo o se calzan unas sandalias geta. “No es que se pueda inventar nada que [David] Bowie no hiciera con soltura hace 60 años, pero deconstruirse siempre es un ejercicio del que aprendes algo”.
El cantante viste traje de chaqueta y chaleco de raso beis rosado, camisa Boxy en color azul bebé, lazo al cuello de terciopelo burdeos con puntas de metal grabadas y botas de cuero blanco, todo de la colección Gucci Love, de Gucci.
fotografía de Nico Bustos / estilismo de Juan Cebrián
Andrés García-Carro Jubilado e influencerVEJEZ SIN COMPLEJOS
— Si hace una década alguien le hubiera dicho que a los 90 años se volvería la sensación más improbable de internet, seguramente hubiera mostrado escepticismo.
— Este exfuncionario y antiguo agregado cultural de España en países como Argentina se ha vuelto uno de los rostros predilectos de las campañas de moda en los últimos tres años.
— Andrés o The Spanish King (su alias en redes) vivía como jubilado en su A Coruña natal hasta que su nieta, la fotógrafa Celine Van Heel, le hizo unas fotos en el portal y las publicó en la edición china de la revista L’Officiel. “Poco después me llamaron de American Express para hacerme una sesión de fotos y ya no sé muy bien qué pasó, pero me he vuelto un modelo cotizado”, replica con picardía.
— Su tupé canoso y una mirada Zoolander le han valido un cameo en un vídeo de C. Tangana, una colección cápsula de Zara y hasta una aparición en MasterChef Abuelos. “Surja lo que surja, digo que sí a todo. A mi edad, sería una tontería hacer lo contrario”.
El influencer posa con abrigo de peluche teñido de Celine para Hedi Slimane.
fotografía de Nico Bustos / estilismo de Juan Cebrián
Oriol Elcacho ModeloANATOMÍA DE UN CLÁSICO
— Su mandíbula y sus ojos azules le convirtieron en una belleza sin competencia en el mundo de la moda cuando debutó en el año 2000.
— “A mí me visualizaron como un prototipo de chico clásico, muy masculino, y creo que fue muy difícil salir de esa etiqueta”, razona. Junto a los españoles Andrés Velencoso y Jon Kortajarena, protagonizó uno de los periodos con mayor presencia masculina en el circuito de pasarelas, desfilando para Zegna, Brunello Cucinelli o Ralph Lauren, con cuyo estilo se identifica.
— Hoy, a sus 42 años, sigue sumergiéndose en esas pasarelas que antes recorría a destajo en busca de prendas que llevarse al armario: “Me gusta el trabajo de creadores que juegan a rehacer algunos de aquellos años, como Aimé Leon Dore y su culto al Nueva York de los noventa y al baloncesto”.
— “Después de todo, está muy bien que la moda sea cíclica, pero también que no caigamos en los mismos errores del pasado cuando echamos la vista atrás”.
El modelo, con chaqueta de traje azul navy con rayas rojas, pantalón de traje de algodón, polo de punto y cinturón de cuero, todo de Prada.
fotografía de Nico Bustos / estilismo de Juan Cebrián
Sergio MomoActorJUEGOS DE MODA
— “Soy la Hannah Montana de mi barrio: de padre africano, madre española, y actor”. No habría mejor descripción que la que hace de sí mismo Sergio Momo (Tenerife, 25 años), con más de un lustro de experiencia intercalando trabajos tan dispares como la serie El vecino, la hilarante Sevillanas en Brooklyn o el fenómeno generacional de Élite.>/br> — Con su humor ácido y un lenguaje corporal expansivo, el de Momo es un talento que va más allá de sus apariciones en pantalla. “Me gusta llegar a un sitio y que se den cuenta de que he llegado. La moda es mi mejor aliada en ese aspecto”, ríe.
— Quizás los vaqueros bordados de Glenn Martens para Y/Project con los que llega a la sesión son idénticos a los que el estilista había pensado para él. “Creo que el estilo, que no la elegancia, es un arma infalible para mostrarme al mundo. A veces como soy. A veces como quiero ser ese día. Y, sobre todo, para jugar: la ropa es un asunto más lúdico de lo que nos permitimos”.
El actor lleva chaqueta de traje con cinturón, ambos confeccionados en tartán de Raven, y sudadera amarilla con capucha, todo de Louis Vuitton.
fotografía de Nico Bustos / estilismo de Juan Cebrián
Eduardo CasanovaDirector de cine SENSATEZ EXCÉNTRICA
— Su rostro es de sobra conocido desde que encarnara, a los 14 años, al joven Fidel de la serie Aída, emitida en Telecinco entre 2005 y 2013.
— Sin embargo, pocos de los que vieron a Eduardo Casanova, que hoy tiene 30 años, bregar con las dificultades de un chico gay en el barrio de Esperanza Sur conocerán el universo real de este joven madrileño, obsesionado con lo kitsch o el cine de John Waters.
— En 2017, debutó como director con Pieles, su primer largo, donde el dolor humano y las malformaciones convivían con una escala de rosas empolvados. Un lustro después, ha podido rodar La piedad.
— “La escala es mayor que en cualquier otro proyecto, pero la estética es la misma”. En los últimos Goya, el rosa y negro que utilizó para vestirse en la alfombra roja era un guiño a su nuevo filme. Pero ese gesto fue motivo de sorna y acoso en algunos sectores. “Es curioso que se aplauda a Bad Bunny por enfundarse en un vestido de Jacquemus pero se utilice la homofobia porque yo vista algo acorde a mi identidad”.
El director de cine va con traje de algodón en color verde lima con cierre dorado en el pecho, collar y pendiente de oro, todo de Versace.
fotografía de Nico Bustos / estilismo de Juan Cebrián
Eric Masip ActorEL APLOMO DE LO ATEMPORAL
— Nacido en Barcelona hace 26 años, este hijo del exjugador de balonmano Enric Masip ha actuado en series de éxito como Veneno o Cuéntame cómo pasó. “Pero siempre con papeles esporádicos”, lamenta.
— “Tenía ganas de que llegara una experiencia más profunda”, confiesa. Se la ha brindado A través de mi ventana, adaptación de la novela homónima de Ariana Godoy producida por Netflix.
— “Empezó como otro rodaje, pero se convirtió en una locura”. Recuerda cómo tras el anuncio oficial, en abril de 2021, pasó de tener apenas un puñado de seguidores a más de un millón.
— En el filme, que batió récords de audiencia y ya ha confirmado dos secuelas, interpreta a un chaval pijo y clasista de Barcelona del que se distancia el actor. “Si pienso en mis referentes, como McQueen [Steve] o Paul Newman, creo que el estilo no ha de ser un arma de apariencia, sino una herramienta de carácter”. Por eso no le obsesiona. “A excepción de los relojes, claro, que son mi perdición”, ríe.
Masip viste traje oversize y camiseta de algodón de Balenciaga.
Asistentes de fotografía: Lorenzo Profilio y Federica Falcone. Asistente digital: Orlando Gutiérrez. Asistente de estilismo: Rubén Cortés. Maquillaje: José Belmonte (Cool Producciones para Nars). Peluquería: Manu Fernández (Cool Producciones para Moroccanoil).
fotografía de Nico Bustos / estilismo de Juan Cebrián